Capítulo 7: Secretos de Noventum.

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Agobiada por la situación anterior, Agatha se dio la vuelta y comenzó a caminar de vuelta a su cuarto.

     —Vaya, Barnabas —comentó Ulysses mientras se volteaba a seguir a Agatha—. Al parecer estabas ocupado. 

     —Chicos, esperen, ¡no es lo que parece! —gritó Barnabas, alarmado por que sus amigos malinterpretaron la situación.

     —¡Tú tranquilo! ¡Tu secreto está a salvo!

     —Espera, ¡Ulysses! —gritó Barnabas mientras salía de la habitación.

     —¡ESPERA TÚ, ANIMAL! —Le dijo Tara mientras lo jalaba hacia adentro—. Está bien que quieras disculparte por el malentendido con tu chica, pero ¡espera a que me vista!

     —¡¿Mi chica?! —preguntó Barnabas extrañado— ¿De qué estás hablando?

     —Vamos —continuó Tara—. Pusiste tu vida en riesgo dos veces por protegerla. Además, cuando se vieron en el salón del arkutrig los dos estaban muy felices de estar abrazados. Y eso que no mencioné tu preocupación al verla desmayada hoy en la mañana.

     —Las primeras dos veces fue coincidencia, Tara. Lo de ahora fue porque el arkutrig me pidió que la protegiera, ¿no lo recuerdas?

     —Bueno... tienes razón. Pero eso no significa que tú no le gustes.

     —¡¿Eh?!

     —¿Por qué ustedes los hombres son tan idiotas como para entenderlo? ¿Acaso no lees historias? A veces, suele pasar que cuando alguien se convierte en tu héroe, te llegas a enamorar de esa persona...

     —¿Quieres decir que estás enamorada de mí? —preguntó Barnabas sonrojado.

     —¡¿A-AH?! —exclamó Tara nerviosa—. ¡PRESTA ATENCIÓN, IMBÉCIL! ¡Estamos hablando de la chica!

     —Ya, ya... no era necesario el insulto...

     —En fin. Si no recuerdo mal, los profesores dijeron que las puertas de las habitaciones se cierran a las nueve, por lo que deberíamos regresar. Yo te ayudaré a solucionarlo mañana.

     —Bien, volvamos —dijo Barnabas y entraron a la habitación. Ulysses seguía haciéndole compañía a Agatha pues ella aún estaba pensando en lo que acababa de ver.

     —Agatha, reacciona —dijo Ulysses un poco nervioso—. ¡Tenemos que caminar más rápido, pronto serán las nueve!

     —P-pero él... Y luego ella... —respondió Agatha, bastante confundida.

     —¿Siquiera me escuchas? Te estoy diciendo que cerrarán las... —El sonido de una campanada del reloj lo interrumpió y enseguida todas las puertas comenzaron a cerrarse una a una, haciéndose imposibles de abrir desde afuera. —Habitaciones... —concluyó Ulysses bastante preocupado.

     Barnabas estaba cerrando la puerta y notó que Agatha y Ulysses se habían quedado fuera de sus habitaciones.

     —¡Chicos, vengan! —gritó Barnabas.

     —¡Barnabas, apresúrate a entrar! —dijo Tara desde adentro.

     —¡Esta aún no se cie...! —gritó Barnabas,pero fue interrumpido por el sonido de la puerta cerrándose y sellándose. Barnabas se preocupó. Ulysses y Agatha vieron lo sucedido y le dijeron a Barnabas que debían esconderse. Él intentó avanzar, pero debido al incidente pasado, los profesores inyectaron las paredes de los cuartos con plasme, cosa que causaba que no se pudiesen destruir ni traspasar. Cuando Barnabas se intentó mover, fue retenido por el poder de la espada, que no le permitía avanzar, pues Tara no podía traspasar la pared. Él jaló y jaló con fuerza, pero sus intentos eran inútiles.

Racers Travels: Despertar (Versión 2020)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora