3 días en ¿?
Bien hecho, Eli; lo arruinaste todo, pensó frustrada.
Estaban llegando a la cima del monte y Patrick no le había vuelto a dirigir la palabra; ni siquiera se había volteado a verla.
—¿Oye, Patrick? —trató de llamar su atención, pero el chico la ignoró; caminó más rápido.
Eli lo siguió tan veloz como pudo, tenía que arreglar las cosas entre los dos. No para hacerse amiga de Patrick, ella no lo quería en su vida. Pero él era la clase de persona que era mejor tener como amigo que como enemigo. Quizá podía tratar de no odiarlo demasiado. ¡Pero es que ese chico exasperaba hasta a los sordomudos!
Eli estiró su brazo y tocó con sutileza el hombro de Patrick, consiguiendo que volteara. La chica pudo observar su rostro: severo, y a la vez indescriptible, como la primera vez que lo vio en el Lugar Blanco.
—¿Qué? —escupió el chico.
—Quería... —dejó la frase a medias.
¡Ah! Eli deseó maldecir a su estúpido orgullo que evitaba a toda costa disculparse con el chico. Era la única opción de ganarse la simpatía de Patrick (si es que él tenía algo de eso en su duro y negro corazón).
—¿Disculparte? ¿La chica que limpió el suelo con mi ego, viene a rastras a pedir perdón? —La sonrisa de Patrick era escalofriantemente malvada, como si analizara la forma más dolorosa de lastimar a Eli—. ¿Es eso?
Eli empuño las manos. Le resultaba inevitable querer partirle la mandíbula de un único golpe.
—No es mi culpa ser el único ser humano que se atrevió a decirte a la cara que eres un asco de persona.
Patrick frunció el entrecejo, sin apartar la vista de ella. Ambos se observaron por unos segundos. Ninguno de los dos desvió la mirada, ni siquiera para cerrar los ojos. Era como si estuvieran haciendo una competencia de no parpadear.
—Si lo que intentas es adivinar mis pensamientos, podemos quedarnos así todo el día —dijo Patrick sin pestañear—. Soy indescifrable.
—¿Y te sientes orgulloso de eso? ¿Te parece bien que nadie pueda saber nada sobre ti? —Eli no pudo evitar parpadear.
—¡Já! —exclamó Patrick victorioso—. Gané.
—Evadiste mi pregunta.
—Suelo hacerlo —contestó Patrick, mientras se mordía una uña.
—¿No es hora de que continuemos? —le preguntó Eli—. Porque quiero llegar antes de que anochezca.
—Sobre eso —le respondió Patrick—, no debes preocuparte.
—¿A qué refieres? —inquirió Eli, bastante confundida.
—Ya lo verás. —Y guiñándole un ojo, siguió en marcha.
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29 de agosto de 2013
Sasha quería irse a la cama, y dormir por unos varios millones de años; o descansar para siempre, si no era mucho pedir. Tal vez sonaba lúgubre, ¿pero nunca has sentido que no vale la pena despertarse al día siguiente? ¿Que desearías con toda tu alma desaparecer y dejar que las cosas siguieran su rumbo, o bien congelarlas?
—Siento que nos rodea una capa de tristeza —dijo su hermana, mientras aparcaba el auto en el estacionamiento de su mansión—. Anda, Sasha, di algo consolador.
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Coma (Entre comillas, #1) [¡Disponible en las principales librerías de Chile!]
FantasíaElla le salvó la vida. Él... puso en peligro la suya. Ella no sabe dónde está. Él solo anhela que ella regrese. Ella luchará por su vida. Él ya no sabe si quiere seguir viviendo. Un largo y peligroso viaje para recuperar una vida. Un Precipicio por...