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¡Ahg!... otro día de clases, con los mismos profesores, las mismas materias, los mismos pasillos, las mismas actividades y claro no podían faltar, los mismos compañeros.
Suspiro con cansancio. Últimamente, me está dando mucha flojera ir a la escuela, pero luego recuerdo los motivos por los que voy, y me animo al 100%. Debo admitir que si no fuera por ella, la escuela sería muy aburrida y sin sentido.
—Vamos Amane, te he dicho varias veces que me hagas caso cuando te estoy hablando— protesta mi hermano haciendo un puchero.
—Oh~ perdón Tsukasa, estaba pensando, ¿qué querías decirme?— preguntó con una sonrisa.
Tsukasa es mi hermano menor, pero somos gemelos. Aunque por sus actitudes y reacciones, parece más bien un niño de 7 años. Pero hay veces que me sorprende un poco cuando se pone serio al tratarse de un tema con mucha importancia... Como ahora.
—Te estaba diciendo que hay una chica de mi salón que quiere salir contigo— sonrió con burla— te lo menciono para que le des una oportunidad— finalizó mi hermano con su sonrisa intacta.
—Tsukasa... ¿Cuántas veces te he dicho que no quiero salir con nadie por el momento?— dije serio.
—¡Vamos Amane! Si sigues así, seguirás actuando como un completo playboy y te quedaras soltero para siempre, dejándome a mí, sin sobrinos con los cuales jugar.
—Prefiero seguir actuando como mujeriego, a salir con chicas que no me interesan.
Y es la verdad, no quiero salir con una chica de la que no tengo ni un mínimo de interés, solo le estaría haciendo daño a ella y a mi mismo; pero para mi pobre desgracia, la única chica a la que quiero, ni me dirige la palabra y parece que le desagrado.
—Amane por favor, dale una oportunidad... mira hagamos un trato, sal con ella una vez, solo te pido una vez, y ya tú decidirás que hacer con ella después, pero si lo haces, dejaré de molestarte con eso, solo te pido una oportunidad— me pide con sus ojitos de cachorro.
Me lo pensé mucho, pero sé que si digo que no, Tsukasa seguirá molestándome con que consiga pareja.
—Agg~ está bien, pero te aseguro que no saldrá nada en aquella cita.
—Eso nadie lo sabe, querido hermano, quien sabe... tal vez encuentres a tu chica ideal— dice con su sonrisa característica.
Volteo los ojos disgustado para seguir caminando a la escuela.
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