32 días en coma
Lisa sintió la Energía fluir por la sangre de todo su cuerpo. Definitivamente, el paso dos era más sencillo.
Al fin estaba avanzando. Ella nunca destacaba en términos académicos. Todos sabían que la brillante era Sasha, Lisa era la sociable. Tenía muchísimo amigos, ya que cualquier chico de la secundaria que se respetara, daría su vida por tener a Elizabeth Scott como amiga. Ella lo sabía, no se jactaba de ello (demasiado), pero una que otra vez sacaba provecho de su status social. Para la fila del almuerzo, las respuesta de los exámenes, algunos votos para ser la reina del baile..., nada demasiado grave. Tenía que gozar de todos los beneficios que la popularidad le brindara. Después vendría la universidad y el trabajo, ya habría tiempo para lamentarse por la monotonía de la vida.
—¡Lisa! ¿Estás escuchando o no? —la llamó Grace chasqueando los dedos frente a sus ojos—. Tienes que volverlo a repetir. Necesito ver Canalizada esa Energía para ahora. Paso uno, otra vez.
—¿Qué? ¿Ah? —respondió Lisa, aún algo ida—. ¡Ahh, sí claro!
Lisa estiró ambos brazos, y cerró los ojos, dejando que su Energía fluyera. Sintió un pequeño cosquilleo, del cual ya se había acostumbrado. Era agradable poder sentir, recordar la sensación del contacto, o un pequeño roce, algo que la hiciera darse cuenta que era tangible, que estaba viva.
—¡Perfecto, Lisa! —la felicitó John—. ¿No estás ansiosa de ver a tus amigos y padres pronto? —agregó sonriéndole—. Porque hasta yo tengo ganas de conocerlos. Siempre hablas de ellos.
—Apuesto mi brazo a que son un montón de engreídos que se creen mejor que el resto, porque sus papis les dan miles de dólares cuando quieren —comentó Grace, soplando un pequeño mechón color azabache de su largo cabello—. Ricos y egocéntricos.
—No son así, Grace —protestó Lisa, aguantándose las ganas de gritarle—. Ni tampoco voy a dejar que digas esas cosas sobre ellos, ni siquiera los conoces. Son los mejores amigos del mundo.
—Por supuesto que sí —refutó su amiga—. Conozco a los de tu especie mucho mejor de lo que crees. Son narcisistas, y no pueden dejar de ser el centro de atención por cinco segundos. Pueden ser buenos amigos, pero apuesto que se creen los dueños del mundo.
—¿Disculpa? ¿Mi especie? —repitió ella con los dientes apretados—. ¿Qué se supone que significa eso?
—Niñitos nacidos en cuna de oro. No los soporto. Contigo ya tengo más que suficiente.
John carraspeó.
—Es un bonito día —intervino él, antes de que estallara una pelea—. ¿Y si vamos a caminar? Así Lisa puede descansar. Trabajó mucho su hoy. —Sonrió—. ¿Qué les parece? —Le acarició el hombro a Lisa de forma amistosa—. ¿Lisa?
Grace y ella dejaron de discutir, pero mantuvieron los ojos fijos en la otra, como si pudieran asesinarse con solo verse. Era una mirada filosa como un cuchillo, así que John se mantuvo al margen, esperando que no se sacaran los ojos con alguna cuchara.
Lisa decidió que enfadarse con Grace no tenía ningún sentido, solo le rodó los ojos y los apartó de Grace, mientras que agradecía el cariño fraternal de su amigo, apoyando su cabeza en el hombro de él. John le acarició el cabello con ternura, tratando de tranquilizarla.
Grace se echó el pelo hacia atrás con las manos, sin decir nada sobre el fuerte vínculo que compartían ella y John, su rostro no reflejaba enfado, pero tampoco amabilidad.
Era hasta casi divertido saber lo celosa que podía llegar a ser Grace.
—¡¡¿Qué diablos está ocurriendo Patrick?!! —gritó una aguda vocecita que los hizo pegar un respingo—. ¡Exijo que me expliques por millonésima vez!
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Coma (Entre comillas, #1) [¡Disponible en las principales librerías de Chile!]
FantasiElla le salvó la vida. Él... puso en peligro la suya. Ella no sabe dónde está. Él solo anhela que ella regrese. Ella luchará por su vida. Él ya no sabe si quiere seguir viviendo. Un largo y peligroso viaje para recuperar una vida. Un Precipicio por...