¡Ríndete, Harper! [COMPLETA][#PGP2021]

«11»

Maratón 3/3

SÁBADO

«Harper Evans»

Toqué el timbre de la casa mientras me removía nerviosa en el lugar. Cambié de un pie al otro mi peso con la esperanza de que eso dispersara mi ansiedad, pero no fue así. Tardé un par de segundos muriendo de nervios que ni siquiera sabía de donde habían salido, hasta que vi al hermano menor de Alexander abrirme con una sonrisa.

—¡Cuñada, buenos días! —me saludó alegremente mientras se apoyaba en el marco de la puerta viéndose adorable, a decir verdad.

—Hola Mason. ¿Está Ander? —fui directamente al grano.

—Salió con Aaron a hacer no sé qué. ¿Quieres pasar? Le llamaré para decirle que estás aquí —sonreí, haber ido en primer lugar era pésima idea y por señal del destino Alexander no se encontraba en casa.

—No, está bien. Solo pasaba para saludar, pero creo que hablaré con él en otro momento. Solo agradecería que le dieras esto de parte de Nana —le entregué el recipiente con algo de comida y caminé a paso apresurado hacia la salida del jardín, pero lo escuché cerrar la puerta y seguirme.

Él era casi tan alto como Alexander, tal vez le faltarían unos pocos centímetros que ganaría con los años, sus piernas eran largas y, por lo tanto, en un par de zancadas estuvo a mi lado con un esfuerzo mínimo. Me pregunté cuántos años sería menor que su hermano, quizás uno o dos, aunque si no lo supiera, quizás pensaría que eran de la misma edad, pues su rostro no reflejaba para nada cuán más joven era.

—Deja que te acompañe. De todas formas, tengo que ir a la tienda —pasó un brazo por mis hombros en un gesto demasiado amigable, no me sentí incómoda ni nada por el estilo porque él nunca me dio motivos para estarlo, sin embargo, me pareció raro el que quisiera acompañarme. No llevaba el recipiente en sus manos así que supuse, lo había dejado en su casa.

—¿Y Molly? —pregunté en un intento de hacer conversación.

—Está en casa, siempre que la invito a salir, aunque sea a la esquina dice que no tiene ganas así que no tiene mucho caso insistir. No sé por qué vino a pasar las vacaciones aquí si se la piensa pasar encerrada —dijo sin importancia, después de unos segundos sonrió—. Me alegra que después de tanto, Ander por fin haya logrado salir contigo —fruncí el ceño.

—¿A qué te refieres? —pregunté con confusión.

—¿No te lo dijo? —aguantó una risa y negué—, no le digas que te dije esto, pero siempre escribía tu nombre en sus libros de la escuela. Supuse que era alguna famosa o algo así porque no es muy común, pero cuando te conocí me di cuenta de que no —rodé los ojos.

—¿Crees en serio que él escribía mi nombre por eso? —él asintió, pero no lo saqué de su error. Sabía perfectamente que podían haber diversos motivos por los que Alexander escribiría mi nombre en sus libros, pero, el que sintiera algo por mí, no era uno de ellos.

—A mí también me gustaría tener de novia a mi amor de la infancia. Es una lástima que no haya tenido ninguno —retiró su brazo de mis hombros y se estiró.

—¿Ninguno? ¿Ni uno solo? —pregunté con sorpresa.

—Nop, ni uno solo. Creo que eso es algo para personas maduras que analizan todo justo antes de declarar que están enamorados de alguna otra persona.

—O sea que no te ha atraído ninguna chica.

¿Es que los chicos de esta familia tienen una idea relacionada acerca de las relaciones?

Mientras uno piensa que el amor parece ser un desperdicio de tiempo, el otro piensa que es un juego mental.

—Yo no dije eso —me corrigió—. Nunca me ha gustado ninguna, pero sí me han atraído una que otra —me miró deteniéndose en la esquina de la cuadra—; que te atraiga una persona o que te guste son dos cosas totalmente distintas. Podría decir que tú me atraes por qué eres muy bonita, pero no me gustas y, aunque lo hicieras, eres novia de mi hermano —explicó y yo asentí. Para ser alguien relativamente más joven parecía tener un modo de pensar bastante complejo—. La atracción es algo solamente físico, pero el que te guste alguien va más allá, independientemente de cómo luzca y eso lo hace más profundo y mejor.