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—¿Te ayudo?— preguntó el ojiverde, el alfa se le quedó mirando.

Déjalo que nos ayude.

Joel negó, intentó levantarse pero volvió a caer, de acuerdo, se había hecho mucho daño, Erick se acercó y le ayudó a levantar para luego sentarlo en la cama.

—Gracias— dijo el moreno, el ojiverde cogió una toalla y comenzó a limpiar el suelo mientras Joel lo observaba.

—Algo tuvo que provocarte para levantarte aún mojado— dijo.

—Me acordé de una cosa...— dijo el moreno, el omega lo miró y rodeó los ojos.

—Debes tener más cuidado, quizás ahora no fue nada, pero algún día te harás daño de verdad— el alfa asintió, Erick llevó su mano al pecho del moreno y lo acarició, éste lo miraba con el ceño fruncido y cuando Erick iba a bajar la mano el alfa lo detuvo.

—Te dije que esta noche no... Deberías marcharte— el ojiverde se soltó del agarre del alfa.

—Me compraste por eso, por qué deseas alargar esto?, No es justo para los dos— el alfa rió.

—¿Acaso tú te quieres acostar conmigo ahora?— el omega guardo silencio —Lo suponía— suspiró —Si quieres complacerme vete a tu recamara y descansa, mañana quiero que me acompañes a una fiesta de negocios, te encargué un traje. Así que póntelo— Erick asintió y se levantó, caminó hacia la puerta y miró por última vez al alfa quien se levantó con cuidado y salió de allí.

Deberías estar con él ahora.

—Aun me controlo, mi celo no llega hasta dentro de dos meses, así que esperaré— Joel ya no volvió a escuchar más a ese león, caminó hacia su closet y agarró su pijama, se vistió con él y fue a acostarse a su cama, miró el techo y suspiró, en toda esa noche no pudo sacarse de la mente al ojiverde.


💙


Erick se levantó y pudo observar que realmente lo que había pasado no había sido un sueño, fue al lavabo y hizo todo lo que le tocaba hacer, se colocó una ropa ligera y bajo hacia el comedor encontrándose con el supuesto león alfa, Erick tenía aún sus dudas de que ese alfa  fuera un cambia forma león por qué no lo notó al momento.

—Estas despierto, me alegra que tengas hábitos de despertar temprano— Joel bajo su taza —Puedes sentarte, tenemos café, pasta, pasteles, huevos revueltos, todo lo que quieras le puedes pedir a mis empleados— Erick asintió

—Odio el café— respondió el ojiverde, escuchó la risa del alfa, éste elevó una ceja.

—Pensaba que era el único, literalmente estaba sufriendo por si te gustaba el café— el omega lo miró —No tenía—

—¿Entonces si hubiera dicho que me gusta el café y quisiera uno?— preguntó el omega.

—Hubiera hecho que lo compraran—

—Ibas a comprar café solo por mi— Joel lo miró.

—Pero no te gusta y ahora no lo haré— Erick quiso tentar a la suerte.

—Quiero café— el alfa miró a su sirviente, Erick hiso lo mismo y éste hiso una reverencia. —Descafeinado, fuerte con leche, desnatada sin lactosa, leche de cabra, de coco o leche normal, el café lo quiero a granos levemente triturados o tostados— el alfa sonrió, el omega lo miró.

—Mmm... Solo un café con leche normal— el sirviente hiso una reverencia.

—5 minutos señor— y se marchó.

Erick miró al moreno y vió como este aún comía su desayuno, cogió un poco de pan tostado y lo unto de mantequilla y después le puso jamón por encima. El alfa levantó la vista y vió al ojiverde interesado, Erick colocó un poco de mermelada al jamón y se lo comió, Joel hiso un gesto de disgusto.

—No me lo puedo creer— el ojiverde lo miró —Si eso no te provoca una evacuación directa al baño juro que alucinare— el ojiverde dejo su pan encima de su plato.

—¿Quieres probarlo?— el alfa lo miró —Enserio, pruébalo— Erick le pasó el plato, el alfa lo miró, levantó su vista al omega y éste le sonreía, cogió el pan y le dió un bocado, grabe error ya que cogió rápido una servilleta y escupió en ella, danzándole una sonrisa a Erick.

—¿Quien fue el alma cruel que te hizo creer que esto es lo mejor que te puedes meter en la boca?— Erick dió otro bocado.

—Yo— dijo —Me gusta experimentar con la comida— el alfa seguía con el sabor de aquello, pero de repente un olor vino muy fuerte, algo que le provocó dolor de cabeza.

Una taza de café aparecía y fue colocada enfrente de Erick, éste la observó y aspiro el humo para luego poner una cara de disgusto, el alfa ya se había tapado la nariz y su león seguramente estaba vomitando ahora sí por ese olor.

Erick miró la taza, realmente odia el café, lo había detestado desde que tenía memoria, su olor le provocaba dolor de cabeza, tenía que hacerse una nota mental, cuando el alfa le decía que pidiera lo que sea, era real.

Lo miró y supo que se encontraba quizás en el mismo estado que él. Quizás a los cambia-forma leones el café era como la criptonita para Superman.

—Lo beberas— le dijo el alfa y el ojiverde cogió la taza y se la llevó a los labios, hiso el intento y bebió un poco, sonrió intentando demostrar que le encantaba, pero rápidamente su cara cambió.

—Retiren la taza— ordenó el alfa, el sirviente asintió y se la llevó —Y que no vuelva a entrar de eso en casa por el amor de Dios— miró al ojiverde —¿Estás bien?— Erick levantó el pulgar.

—Creo que casi muero— dijo.

Una cosa más común, los dos odiaban el café.


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Gracias por leer, que tengan buen día, tarde o noche.
Att: Sednemh 🌻

Miénteme otra vez [Joerick]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora