«ɴᴏᴛ Eᴀsʏ» «ɴɪᴄᴋ Bᴏsᴀ» ✓

Capítulo. 8

Narra Nick:

Pedí permiso para salir más temprano, iba media hora antes porque el tráfico de San Francisco, es bastante impredecible. Y como si estuviera invocando el tráfico, una enorme fila de autos estaba frente a mí.

Llevando no más de 10 minutos y apenas había avanzado unos cuantos metros; mire hacia mi izquierda y estaban vendiendo unos hermosos girasoles. ¿Le gustarán a ella?, sin pensarlo mucho, baje el vidrio del auto y dije:

- Cuanto cuestan los girasoles?- pregunté desde el auto.

- 5 dólares cada uno- contesta la señora. Vaya, no imaginé, que las flores sean tan caras.

- Deme 5 de ellos- comencé a buscar el dinero y justamente no traía cambio, el tráfico empezó a moverse. Rápidamente entregue el dinero y tome las flores- puede quedarse el cambio!- dije y conduje lo más rápido posible.

Llegué, me estacione, baje y fui en busca de la cafetería. Llegué al lugar, pase mi vista por todos, buscando a Elinor, cuando por fin la encontré, me dejó sin aliento.

Verla así, sonriendo, tranquila, fresca y natural, simplemente es hermosa y perfecta. Camine a ella- Hola- sonreí.

Narra Elinor:

- Hola- dije casi en un suspiro, verlo ahí parado, tan sereno, tranquilo. Sin dejar pasar los hermosos girasoles. Simplemente era un sueño.

- Nosotros, estaremos lo haya- señaló Kate- por cierto, es un placer conocerte!!- dice emocionada. Kate empujó a los demás lejos.

- Nos sentamos?- Nick, señala una mesa cerca de nosotros- por cierto, son para ti- dice y me entrega las flores

- Están preciosas- las tome y oli, tienen un fresco aroma; como si estuvieran recién cortadas.

- No sabía, si te gustarían- ríe- pero me arriesgue- se rasca la nuca.

- Es un lindo gesto.

- Si..- susurra- es una Universidad bonita- asenti- Pero tú lo eres más- sonríe bajando su rostro.

¿Será que se había sonrojado?

- En ese caso, déjame decirte que no te quedas atrás, también eres muy guapo.

El se sonrojo y levanto su rostro, oh diablos!!. Es tan.... tan inmensamente hermoso!.

- Gracias por tus dulces palabras- ríe. Él continuó hablando, pero en algún momento me perdí en su voz, sus ojos y sus labios, admiraba cada centímetro de su hermoso rostro.

Es un Dios griego, forjado por los mismísimos Dioses del Olimpo, del Valhalla, por todos los Dioses!.

- Eli!- dice llamando mi atención- estas conmigo o en otro universo?- reí nerviosa. Me había cachado viéndolo?

- Si, si.

- Me puedes decir, de qué estaba hablando- oh rayos! Me estaba probando.

- Anmmm.....

Él ríe, frunci el seño, fingiendo que pensaba en algo.

- Te decía, sobre lo hermosa que te ves- abrí mis ojos, sentí las mejillas arder- pero, parece que estabas en otro mundo.

- Lo siento- dije con algo de pena.

- No te preocupes, háblame de ti- cambia de tema.

- Una anectota esta bien?- pregunté y él asiente- cuando estaba pequeña, mi mamá solía darnos galletas a mi y mi hermana, un día se las robe y las escondí en la cuna de mi hermano menor. Al pasar los días, se me olvidó que las tenía ahí y mi madre las  encontró- reí- le dije que no las  había tomado, que fue papá.

- Entiendo que le hechas la culpa a tus hermanos menores, no a tu padre- dice riendo.

- El caso es que, ella creyó en mi y regaño a papá, por tomar las galletas de Lexie. Además, no podía culpar a mi hermanito, él estaba muy chico.

- Buen punto- dice sonriendo.

- Y que dices  tú, chico guapo- él sonríe ante mis palabras.

- No hay muchas anécdotas, bueno la verdad si, pero por donde empezar.

- Una graciosa y no trate de galletas robadas- reí y él se me quedo viendo, fijamente.

- Eli!- llegó gritando Kate- tenemos que irnos!- dice apurada.

- Qué, porqué?- pregunté molesta.

- Él profesor suplente, acaba de llegar y estamos entrando VAMOSSS!!- me toma el brazo y empezó a correr.

- Te veré luego!- grito Nick.

- Esta bien!- también grite.

Diablos, todo se había ido al caño por culpa del profesor!!. Este es el momento justo cuando dicen: llegas justo en el momento, que no debías llegar. Maldigo las clases y la Universidad, arruinaron mi primera cita.....

Narra Nick:

Y se fue, reí al recordar su cara de molestia, ese profesor si que es inoportuno.

Al menos estuve con ella unos minutos, peor es nada, dicen por ahí. Me hubiera encantado estar más tiempo con ella, pero él profesor no lo vio así.