Se siente un poco extraño venir a la escuela y observar a todos a mi alrededor, es como si, hacer lo que hago cambiase mi perspectiva de todo.
Theo ha estado demasiado ocupado con los exámenes, las tutorías que da y sus practicas de tenis, y honestamente lo agradezco... se que tendré que decirle tarde o temprano, pero soy una cobarde y no me atrevo. No puedo evitar sentir unas ganas enormes de llorar al verlo. En casa, he podido zafarme gracias a la escuela, puedo decir que necesito estudiar, o lo que sea, pero se que la excusa me durará poco...
— ¿Soph? —la voz de Quill me saca de mis pensamientos y le sonrío, saludándolo — ¿Estás bien? Te vez algo... distraída.
—Lo estoy, no te preocupes, solo pensaba si había respondido las ultimas preguntas del examen correctamente, no estoy muy segura.
—Descuida, se que te irá bien.
— ¿Ya recibiste tus cartas? —pregunto, desviando la conversación a algo que no sea mi estado de ánimo.
—Si, llegaron esta mañana.
— ¿Y bien? —pregunto emocionada por él.
— ¡Entré! —dice con una sonrisa enorme —Lo logré, Soph, ¡entré a Princeton!
—Eso es genial, Quill. Muchas felicidades, de verdad lo mereces. ¿Qué dijeron tus padres?
—Están mas que felices, mamá ha soñado con verme en su alma mater desde siempre, la verdad pensé que no lo lograría, pero al ver la carta... aun no puedo creerlo. Gracias por ayudarme, Soph.
—Tu hiciste todo, y estoy muy feliz por ti —él sonríe y ambos caminamos por el pasillo sin rumbo alguno. Finalmente hemos terminado con todos los exámenes pendientes. Oficialmente, o al menos hasta que nos den las calificaciones, hemos terminado en San Adrien.
— ¿Tú has tenido noticas? —pregunta, dirigiéndose hacia la cafetería. La mayoría está aun en clases, así que aprovechamos la soledad del lugar para beber algo.
—Columbia y Harvard —digo de pronto dándole un sorbo al batido de mora. Quill me observa impaciente, cuando le dije que había aplicado a ambas, se emocionó mucho.
— ¿Y bien? —inquiere con clara impaciencia.
—Entre a ambas —respondo finalmente, dándole otro sorbo al batido.
— ¿De verdad? ¡Felicidades! ¿cuál elegiste?
Decirle a Quill el plan completo no parece buena idea, solo por el hecho de que lo conozco muy bien y se que es capaz de decírselo a todo el mundo.
—Harvard, creo que esa es la mejor opción.
— ¿Te irás a Boston? —pregunta sin poder creerlo — ¿Qué dijo Schlesinger al respecto?
—Aún no lo sabe.
— ¿Qué? —pregunta esta vez un poco más fuerte — ¿Por qué? Acaso... ¿planeas terminar con él?
Es incluso más duro si alguien lo dice en voz alta.
—No...bueno, no lo sé, honestamente aun no sé qué hacer. No quiero obligarlo a mantener una relación de larga distancia y bueno, él tendrá mucho en que pensar aquí, y yo estaré ocupada allá.
— ¿De verdad estás planeando dejar a Schlesinger? —dice esta vez mas bajo, casi en un susurro, mientras las personas comienzan a llegar a la cafetería —Sophie, te pasaste quejando durante meses porque el tipo te trae loca desde siempre, y ahora ¿planeas dejarlo solo por la escuela? Discúlpame amiga, pero no te lo creo en lo absoluto.
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Sophie, Schlesinger Extras
RomanceSophie Mason ha crecido bajo el mismo techo que los hijos del señor y la señora Schlesinger, aquella pareja refinada que han sido como unos segundos padres para ella y que siempre le llevan un helado cuando vuelven del trabajo. Sophie ha sido más q...