Miénteme otra vez [Joerick]

01

Bienvenido al nuevo comercio para contratar a tu Omega ideal con quién podrás pasar tu celo sin ningún lazo o compromiso. Bienvenido al año 2032 Dónde ya ningún alfa pasará sólo su celo.

Joel releyó una y otra vez aquel trozo de papel que le habían enviado, sonrió de lado y dió vuelta a la silla de su escritorio, dando así a parar al gran ventanal donde se podía ver todo Seúl.

—Ningún celo sólo— se tocó el labio —Interesante— sonrió, se paró y fué en busca de su chaqueta, salió por la puerta de su despacho, su secretaria le despidió con una reverencia.

Fué por el asensor y antes de que cerraran las puertas observó de nuevo el papel con la dirección y sonrió.

Joel era el empresario más poderoso y respetado, no solo por ser nada más y nada menos que el último cambia-forma león, podía dormir solo con su voz a cualquiera sin importar nada.

Aquel pequeño papel había llegado inesperadamente, pero en el momento justo por qué como cualquier alfa y hombre también tenía los asuntos del celo y buscar a alguien había sido por unos días difícil.

Llegó hacia su coche y lo encendió, condujo por las calles transitadas de Seúl hasta llegar a algunas que ya no lo eran, agarró el volante con fuerza cuando sintió que había llegado a su destino.

Entra

Joel se miró en el espejo del auto y suspiró, rara vez hacía caso aquel león, abrió la puerta y se encontró con elegante letrero con rosas decoradas, miró para ver si no pasaba ningún coche y pasó la calle hasta llegar allí, por un momento se inquietó quizás alguien lo reconocería y eso mancharía su reputación ya se imaginaba en los periódicos.

El empresario Joel Pimentel visto entrando a un prostíbulo.

Rió un poco y observó bien aquella puerta negra que se hacía presente ante él, agarró el plomo y sin más se decidió entrar abriéndolo.

Cuando entró se encontró con gritos de pujas, empresarios igual que él estaban allí, un gran escenario con una gran cinta mostraban a omegas tanto hombres como mujeres.

—1.280.647 wones a la una, a las dos, a las, vendido— oyó como el señor daba con un martillo contra la mesa había vendido a una omega quién intentó sonreír como si fuera la cosa más común del mundo, Joel fue hacia el bar.

—Un wisky con soda porfavor— el barman asintió y se lo sirvió.

—¿Eres nuevo aquí? No te había visto— Joel miró aquel chico y asintió.

—Solo estoy de pasada— el barman rió.

—Eso dicen todos la primera vez—

—Y también mi última no pertenezco a éste lugar— bebió de su copa.

—Mejor relájate quizás hoy te encuentres alguna Omega que te guste y...— Joel río y se giró para prestar atención a la puja que hacían.

—Hoy tenemos a un omega raro, un ejemplar único el último en su especie...— Joel prestó atención —Se que van a quererlo para pasar su celo ya que dicen que son increíbles...— la cinta comenzó a girar dando a conocer un chico de ojos verdes y un poco asustado Joel lo observó bien posando todo sus sentidos en aquel chico.

—Ese chico es tan nuevo aquí como tú— dijo el barman.

—Este es un cambia-forma de omega león— Joel escupió un poco de su wisky y dejó rápido el vaso para acercarse un poco más.

Había otro cambia-forma que él... Acaso no era el único que quedaba.?
Todos sus instintos se pusieron alerta cuando empezó a oír las pujas, eran tan elevadas las sumas.

Joel fijo su vista al ojiverde quién como si supiera que éste lo miraba lo observó con temor, el moreno sintió que podía leer desde sus ojos las palabras de auxilio.

Puja házlo, gánalo.

Su mano fue elevada involuntariamente.

—64.032.359 wones— todo el mundo se giró hacia el moreno, algunos empezaron a murmurar seguro reconociéndolo, el ojiverde lo miró, el moreno no podía apartar la vista de éste.

—¿Alguien ofrece más?—

—El doble— una voz sonó al fondo, Joel se fijó en ella y era de un chico con aspecto dominante, supuso que era un cambia-forma tigre, pero ahora mismo le daba igual.

—Lo triplicaré 6 veces todo lo que ofrezca alguien por él y también pago por todo, y también los intereses— dijo el moreno mirando al cambia-forma tigre

—¿Tiene algo más que ofrecer?— preguntó el subastador, aquel hombre hiso una seña con la mano retirándose, entonces éste sonrió y miró al moreno —A las tres, a las dos, a la una ¡Vendido al comprador!—

—Joel... Joel Pimentel— dijo el moreno, las voces y murmullos volvieron, Joel se acercó al subastador y éste le dió la mano cerrando el trato, miró de reojo y sintió la vista de aquel omega.

Bien hecho

Joel en cambio no sabía por qué había hecho caso al león, había actuado por instinto.

—Vamos a ir a firmar el contrato señor Joel Pimentel— el moreno asíntió, el señor le guío poco a poco por unos pasillos cubiertos de tela, sentía como aquel chico los seguía desde atrás con la cabeza agachada sin poder hacer ni decir nada.

Llegaron a un despacho y aquel hombre sacó unas hojas.

—El contrato es de un año, ya que permitimos que nuestros omegas pasen e celo con los alfas durante un año, le podemos dar la prueba que le hicimos al chico está sano y limpio... Como ve usted, es nuevo aquí así que usted gozará de estrenarlo, una vez que acabe el contrato  usted puede renovarlo solo si el omega desea, si el omega decide regresar con nosotros o no ya correría por su cuenta, en cambio si el omega decide quedarse con usted un año más se volverá a hacer un contrato pagando una nueva suma, ¿Lo a entendido?— el moreno miró el papel y lo observó detenidamente.

—¿Y si el omega no dura ni un mes conmigo?— el señor le sonrió.

—En ese caso le devolveríamos su dinero—

—¿Todo?— arqueó la ceja el moreno.

—Todo señor Pimentel y también por eso habría represalias para el omega— sonrió, mirando al omega y éste se encogió más en el sitio que estaba, Joel lo miró de arriba a abajo, suspiró y solo firmó.

—¿Cuando me lo podré llevar?— preguntó.

—Esta misma noche, si desea— Joel se levantó de la silla y volteó a mirar al pelinegro no podía evitar mirarlo.

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Primer capítulo.
En la historia original el omega tiene el cabello de color rosa como un distintivo, pero en mi adaptación el protagonista usará el distintivo propio, "Los ojos verdes".

Espero que les guste.