PRÍNCIPE

Sus ojos

Roxanne Nott

A penas Lorcan me dijo que habría fiesta donde los Malfoy quise saber la razón y qué mejor manera que usar a mi hija para averiguarlo.
No tuve más que pedirle su ayuda y con lo cotilla que es, accedió sin chistar.
Desde que supe que alguien de muy lejos vendría a la fiesta de los Malfoy estuve segura de que no me gustaría.
Tenía una corazonada sobre quién podría ser.
_mira mamá, ¿Quién crees que sea?
_no sé, pero me da curiosidad.
Estábamos casi todos ya en el Hotel-Casino y este debía ser el recién llegado.
No había dudas
Esperamos junto a los hijos de los Malfoy más jóvenes.
Y entonces lo vimos bajar.
Era un jovencito precioso.
Todo un hombre.
Qué digo hombre, ¡Un príncipe!
Se veía imponente a pesar de lo joven que es.
Escuché los cuchicheos de mi hija y sus amigas.
Y realmente las entendía.
Quién no quisiera tener a un chico así para presumir.
Tan solo su porte era capaz de mojar bragas.
Pero esa expresión suya que parecía estar tallada en hielo se me hacía demasiado conocida.
¿Donde la había visto antes?
Ya me enteraría después.
Era hora de entrar ya.
_vamos niñas, tenemos que entrar.
Vimos al recién llegado avanzar por la alfombra como si de una estrella de cine se tratase.
Ese rostro imperturbable me daba curiosidad.
Busqué a Lorcan entre la gente y lo ví cerca a la puerta.
Me fui acercando hasta que ví como el hermoso jovencito pasaba por su lado mirándolo con desprecio.
Lo miré extrañada.
No me daba buena espina.
Algo no estaba bien con ese muchacho.
Esa manera de mirar se me hacía demasiado conocida.
¿Pero de dónde?!
Y entonces lo noté.
Scorpius Malfoy pasó junto a mí y ví en él esa misma mirada.
Los vellos se me pusieron de punta.
Ese muchacho tenía que ser un Malfoy.
Estaba segura.
Y sabía exactamente qué Malfoy era.
¡¿Cómo no lo había sospechado?!
Busqué en el interior del salón a Lorcan.
Lo encontré en la parte cercana al pequeño escenario que habían montado.
La luz de las blancas arañas de luces revelaba la similitud de sus ojos.
¡Maldición!
El chico tenía esos mismos ojos.
Esa misma tonalidad fría.
No aguanté más.
¡¿Cómo se atreve a venir hasta aquí?!
El maldito bastardo tenía la desfachatez de aparecer en un evento importantísimo.
Lo pisotearía como a una repugnante cucaracha.
No iba a dejar que intentase tener algo de la fortuna de los Nott.
Eso ni de chiste.
No me había tragado en vano las miradas llenas de odio de los Malfoy.
Fui silenciosamente hasta donde estaba mi marido.
_así que el bastardo decidió aparecer...
Lorcan apretó la mandíbula.
_mantén la boca cerrada, Roxanne.
_ojalá todos se enterasen quién es su padre.
Sería una gran vergüenza para los Malfoy que se supiera la verdad sobre su niño dorado.
Todos lo verían como la escoria que es.
El resultado de algo tan inmoral.
_¿Por qué? ¿Qué ganas tú con eso? ¿Por qué detestas tanto a mí hijo?
¡Y encima lo pregunta!
_Desde que su madre te alejó de mí la detesté, por quitarme tu amor y ahora que no está ella solo me queda traspasarlo a su bastardo. Tener un rostro precioso no le quita lo indigno que es.
_sigue hablando Roxanne, sigue hablando y te quedarás sin nada. Ni siquiera Vanya verá un solo euro de mi parte.
De eso nada.
No había sacrificado mi cuerpo en un embarazo que me dejó llena de marcas horrorosas en vano. Mi hija y yo nos merecíamos todo lo que Lorcan poseía.
_no me amenaces, Lorcan
_entonces cierra la boca, si no quieres que la mimada de nuestra hija sufra las consecuencias.
Busqué a mi hija entre la multitud.
_¡Bienvenidos sean todos a esta celebración!
El patriarca de los Malfoy estaba frente a todos muy contento y hablándonos a todos en inglés.
Puede que quizá su perfecto príncipe no hablase su idioma después de todo.
_esta es una buena razón para brindar y es que hoy mi nieto cumple veinte años.
Todos lo veían espectantes.
_se preguntarán como es eso posible... Hace veinte años Lara, mi preciosa nena, partió de este mundo. Pero me dejó lo más preciado que pude tener alguna vez después de mis propios hijos...
A unos metros del muchacho estaba mi hija con su grupo de amigas que cuchicheaban y reían admirando al bastardo ese.
_esta es la primera vez que mí pequeño diamante está en Europa. En el país que vio nacer a su madre y que siempre que él quiera puede llamar su hogar.
Los aplausos no se hicieron esperar.
_denle la bienvenida a nuestro príncipe americano, el señor Edward Malfoy.
Empecé a avanzar hasta Vanya.
_Es un honor para mí estar aquí por primera vez.
No negaría que su voz me sorprendió.
Era tan masculina.
Demasiado grave para su edad.
Veinte años...
¡Y estaba malditamente hablando en ruso!
_gracias a mis abuelos y a mis tíos que estuvieron siempre para mí. Es gracias a ellos que soy lo que soy, y es por ellos y por mí madre que sigo con el negocio familiar al otro lado del océano. Espero seguir así y que cosas mejores se vengan siempre.
_a tu salud.
_¡A tu salud!
Todos bebieron el chupito de vodka que nos sirvieron.
Bien.
Tenía que dejarle muy en claro algunas cosas.
Pero primero debía llamar su atención.
Poco a poco la gente fue metiéndose en sus asuntos y el muchacho quedó solo, a mí merced.
_Die Party genießen, Bastard? (¿Disfrutando de la fiesta, bastardo?)
Estaba segura de que no me entendería.
Sería "amable" con él.
_Bin ich es, Madam? (¿Es a mí, señora?)
Así que podía entenderme.
_hurensonh (hijo de puta)
No podía ocultar mi aversión por él.
_Leg dich nicht mit meiner Mutter an, wenn du willst, dass ich dich dort verletze, wo es am meisten weh tut (con mi madre no se meta, si no quiere que la hiera donde más le duele)
Dirigió su mirada hacia donde estaba Vanya
Esa mirada hacia mí hija no me gustaba.
_wage es nicht (no te atrevas)
El muy cínico solo sonrió.
Maldito bastardo.
Más le vale no meterse con mi hija.