ғɪɴᴀʟɪᴢᴀᴅᴏ
Se volvieron a encontrar de forma inusual.
San amaba intensamente a ese omega gruñon y posesivo. Y wooyoung adoraba con su alma a su alfa tierno, amoroso y a veces un poco pervertido.
Pero un día ocurrió algo que cambio la vida de ambos...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Esas cuatro horas se hicieron eternas para el alfa, estaban esperando a que el doctor diera el permiso para que San pudiera entrar a ver a Wooyoung, Mingi estaba junto a él al igual que Hongjoong, este último estaba dormido en el hombro del pelirrojo. Los señores Park venían en camino, estaban en un viaje cuando su hijo mayor les dio la triste noticia.
San sintió un toque en su hombro, levanto su vista, una enfermera le sonrió y le dijo que la acompañara, las manos y piernas le temblaban, se dirigían hacia la habitación en donde estaba Wooyoung, la mujer abrió la puerta y se hizo a un lado para que el peligris pasará.
—Tiene quince minutos, mucha fuerza señor Choi. —la enfermera hizo una venía y salió de la habitación dejando al alfa solo.
A pasos pequeños y temblorosos se acercó a la cama, su cachorro estaba con los ojos cerrados, su respiración era lenta, tenía aparatos y alambres conectados, su cabeza estaba vendada, su rostro estaba pálido y con algunos moretones.
Se acercó al menor y dejó un pequeño beso en la frente. Se sentó en una de las sillas y con cuidado tomó la mano de su fresita dejando un pequeño beso y la envolvió entre sus manos. Verlo ahí acostado, era muy doloroso, estaba tan acostumbrado a verlo tan lleno de energía.
Llevó una de sus manos al vientre de su omega dejando suaves caricias, en aquel lugar había estado su hijo.
¿Por qué no se dio cuenta del cambio de aroma de Wooyoung?
Cierto, había a estado tan concentrado en su maldito trabajo que no le dió mucha atención a su pequeño, eso jamás se lo perdonaría, esa culpa lo perseguiría por el resto de su vida.
Cerró sus ojos y se concentró.
"Fresita, perdóname, no pide cuidarte lo suficiente, pero no me dejes, por favor. Tu alfa te espera con los brazos abiertos, se qué tú puedes, eres mi cachorro valiente y fuerte.
Te amo, mi pequeño."
Término de hablar por medio del lazo, esperaba que su mensaje llegará, ojalá su Wooyoung lo escuchara.
"Te amo, San"
El peligris sintió un apretón en su mano, abrió sus ojos sorprendido, una pequeña sonrisa se asomó, sus esperanzas se elevaron, pudo escuchar la voz de su Woo, a través del lazo.
Pero el aparato junto a él empezó a sonar, dejando ver una línea recta en la pantalla. La sonrisa de San desapareció y sintió él como el lazo y la conexión se rompía lentamente haciéndolo de una forma dolorosa.
—W-woo...young... —Las lágrimas empezaron a salir, su mente estaba en blanco y su respiración era pausada. La vista del alfa falló y todo se volvió negro.
