Los días pasaron, Erick veía a escondidas los papeles que le habían entregado.—¿¡Por qué mierda no aparece su nombre!?— suspiró frustrado, comenzó a leer un último papel hasta que aparecieron unas palabras que le helaron la sangre —Cementerio de Seúl— tragó saliva, miró las llaves del coche que estaban en la mesa de Joel, las agarró y se dispuso a salir hacia la dirección que tenía.
Suspiró pesado, hace tiempo que no manejaba y era realmente ridiculizado que ahora que estaba manejando para un cementerio.
Se estacionó, miró de nuevo los papeles.
—¿Arista? Ese apellido— bajo del coche y comenzó a caminar, dios odiaba con toda su alma los cementerios, nunca le traían buenas sensaciones.
—¿Busca algo joven?— un señor mayor lo asustó, intentó recuperarse del susto.
—Si, a una persona con el apellido Arista—
—Bueno está en la zona K deberá retroceder— sonrió, Erick hizo una reverencia en gratitud —Una pregunta más!— el señor lo miró —¿La familia Pimentel se encuentra por aquí? digo... el panteón familiar?—
—Si, si gira a la izquierda encontrará todo los que fueron del linaje Pimemtel— sonrió —Es usted un familiar?—
—Digamos que soy conocido de la familia— el hombre asintió, Erick caminó hacia donde le había dicho el hombre, ya cuando tuviera tiempo y ganas volvería a ver el panteón de los Pimentel, ahora debía buscar algo allí, caminó buscando los nombres.
Cuando se quedó parado, encontró a un chico rubio, quizás estaba rezando, se quedó parado detrás de él esperando a que acabara. Erick se acomodó bien su ropa y empezó a ponerse nervioso.
—Sabrá que quedarse detrás de alguien en un cementerio da un poco de miedo— el chico rubio se giró.
—Perdone no era mi intención, solo quería esperar a que acabara, no quería interrumpir— se disculpó Erick.
—Entiendo— por un momento se quedaron mirándose en un silencio algo incómodo, el ojiverde miró al rubio con intriga pero no sabía porque.
—Eres amigo de... la señora Arista?— el rubio sonrió y dejó unas rosas que tenía en la mano.
—Fuimos amigos muy buenos, ella me ayudó en muchas cosas—
—¿En muchas cosas?— preguntó él omega.
—Si, era una chica que cuando se proponia algo lo hacía, le debo todo a ella, gracias a ella pude saber que amaba a la persona que hoy es mi marido, ¿Tú la conocías?— Erick negó.
—Yo... yo vine porque queria saber... queria saber una cosa— Erick tenía miedo de preguntar, el rubio sonrió —Su nombre es...?—
—Arista era su apellido— sonrió —Ella se llamaba Daisy.. Daisy arista—
—¿Sabes si ella?— suspiró —Si ella fue madre?— el rubio se sorprendió.
—¿Como sabes eso? Ella tuvo un hijo, que no pudo criar por ciertos motivos ella...—
—Ella como murió— hablo rápido Erick, estaba comenzando a temblar.
—Hubo un atentado ella me salvó y le dispararon...—
—¿Buscó a su hijo?— el rubio estaba confundido —¿Ella buscó a su hijo ¡Lo hizo!?—
—Lo hizo y hasta el último momento se acordó de él— Erick sintió que casi podía caer allí, pero aguantó, miró la tumba y después al chico —¿Por qué quieres saber todo esto?—
—Lo... lo siento, debo marcharme— Erick comenzó a caminar alejándose de allí.
Cuando vio qué el chico caminó detrás suyo, rápido comenzó a correr a toda velocidad hacia el coche y luego comenzó a conducir a toda velocidad, sentía las lágrimas caer por su mejillas, frenó de golpe.
—¡POR QUÉ!, ¡POR QUÉ LLEGUÉ TARDE!— gritó Erick furioso golpeando el volante, no podia ser...
Volvió a conducir.
Erick llegó a casa y se metió la habitación, estaba furioso y a la vez triste, no pudo conocer a su madre, ahora jamás lo haría, ellas estaba muerta.. fué hacia el tocador, se peinó su melena para luego enfadarse y golpear el cepillo contra la mesa, volvió a hacerlo hasta que tiró todo lo que estaba encima de la mesa, y gritó con toda sus fuerzas, derrepente de reojo miro la rosas que Joel le había traido del jardín, y solo quedaba una con un pétalo, cuando se giró el pétalo calló solo dejando la rama, fue hacia ella y cuando la agarró se clavó una espina, gruñó un poco, levantó su vista y allí estaba el calendario, hace tiempo que no arrancaba las hojas asi que lo hizo llegando hacia el mes. Lo observó bien y contó el dia en que estaban.
—Una semana— Erick se giró y se encontró al alfa —Una semana y podrás irte Erick—
El omega corrió hacia el alfa y lo abrazó.
—¿Estás bien?— preguntó el moreno.
—Solo déjame estar a tu lado un rato más— dijo el ojiverde.
—Te dejaré estar el tiempo que quieras Erick— lo abrazo más fuerte —Te amo—
—Lo sé— susurró y comenzó a llorar en silencio —Solo quiero estar bien Joel—
—¿Dime que quieres que haga y lo haré?— Erick lo miró.
—No lo sé.. todo se está saliendo de control, tengo miedo— Joel lo abrazó —Tengo mucho miedo..—
—Queda una semana Erick, quizás podríamos hacer algo para que no sea tan duro— el omega se apartó.
—¿Qué propones?—
—Comencemos de nuevo, nos presentaremos, luego el otro día tendremos una primera cita, el otro día te besaré por primera vez, la cuarta vez te pediré que te cases conmigo, la quita vez será nuestra boda— Erick río y negó, el alfa se acercó y le acarició —La sexta vez nuestra noche de bodas, y la última vez te irás y esto jamas habrá empezado...—
—Así de sencillo?—
—¿Quieres complicarlo más?— Erick negó —Te dejaré ir Erick—
—¿Lo harás?— preguntó —Me dejarás ir sin más?— el ojiverde necesitaba escucharlo y a la vez no quería, sentía que si lo hacía podría seguir ¿Pero si no era así?, ¿Y si él no puede seguir cuando el alfa lo deje ir?.
—Hola soy Joel Pimentel, 20 años, muchos gusto en concerté— Joel le dió un beso en la mano.
—Hola Joel Pimentel, soy Erick Pimentel, 21 años, el placer es mío— respondió él omega
—¿Pimentel?— sonrió Joel
—Pimentel— elevó los hombro Erick.
Creo que es importante mencionar que el próximo capítulo es el último...
También que habrá una segunda temporada de la historia (claro si es que están de acuerdo).Gracias por leer ✿
Att: Sednemh 🌻
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Miénteme otra vez [Joerick]
FanficEstás pidiendo que te mienta?- Estoy pidiendo que no me lastimes- Aveces una mentira es la mayor verdad que se puede decir... .-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-. Tipo: Omegaverse Pareja: Joerick Sednemh✿