Halsey, una adolescente tierna, graciosa e inteligente, llevaba una vida común y corriente...hasta que un mensaje lo cambió todo.
"¿No quieres hablar conmigo?" "¿Con quién hablas?"
¿Quién dice que alguien no puede amar o...incluso obsesionarse de al...
Luego de que mis suegros me preguntaran en dónde había estado, tuve que morder mi lengua para no decir la verdad.
"Estuve dándole duro a su hija, suegrito"
Pero, con la mirada asesina que me dio mi pequeña solo me límite a decirles que había salido a tomar aire en un momento de distracción para ellos, por eso es que no me habían visto salir.
Cuando, en realidad, tuve que irme por la ventana, como un ladrón, de la habitación de Halsey para después ingresar a la casa por la puerta principal; todo esto lo hice luego de ir al baño y poder bajar mi dolorosa erección.
Al recordar todos los hechos que habían ocurrido hacía tan solo unos minutos, no me costó llegar.
Fue la mejor paja de vida, por lejos.
La mentira se la tragaron y pudimos sentarnos a comer, ya que mi suegra había preparado un delicioso almuerzo y nos invitó a mi prima y a mí a quedarnos. Sin dudarlo aceptamos.
Esto no le gustó mucho a mi chica que seguramente sabe que lo de su "castigo" no quedará en la nada.
–Y cuéntame...¿Eros? Perdona si no me acuerdo tu nombre, es que es difícil– ríe la mamá de Halsey.
Puede llamarme yerno si se le hace más fácil...
–Sí señora, es de origen griego. Y ¿a usted le puedo llamar solo Laura?– sonrío inocentemente.
Halsey, sentada a mi lado y con la boca llena me mira desafiante, como si quisiera que tuviera cuidado con lo que digo.
–Obvio, sí. ¿En qué trabajas?
Espero que este sea el típico interrogatorio de aceptar a la pareja de su hija, porque, aunque no lo cepa, ya es mía.
–Soy ingeniero eléctrico, muchos lo pueden confundir con un simple trabajador de compañía pero soy algo más que eso– explico con superioridad.
Mi prima sonríe burlona pero no hace comentarios y sigue comiendo con las manos entrelazadas con mi "cuñadito" que ni crea que no lo noté.
–Entonces ganas mucho– interviene su esposo con sorpresa.
–Papi, eso no importa, no hagas ese tipo de insinuaciones ¿ok?– comenta Halsey con incomodidad.
¿Papi? ¿a él no le cuesta decírselo? Yo debo de ser el único a quién se lo diga, no me importa si es mi suegro.
Agh, otras diez nalgadas más para ella.
–Sí señor. No nos costó mucho viajar hasta aquí– contesto ignorando a mi pequeña.
–Y hablando de eso...queríamos hacerles una propuesta– sonríe Atenea mirando a su novio.
–¿Qué pasa?– se adelanta mi pequeña con miedo en sus ojos, pero lo intenta disimular tomando agua.
Debe de sospechar que lo que diremos no le agradará mucho.
–Queríamos invitarlos a pasar sus vacaciones en nuestro país– dice con emoción mi prima.
Inmediatamente Halsey se ahoga con su agua y comienza a toser, mientras Connor mira a la morena con expresión de sorpresa.
–¿Estás bien?– preocupado sobo la espalda de mi princesa, a lo que ella asiente aclarando su garganta.
–Sí, sí, solo...estoy sorprendida.
–Todos lo estamos– dice entre dientes Connor.
–¿Vacaciones? ¿qué quieren decir?– pregunta mi suegro.
–Señor Dayanet, no queremos ser inoportunos...pero considerando que Halsey y Connor terminaron por este año su ciclo escolar, y usted podría tomarse un descanso con su familia...no tendríamos problema en acogernos en nuestra casa, además Atenea está muy emocionada por estar con su amiga ¿no, primita?– la miro sonriente.
–¡Claro! pero...si ustedes quieren, sino no– se apresura a decir mirando con timidez a Laura y Ángel.
Mi suegra me mira fijamente con una ceja alzada, como si pudiera leer mi mente y descubrir mis verdaderas intenciones, mientras que su esposo reflexiona mirando a su hijo.
–Morocha linda...no podríamos responder ahora, es una decisión seria– dice Laura mirando en dirección a mi prima con una sonrisa, muy diferente a la mirada de advertencia que me da a mí.
–Como quieran, pueden pensarlo.
–¿Cuánto tiempo se quedan?– me pregunta la castaña.
–No sabemos...unos días...tal vez un mes...el tiempo lo dirá– digo al mismo tiempo que coloco una mano sobre su pierna y hago círculos con mis dedos sobre a tela.
Ella aprieta los labios y agarra mi muñeca para alejarla, sin éxito ya que solo logra que apriete su rodilla.
Los demás comienzan a charlar de temas banales, por lo que aprovecho esa distracción para subir la falda de Halsey y deslizar mi mano por debajo de ella, dirigiéndome a su pantie.
–Eros– advierte en un susurro.
Sonrío mirando mi plato al notar como sus mejillas se tiñen de rojo y lo intenta ocultar con su cabello suelto.
–¿Estás bien, Hal? pareces sofocada– dice su hermano con burla.
Ella asiente lentamente y da otro bocado a su comida; mientras yo extasiado por la suavidad de su piel sigo subiendo mi mano.
Al llegar a su pantie, con mi dedo índice acaricio su vagina cubierta solo por la tela. Mi pantalón no tarda en volverse ajustada en mi entrepierna, pero contengo mis ganas para hacerla sufrir a ella también.
Cuando estaba a punto de hacer un lado su ropa interior, su madre me interrumpe.
–Traeré el postre, Halsey ¿me ayudas?– se levanta de su silla.
Gruñendo interiormente alejo mi mano rápido y Halsey se levanta de un salto bajando su falda para seguirla.
Por la mirada que me da la señora de cabello oscuro ya no tengo dudas: sospecha algo.
Si fuera por mí, ya les hubiera dicho toda la verdad pero mi altanera novia depende demasiado de ellos como para permitírmelo. Eso debe de cambiar ahora mismo.
Ella se va conmigo con o sin el permiso de mis "queridos suegros".
❤️❤️❤️
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
