Reencuentro

11.1K 1.1K 142
                                    

Izuku Midoriya odiaba al destino. De todas las pistas disponibles, tenían que mandarlo a esa precisamente. Miraba a ese blondo ojirubí que parecía regañar a un compañero. Katsuki Bakugou, ese que alguna vez fue su mejor amigo.

Se conocían desde pequeños gracias a sus madres, fueron muy unidos toda su infancia, hasta que Katsuki convenció a Izuku de entrar al equipo junior de Hockey. Fue ahí cuando su amistad fue colapsando poco a poco. Katsuki era bueno y admirado por todos, eso hizo que el blondo se alejara al preferir los halagos que pasar tiempo con su amigo peliverde. Izuku patinaba muy bien pero él sabía y su entrenador también que ese deporte no era lo suyo y aunque Yagi Toshinori, el coach del equipo, insistía para que sopesara otras posibilidades, él seguía aferrado a no separarse de su mejor amigo.

Sin embargo, los temores de Yagi se volvieron realidad cuando después de una tacleada de Bakugou, Izuku terminara en la enfermería con un brazo lesionado.

El incidente lo obligó a descansar y tomar terapia con el enfermero del recinto, así que Toshinori aprovechaba cada oportunidad para hacerlo ver los entrenamientos de los patinadores artísticos. También le presentó a Aizawa Shota, el entrenador de los juniors. Izuku no tardó en convencerse en entrar a sus filas.

Cuando se recuperó la movilidad de su brazo, fingía seguir lastimado para asistir a las clases con Aizawa. Le había pedido a ambos entrenadores que no dijeran nada. Los chicos de Hockey eran demasiado rudos con los de patinaje, Bakugou incluido. Desde entonces comenzó a evitar al blondo; quien, aunque no lo admitiera por su ácido carácter, estaba preocupado por su amigo, ya que parecía no mejorar.

Cierto día, el equipo del cenizo tuvo tiempo libre y como era su costumbre lo matarían burlándose de los patinadores artísticos. Grande fue su sorpresa cuando vislumbraron a cierto peliverde deslizándose grácil por el hielo. Katsuki se sintió timado y molesto. La risa del los demás chicos no se hizo esperar, fue tan escandalosa que desconcentraron al peliverde; al dirigir su mirada hacia ellos, el miedo lo embargó, no por las burlas sino por la mirada de su blondo amigo.

—No sabíamos que tenías un amigo rarito, Bakugou...
—Ahora entiendo porque siempre llorabas en los entrenamientos... eres igual de nena que ellos —señalaba otro a los demás patinadores.
—¿Ya lo sabias Bakugou? ¿Por qué no dices nada?
—No me metan en sus idiote...
—¿Lo estás defendiendo? ¿Tal ve te gusta?
—Dejen de molestar —gritó Izuku molesto— él no sabía nada... ¡dejen de perder el tiempo y vayan a entrenar!
—¿Te atreves a gritarnos mariposita?
—¿Bakugou vas a dejar que nos hable así?
—Claro que no, déjenlo no vale la pena ni gastar tiempo...
—Bakugou lo defiendes entonces —molestaba un jugador.
—¿Quien defendería a un llorón como él? Es un Deku, un inútil que no sirve para el Hockey... Vámonos, nuestro entrenamiento no tarda en empezar.
—¡Kacchan! —las lágrimas del pecoso comenzaron a caer de su rostro— lo siento, no quise mentirte...
—No vuelvas a hablarme, quédate con tus amigos; era obvio que un Deku como tú terminaría así...

Ese día se rompió algo en ellos. Tenían 10 años y su amistad murió en ese instante. Kacchan se sintió traicionado por saber que el peliverde no le tuvo confianza e Izuku por ver a su amigo menospreciándolo. No volvieron a hablar, aunque sus madres intentaron mediar la situación. Con el paso del tiempo, sus agendas se fueron ocupando al grado de ni siquiera coincidir en los pasillos del recinto deportivo; sólo sabían del otro cuando asistían a las competencias del contrario, obviamente sin que el otro lo supiera.

Pero, en ese momento sólo maldecía al destino y trataba de mantenerse sereno, aún cuando su mirada se encontró con la rojiza. El blondo se apresuró a la barandilla, sin embargo, Toshinori paró en seco el entrenamiento para dar un anunció. Katsuki no tuvo más opción que atender a su entrenador.

