Estrellas | J.J.K

XL

-Es lo que digo, los miembros de KISS mezclaron su sangre con la tinta roja que se us+o para imprimir el primer cómic de KISS -dice Suni-. Te apuesto un cupcake a que tengo razón.

Afuera es casi de noche, y estoy en Juguetes en el Ático junto a Suni, que está controlando una pila de cajas cerca del escaparate.

-Fue en los setenta -dice, con el rostro animado-, y una de las editoriales grandes, Marvel o DC Comics, hicieron un cómic con KISS, sabes, Gene Simmons y Paul Stanley maquilados, haciendo de superhéroes, o algo así.  Y mezclaron la sangre de la banda con la tinta. Les juro que es verdad.

Yangmi pone los ojos en blanco.

-¿Quién empieza esos rumores desquiciados? -se pregunta-. Es completamente falso. Y asqueroso.

Mamá se cruza de brazos, y asiente.

-¿Te imaginas la cantidad de enfermedades de transmisión sexual que esos tipos tenían? ¿Quién querría su sangre contaminada en un cómic?

-Parce que mucha gente, porque sucedió -insiste Suni-. Pregúntenle a Jungkook.

Tironeo de unas de las presillas de la parte trasera de los jeans negros de Jungkook. Está doblado, con la mitad del cuerpo en el escaparate de la tienda, donde se exhibe un conjunto de calabazas talladas para Halloween,  un caldero negro que rebalsa de condones y botellas de gel para masajes a modo de pócima. Anoche fue Halloween, así que estamos cambiando las calabazas por una cornucopia para el día de Acción de Gracias.

-¿Escuchaste todo eso? -le pregunto.

Emerge del escaparate, y se incorpora.

-Suni tiene razón. Una enfermera les extrajo sangre y volaron a Nueva York y se tomaron fotos en la imprenta de Marvel, donde echaron los frascos con sangre en una cuba de tinta. Una notario fue testigo y certificó todo.

-¡Puaj! -decimos todas al unisono.

Jungkook se encoje de hombros.

-Los KISS siempre hicieron trucos tontos y escándalos para vender sus productos. Les interesa hacer dinero más que tocar.

-Y por eso tú me debes un cupcake -le dice Suni a Yangmi, con una sonrisa de satisfacción.

Yangmi alza los puños al techo.

-Maldito seas, Leyendas urbanas del rock.

No sé por qué sigue compitiendo con Suni. Siempre pierde. O quizás sea por eso. Todo lo que sé es que me encantaría comer un cupcake ahora mismo, y me encantaría que el escaparate estuviera lleno de golosinas de verdad y no de condones. Me parece que he estado comiendo mucha comida chatarra últimamente, que es algo que jamás pensé que pudiera ocurrir. Pero mamá y yo hemos estado demasiado ocupadas como para ir a comprar comida de verdad  la tienda. Nuestro único sustento casero han sido las cenas de los domingos en lo de los Jeon.

Han pasado unos meses desde que papá se fue. Sigue en San Fancisco, y está haciendo cosas de forma impulsiva. Se ha anotado en un concurso de certificación par -no es broma- masajes terapéuticos para caballos. Ey, es su vida, supongo.  He hablado por teléfono con él algunas veces, pero no lo he visto. Es para mejor, creo. No estoy tan enojada como antes, pro no quiero más alteraciones en mi vida.

Y mamá tampoco. Ha estado ocupada. El Centro Terapéutico Choi es ahora el Spa Terapéutico Moon. Sí, ella decidió bautizar el spa con su nombre de soltera, pero yo le sugerí que use una luna en el logo nuevo. Suni y Yangmi le presentaron a una nueva masajista, la amiga de una amiga que se estaba por mudar al este de Incheon, por que ya no podía pagar la renta de la ciudad.