Hondarribia, Guipúzcoa, Pais Vasco, España, 1720.
Sentía el sol brillar contra la piel de su rostro, ya tenia la costumbre de estar mirando por la ventana de su habitación hacia el mar, pero ese día tenia una impresión diferente, miraba el sol de otra forma, y el agua se mostraba un poco más oscura y turbia, eso le daba un poco de nervios.
Un presentimiento, de que algo podía ocurrir, mas no comprendía si ese algo era bueno o malo, muy malo, pero sí que ese día pasaría una cosa que podía cambiar su futuro.
–¿Otra vez se encontráis soñando despierto?
Volteo a ver a quien le hablaba, su asistente, no le gustaba el termino que muchos le ponían, criado, para él, era quien le ayudaba todas las mañanas a prepararse y tener sentido en su vida, no es que no podría ser independiente, a sus 20 años, ya el debería encargarse del negocio de sus padres, el debía de ser padre pero su madre aun lo trataba como un niño pequeño y por eso Kyle estaba en ese momento en su habitación para ayudarlo a vestirse esa mañana.
–Solamente miraba por la ventana– dijo mientras soltaba un suspiro.
–Tenéis ahí más de tres horas Hiro, sabéis que a sus padres no les gusta que hagáis eso.
El hombre, tomaba del armario de madera el traje que debía utilizar el joven ese día, la madre había pedido que fuera azul oscuro, casi negro, para después acercarse con él, y proceder a vestirlo, pieza por pieza.
Hiro resignado de la situación, el prefería estar en la ventana, con su ropa de cama, observando el mar, tratando de descubrir qué era lo que quería decirle, pero sabia que debía vestirse, debía tomar el desayuno, e iniciar con sus estudios.
Todos sus amigos ya tenian una vida, un negocio, una familia, y el seguir con estudios, ya que sus padres creían que era lo mejor para el, y como buen hijo, nunca les negaba absolutamente nada, aunque algún día debía por fin rebelarse un poco y comenzar a crear su propia vida.
–¿Hiro?
El joven había vuelto a perderse en sus pensamientos, ese día en verdad se sentía bastante distraído, mucho mas de lo que el solía ser, es el alma de un escritor frustrado, pero sus padres querían que el se encargara del negocio pesquero, que era el abastecedor principal de Hondarribia, y los pueblos cercanos, pero a el le importaba mucho mas escribir, tenia una imaginación difícil de controlar.
Podía crear historias en cuestión de segundos, podía componer prosas y poemas que muchos admirarían y enamorarían a cualquier damisela, pero a él solo le importaba el crear y jugar con las palabras.
–Perdona, solo que es difícil controlarlo.
Kyle no comento nada, sabia que el joven no era feliz con las decisiones de sus padre, así que simplemente levanto la camisa blanca de la cama, para mostrársela e indicarle qué debía comenzar a vestirse.
Sin mas que decir se acerco a Hiro, para ayudarle a quitarse la ropa de cama, un largo camisón de seda blanco, él podría hacerlo solo, pero Kyle nunca lo dejaba, decía que era su trabajo y debía dejarlo hacerlo.
Eso lo llegaba a poner un poco nervioso, no iba a negar que Kyle podía ser muy atractivo, atento y poder conquistar a quien el quisiera, pero había algo en el que no lo haría caer, y no por la diferencia de estatus social, si no simplemente el podría decir que no era su tipo, no la clase de hombre con el que quisiera compartir su vida.
Si, desde muy joven el se dio cuenta que no le atraían para nada las mujeres, y que era un secreto que se llevaría a la tumba, porque si se sabia, su familia podría desheredarlo, les daría la peor de las deshonras, y seria la burla de todo el pueblo, por eso prefería callar, y vivir con sus fantasías en su mente.
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ALTA MAR [ higuel ]
Ficción históricaNi el oro en los cofres que tengo, ni la vida en los mares mas peligrosos, ni la sangre que he derramado, o el ron que bebo todas las noches, me han traído tanta satisfacción como la pasión de tu cuerpo. Navegamos y naufragamos en el trayecto, pero...