—Bien chicos, durante cuatro meses estaremos compartiendo pista con el equipo de patinaje artístico.
—¡Qué! —se quejaron sus pupilos.
—No se quejen, la pista de ellos tuvo una avería, que tardarán ese tiempo en arreglar.
—Por eso, dividiremos los horarios para no intervenir sus entrenamientos —Interrumpió un pelinegro ojeroso— Mi nombre es Aizawa Shota y soy el entrenador del equipo de patinaje. Lamentamos el inconveniente. Chicos preséntense.
—Mucho gusto, mi nombre es Todoroki Shoto.
—Yo soy Yuga Aoyama —guiñó el ojo a sus interlocutores.
—Mi nombre es Denki Kaminari, espero que podamos llevarnos bien.
—Fumikage Tokoyami.
—Yo... soy... Izuku Midoriya.... —tartamudeó.
—Ahora les toca a ustedes —Indicó Toshinori.
—Hola, soy Eijiro Kirishima. También espero que nos llevemos bien.
—Yo soy Iida Tenya.
—Soy Rikido Sato.
—Yo Tetsutetsu Tetsutetsu.
— Mezo Shoji.
—Yo soy Katsuki Bakugou, el capitán, tenemos un campeonato importante en dos meses, si hacen que nuestro ritmo se pierda, los echaré a patadas... —dijo molesto mientras veía al peliverde.
—No te preocupes —respondió un chico de cabello bicolor, blanco y rojo— Nosotros no venimos a jugar, así que también esperamos que no interrumpan nuestro entrenamiento.
—¡Todoroki! —gritó asustado Izuku.
—Debemos dejar claro, así como lo hizo el capitán —pasó el brazo por los hombros del peliverde— con las reglas establecidas, todo estará bien Izuku —besó su mejilla.
—To... todo... no hagas eso.... —reclamó el peliverde.
—Bastardo mitad mitad ¿Cómo te...?
—¡Vaya, vaya! Veo que ambos equipos son muy efusivos —interrumpió Yagi, conocía a Bakugou y no tenía ganas de contener la ira de su elemento estrella— Aizawa y yo debemos hacer los horarios, mañana los esperamos por la tarde para darles las indicaciones necesarias, retírense por ahora.

Los chicos hicieron una reverencia, antes de salir del la pista. Izuku, no conocía a ninguno del equipo de Hockey, salvo por Kacchan, al menos podía agradecer dos cosas: primero, sólo tendría que lidiar con el blondo; segundo, no estaba solo, Todoroki y los demás lo apoyaban, ellos conocían la historia y no permitirían que lo dañara el blondo.

—¿Ellos son los idiotas...? —cuestionó Denki.
—Sólo el capitán, parece que los demás ya no están en el equipo. Así que no sabría decir cómo es el resto.
—Esperemos que no sean igual de cabezotas que Bakugou —continuó Denki— Aunque Eijiro parece buena persona.
—Bueno, nos vemos mañana a la una de la tarde —indicó Todoroki— tal vez podamos calentar tranquilos.

El equipo asintió y todos salieron del recinto. Izuku reclamaba los cariños frente a Bakugo pero el bicolor sólo sonreía, mientras que los demás se burlaban, todos sabían de la atracción que sentía el peliverde por el blondo. Esos cuatro meses serían algo extraños y cansados.

—Bro... creo que tienes competencia —se burlaba un pelirrojo de Bakugou.
—Cállate pelos de mierda...
—Kirishima deja en paz a Bakugou, por lo menos por hoy —pidió un chico grande de gafas y cabello azul.
—Iida, su amor secreto pasará 4 meses con nosotros y al parecer el bicolor le está ganando terreno...
—Dejen de hablar idioteces, no es nada varonil, el capitán hará algo al respecto —comentó un peliplata.
—Tetsutetsu... Bakugou ha ido a cada competición de Midoriya... le ha enviado regalos a la pista y jamás pone una nota —dijo un castaño musculoso— incluso me ha hecho hornearle pasteles y no se los da.
—Sato, tienes que superar eso... pero será mejor que nos vayamos, el capitán está a punto de explotar —ordenó un chico moreno con cubrebocas...
—Shoji tiene razón.... —secundaron.

Todos voltearon a ver a Bakugou que los miraba de una manera nada amable. Sabían que se estaba conteniendo porque tenían razón. Guardaron silencio y se retiraron del lugar. Para el equipo de Hockey, serían 4 meses muy entretenidos.

Hielo dividido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora