Capitulo 8.- UNA LOCA PESADILLA.

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En algún lugar del mar, a dos semanas de Hondarribia, Guipúzcoa, Pais Vasco, España, 1720.

Escucho cómo la puerta se abría lentamente, no se movió en absoluto del suelo, no valía la pena, sabia que era parte de su castigo escuchar todo lo que ocurría en el lugar, o a lo menos en ese momento, y no poder hacer absolutamente nada.

Escucho los pasos, eso indicaba que se acercaban a su celda y no solamente era parte de su imaginación, ya se convencía que esa pesadilla era demasiado larga era su realidad, o una completa tortura.

Escucho a lo que podía percibir unas llaves, y estas golpeaban contra las barra de hierro, para luego seguir con el crujir del hierro oxidado.

–Hiro.

No escucho ninguna respuesta por parte del mencionado, ni una reacción.

–Te traje algunas cosas.

Al escuchar la voz del hombre, pudo mostrar un poco de movimiento, sabia que era Kyle, y tenia ese deseo de gritarle tan fuerte, reclamarle, peor nótenla nada de fuerzas, solo pudo levantar la cabeza.

Kyle suspiro, sabia que había perdido la confianza del joven, sabia bien lo que había hecho y era una orden que tenia desde el momento en que piso aquel calabozo para luego fuera comprado pro la familia Hiro, para ser su esclavo y luego hacer esto.

Suspiro y entro a la celda para dejar el colchón en el suelo, y unas frazadas sobre este, quería dejarlo cerca de la Laredo en un lugar mas cómodo, pero se dio cuenta que el lugar era un asco, y conociendo al joven, se sorprendía que no se hubiera enfermado para este momento.

–Le preguntare si podemos aunque sea limpiar un poco este lugar, para que no enfermes.

Hiro volvió a ver a la nada, queriendo ignorarlo.

–El dijo que si enfermaba me tiraría a los tiburones, entre mas rápido mejor, no lo crees.

Kyle se molesto al escuchar eso, claramente ese imbecil como siempre estaba pensando algo que no era lo correcto, debía recordarle que Hiro era importante en ese barco, si es que todos querían seguir viviendo.

–Hiro– se quizo acercar al joven, tocarlo para calmarlo, como en esos días donde siempre terminaba llorando a causa de los malos tratos de su familia –yo...

–Déjalo así, ya hiciste mucho por un estorbo como yo.

Se levanto del suelo para sentarse, dándomela espalda su disque amigo, o persona, solo que fuera, no podía verlo sin enojarse, o entristecerse mas.

–Aparte si sigues comportándote de esa manera conmigo, tu prometida se molestara.

Volteo a ver la puerta, donde estable otro hombre, con una dulce sonrisa que podía matar a quien lo hiciera enojar, Kyle volteo a verlo, el trata un poco de pan y agua, le sorprendió ello, por dos razones, una de ellas que fuera Marco quien lo hiciera, aunque bueno podía imaginar un motivo, y dos si es que el imbecil lo había ordenado, era demasiado, ese hombre, si tirabas la comida te dejaba una semana sin nada como castigo.

–Miguel le mando esto.

Kyle salió de la celda para tomar la bandeja, donde estaba el pan y el agua, un vaso un poco mas grande y la hogaza era completa, no solo un pedazo y parecía recién horneado.

–Honey preparo pan y galletas para Haku.

–Perdón pero...

–Si lo sé, no tiene sentido.

Hiro seguía mirando como hablaban, no les prestaba atención en lo absoluto, pero al escuchar ese nombre o apodo lo hizo reaccionar un poco, acaso era la misma mujer que él conocía, eso no podía ser posible.

ALTA MAR [ higuel ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora