¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
MORGANA SE ENTRETUVO LO SUFICIENTE charlando con Eivor quien preparaba unas hierbas curativas para utilizarla sobre heridas como cortadas de los sobrevivientes a los paladines rojos que llegaban al refugio para sentirse a salvo al igual que los encargados de cazar y recolectar alimento, por otro lado, Morgana le relataba como ayudó a varios Inefables mientras que preparaba unas palabras para que Nimue se las entregue como mensaje a Merlín. Una vez que la morena terminó con las amenazantes y breves palabras se puso de pie para ir hasta Nimue y entregarle aquel papel escrito seguida por Eivor quien de paso le entregó las hierbas a una joven serpiente que cuidaba de los pocos heridos.
Dejó que Morgana y Nimue se las discutieran la carta y así hablar con Yeva una hechicera que podría entregarle la carta a Merlín con ayuda de alguna de sus aves, al mismo tiempo se sentó junto a Nimue a medida que hacía crecer unas plantas a su costado para quitar las hojas y usarlas para un té si alguien más llegaba herido o un niño aparecía con dolor de barriga.
— ¿Estás segura que no puedes comunicarte con Merlín? —preguntó la castaña viendo con suplica a la hechicera, la misma pregunta que le hizo cuando leyó su carta a Morgana antes de que esta última la modificara.
— No.— respondió ya cansada ante la insistencia de la castaña.
El caso es que Morgana le adelantó sobre quien es Yeva asustando poco a poco a Nimue y terminar suplicando que Eivor se comunique con Merlín, pero nada convencía a la hechicera, tenía sus razones, razones muy obvias para quienes conocen a Eivor y Merlín los tiempos que eran ellos dos hasta la existencia de la Espada del Poder con la lealtad del mago a los Reyes humanos
— ¿Por qué no? Eres su hermana...—comenzó a hablar Arturo quien se puso al tanto gracias la charla de la nueva portadora de la espada.
— El que sea su hermana no significa que debo comunicarme con él.— interrumpió al moreno — Además debe estar dormido para comunicarme a través de sueños y Merlín es alguien que no suele dormir a menos que esté borracho.—bufó guardando las hojas en una pequeña bolsita de tela que cuelga de su cintura.
— Lo siento...— intentó disculparse el moreno, pero fue interrumpido una vez más por la hechicera.
— No te preocupes, Arturo. No conoces mi historia, pero Morgana puede ponerte al tanto.—Finalizó con una sonrisa pequeña viendo a los presentes y decidió animar a las chicas a ir con Yeva.— No es tan desagradable, Nimue, le das mis saludos.
Las menores del grupo se prepararon para abandonar el sitio y dirigirse por el bosque hasta Yeva para llevar la carta hasta Merlín, mientras que Arturo y Eivor fueron por distintos caminos, la hechicera dejó el refugio para ver si llegó el cuervo con algún mensaje de su castaña amiga protectora de la Espada del Poder. En cuanto escuchó el grito del ave elevó su brazo para que este aterrizara en la hechicera y escuchar el mensaje, por suerte Dahlia estaba bien, ahora solo quedaba esperar para llamar a la recién nombrada a por la espada y Nimue esté a salvo como también de acuerdo al darse cuenta una pequeña necesidad de proteger a la joven chica nombrada Bruja Sangre de Lobo.
