Miénteme otra vez [Joerick]

12

Joel lo dejó en la cama y miró a Erick apenado realmente no queria que el omega saliera lastimado. Tocó su frente y vio que estaba ardiendo. Fué corriendo al lavabo y mojó unas pequeñas toallitas para luego volver y colocarlas en su frente cogió su teléfono y marcó rápido.

—Hola necesito un médico urgente— Joel vio de reojo a Erick —Es mi omega está sufriendo los sintomas de desobedecer mi voz tengo miedo de que pueda acabar mal... Si claro los espero— Joel colgó y agarró la mano del ojiverde —Porfavor solo resiste unos momentos—

Joel siguió pensando en Daniel Smith y pensar que se trataba del padre del omega, por un momento casi le da algo al imaginar que Erick pudiera ser la pareja de ese hombre. El lo entendía o eso creia, pero su animal no, nada más de ver como Erick le suplicó aquel alfa lo volvió histérico.

Pasaron unos minutos el médico llegó y atendió a Erick. Revisó su pulso y luego verificó si había sufrido de algún daño físico.

—¿Encuentra algo fuera de lo normal doctor?—

—Su omega no se encuentra embarazado?— Joel elevó la ceja y sonrió.

—No—

“Aún”

—Pues entonces está perfecto el problema hubiera sido si estuviera en estado, hubiera afectado al cachorro de una forma mala hasta llegar a perderlo, según me dice desobedeció dos veces ¿No?— Joel asintió —Ya veo...— el doctor le administró una intravenosa con calmantes —Estará dormido por unas horas y despertara no debe preocuparse su omega está en buen estado, es muy fuerte por lo que entiendo usted es un cambia forma león y por su voz cualquier omega de diferente cambia forma realmente si hubiera hecho lo que hizo su pareja hubiera muerto— el doctor empezó a recoger su cosas —Una vez que despierte que beba mucha agua y coma cosas ligeras— Joel asintió.

—¿Algún medicamento?— preguntó el alfa.

—No con el suero administrado ya es suficiente— Joel le dió la mano pero el doctor ya se habia dado la vuelta dejando al moreno con la mano al aire que la agarró con su otra mano y las junto.

—Buenas noches— Joel le acompañó hasta la puerta pero antes de cerrar el doctor dijo una última cosa.

—Su pareja, su animal el omega a sufrido y está herido así que puede mimarlo y consentirlo un poco ya sabes a que me refiero— Joel intentó no sonrojarse —Podría ayudar también—

—Lo tendré en cuenta doctor—

—Buenas noches— y sin más se marchó Joel cerró la puerta y se apoyó en ella.

—Le gustará ir de compras a su omega?— se preguntó Joel mientras avanzaba hacia la cama, miró a Erick y sonrió de lado subió a la cama y se acostó a su lado, observó bien el perfíl y empezó a perfilar con su dedo, su frente y bajar hasta la nariz boca y luego mentón.

Rió un poco al darse cuenta de que algo no andaba bien con él, se acercó un poco y hundió su cabeza en el cuello del omega, aspiro un poco de su olor y no supo bien de que olor se trataba.

—Puede que hasta tu olor sea un misterio— dijo el moreno tumbándose en su almohada —¿Porque desobedeciste Erick?, ¿Acaso te gusta sufrir?, Pensé que tú eras el que le encantaba ver a la gente sufrir ¿Sabes? Yo no quiero caer en eso de sufrir por tus mentiras pero en poco tiempo has conseguido algo que nadie lo a hecho— el alfa lo miro —¿Por qué tuviste que elegir la palabra te amo como una mentira hacia mi?— Joel miró el techo y suspiró, para luego cerrar su ojos.

En ese momento Erick abrió los suyos y miró de igual forma el techo, había escuchado y sentido todo lo que el alfa le había dicho y aunque quizo contestar ni él mismo sabia porque esa palabra había elegido.

Sí, decir un te amo es tan fácil pero sentirlo... Él realmente no sentía nada por el alfa, ni él ni su animal aún claro pero era solo dos palabras te amo y él no sentía aquellas dos palabras. Y no las podía sentir.

Recordó lo de esta noche con su padre y algo dentro suyo volvió a darle ganas de llorar, hace 10 años que no veia aquel hombre, aquel hombre que lo crío y humilló por ser omega, que busco las formas más crueles para demostrar que el amor y la libertad estaban lejos del alcance de Erick, y era lo que el ojiverde más anhelaba, el amor y la libertad. Pero no todo el la vida se puede tener y eso lo supo Erick, porque por más que amaba a su padre no se sentia libre.

—El amor es como una jaula Joel y estar en ella con la esperanza de ser libre es como si la jaula estuviera abierta y no quisieras escapar, aún cuando te dan la oportunidad— susurró Erick.

Erick tuvo que elegir entre el amor y la libertad.

¿Adivinen qué eligió Erick?

Pero para ello solo tenía que estar
encerrado un tiempo más, pensando que no conoceria el amor.

¿Pero es acaso tarde para salir por aquella puerta que fue abierta?

Hola, he vuelto ¿Alguien me extraño?
Es superó que estén bien, gracias por leer.