Llegaron. El menor bajo primero del automóvil y llegó al apartamento, se libró de su saco y espero hasta que su compañero llegara.
Las cuentas pendientes se iban a saldrar y Eros enojado sus colmillos sacará...
El preámbulo de lo obvio...
—Tenemos cosas que discutir.
—Eros yo... Antes que nada, no era mi intención hacerte esto.
—¡Si no era tu intención no debiste haberlo hecho en primer lugar! Deja de inventar excusas absurdas para parecer la víctima aquí, quien ha sido engañado fui yo, a quien utilizaron fue a mi ¿Acaso consideraste como me sentía algunas vez? —gritó de desahogo, enfurecido, confundido, impotente.
—Tienes todo el derecho de sentirte de esa manera yo... No tengo palabras para decirte cuanto lo siento —inclinó la cabeza sentado frente a él en la sala de estar.
—¡Toda esta mentira del novio falso solo fue para llevarme a la cama! ¡Responde! Responde, porque mencionaste nuestro contrato con la señora Elis, que tiene ella que ver contigo, porque esta enterada de lo que sucedió entre nosotros —discurso colorado de la furia apuntando al mayor.
—Primero calma, sé que no merezco tu perdón, pero diablos que podía hacer cuando estaba en una situación tan desesperada, necesitaba cancelar ese compromiso con Maritza, realmente no me atrae de ninguna forma, quería seguir siendo libre, no queria estar atado a nadie y mucho menos con esa princesa plástica.
—Debiste haberte negado, no inventar mentiras, si son tus padres de seguro hubieran comprendido tus sentimientos —opinó.
—No, no lo hubieran aceptado, ellos me querían imponer ser heterosexual, sea como sea, por eso me convertí en un don Juan, para que estuvieran más tranquilos, gracias a ti pude admitir mi sexualidad no sólo a mis padres si no a todo el puto mundo, sin exagerar. Vivir contigo ha sido una experiencia gratificante y también llena de mortificación.
—¿Mortificación? ¿Qué quieres decir con eso?
—A que ví a un hermoso chico, con rasgos femeninos, carácter de perros, perfeccionista hasta la médula, chef experimentado y boca mortífera expresando los sonidos más excitantes a mi. Pero al no conseguir ese maravilloso especímen mi mente comenzo a codiciarlo. Ese eres tu Eros, quien vaga por mi mente.
—A ver, me amas, a eso te refieres y crees que yo... Aunque me hayas dado todas estas comodidades, tener trabajo, un apartamento, crees que me has conseguido, tan fácil soy a tu vista.
—No, no, dejame explicarte. Al verte tan desanimado esa noche quise ayudarte pero no encontré la forma, yo... Te hice la propuesta del novio falso para poder librarme del compromiso y a su vez bueno, si, llevarte a la cama, aunque el tiempo me hizo conocerte y quise verte con esas sonrisa en ves de que me odiaras, no quería herirte te ninguna forma al Contrario, lo que anhelaba era protegerte —explicó inclinando su cabeza.
—Ibas a matar dos pájaros de un tiro pero no te salió, y ahora pretendes justificar que todas esas cosas las hiciste para protegerme, por Dios Christopher Nolan, esa es la forma en la que expresas tu amor, enjaulando a tu presa como si fueras águila calva. Vamos a manejar esto con calma a partir de ahora, he decidido irme, con el sueldo que recibo puedo alquilar un apartamento amueblado cerca de las instalaciones de la empresa, me iré mañana. No te atrevas a detenerme, ocultas muchas cosas y no voy a vivir con alguien lleno de mentiras a su alrededor.
—Eros yo... Esta bien. No te preocupes, acepto tu decisión, descansa —enunció para dejar la habitación dejando al rubio.
Los dos estaban dolidos, uno por ser traicionado y el otro por haber herido y terminar lastimando su propio corazón. Es inevitable encontrar la felicidad a partir de un par de lindas mentiras, al final todo se descubre y la confianza acumulada decae como las hojas de otoño.
En los próximos días Eros preparó sus maletas se fue y alquiló un lugar en donde vivir, tenía un trabajo y era libre de hacer lo que quisiera. Uno de esos días. Un sabado por la noche fue a un bar, comenzó con un simple cóctel, y terminó con una botella de vodka, por fuera se veía vulnerable y sumiso y eso alentó a un joven, así o menos de su edad, a acercarse al rubio. Estaba con un traje de oficina.
—¿Qué hace por aquí alguien tan famoso y particular? ¿A donde dejaste a tu marido?
—Estoy perfectamente bien cariño, no tienes que fisgonear donde no te llaman, con quien estoy no es tu problema, así que coje ese pequeño trasero y lárgate de mi vista —bufó el ojos verdes lleno de ironía y sarcasmo, realmente la parte contraria se sorprendía al ver que el joven Eros estaba bien parado y es más su embriaguez no afecto ni su léxico ni su pronunciación, aunque si fue algo grosero. Pero después de todo...
¿Quien mando a llamar a ese ojos negros?
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Soy gay por tu culpa
Short Story"Eros necesita dinero y Christopher necesita un novio".