La Verdad

43 9 0
                                    

El tiempo comienza a correr... en realidad, ya no tengo tiempo en lo absoluto... todo parece haber terminado en el momento en que me veo en el espejo con un vestido de gala y unos zapatos de tacón, el bolso sobre mi cama, observo el peinado y las joyas sobre mi... todo parece surreal.

Cuando estaba pequeña, soñaba que el día en que me graduara, todo sería genial, estaría feliz de ser una adulta... con el tiempo fui entendiendo que algunas cosas no son como lo sueñas, pero ahora, aquí frente al espejo me doy cuenta de que realmente no estoy preparada para lo que viene, o al menos no quiero dejar una parte de mi aquí para construir otra en Boston.

— ¿Estás lista? Tu padre está en el auto —la voz de mamá en la puerta de mi habitación me saca de mis pensamientos — ¡Oh, Dios mío! —lleva sus manos a su boca y puedo notar como sus ojos se ponen cristalinos de inmediato —Cariño, te ves muy hermosa.

—Gracias, mamá —tomo mi bolso y salgo de mi habitación junto a ella.

Afuera, papá nos esperaba en el auto, eché un vistazo a la casa de los Schlesinger y suspiré, antes de entrar al auto, e irnos en dirección a la escuela.

La entrada de la Academia San Adrien no era justamente las mas concurrida, pero si había muchos fotógrafos haciendo su trabajo en la entrada y otras zonas.

—Vayan entrando, yo iré a dejar el auto —dice papá en lo que mi madre abre la puerta y casi sale disparada a la fila de las fotografías. Yo la seguía a paso lento.

Podía ver a algunos de mis compañeros abrazándose y riendo... ¿por qué me sentía tan mal? Debería de estar feliz, es mi graduación de secundaria después de todo.

—Espera aquí en lo que yo voy por tu padre, debe arreglarse esa corbata o se verá como un payaso —simplemente asiento riéndole levemente por lo ansiosa que mi madre parece estar, aunque debe de ser normal, no todos los días tu hija se gradúa de la secundaria.

—Felicidades —susurran en mi oído, haciendo que toda mi espina dorsal se retuerza. No tengo idea de cómo mirarlo a los ojos justamente hoy... se que dirán mi decisión en la entrega de diplomas, pero, aunque tuve que mentir en mi elección de carrera, dirán el nombre de la universidad, y tendré que enfrentar a Theo de una vez por todas.

Me volteo y lo observo con algo de miedo, pero felicidad al mismo tiempo. Theo me sonríe, se ve muy bien con su traje azul marino, hace resaltar mucho sus ojos. Lo observo por lo que creo son horas, me pierdo en sus ojos, y su sonrisa, hasta que mi madre aparece y todo el panorama perfecto a mi alrededor se derrumba de golpe.

— ¡Theo, cariño, que guapo te ves! —mamá le da un beso en su mejilla, y él la abraza rápidamente, para después estrechar su mano con la de papá —Pensé que irías con tus padres a visitar a tus abuelos.

—No podía perderme la graduación de Soph —menciona sacándome una sonrisa enorme. Theo jamás dejaría pasar una visita a sus abuelos por nada... ni siquiera por mi, y aquí está —Te ves preciosa, ¿lista?

—No, la verdad no. Pensé que estaría emocionada, incluso aliviada, pero en el momento en que me den ese diploma, todo habrá terminado.

— ¿De qué hablas? —pregunta en lo que vamos caminando hasta la sección en donde están tomando las fotografías.

—Hola, ¿quién es la graduanda? —pregunta el fotógrafo y yo levanto la mano levemente. Él sonríe y me entrega un birrete y una cinta que dice "Lo Logré" —De acuerdo, te tomaré una sola y después una con tu familia —simplemente asiento y me pongo las cosas intentando salir lo mejor que puedo — ¡Perfecto! Ahora la familia, por favor.

Sophie, Schlesinger ExtrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora