Izuku jamás esperó ver a Kacchan esperándolo afuera del recinto deportivo; al menos no esa noche después de perder contra él y sus compañeros; sin embargó, se encontraba ahí recargado en una de las jardineras con su típico ceño fruncido y una flor en sus manos.
—Izuku, creo que alguien vino por ti —Dijo Denki.
—Creo que sí... —respondió y caminaron hasta quedar frente al blondo.
—Nos vemos Midoriya —se despidió Denki antes de ir junto a Kirishima.
—Nos vemos mañana... —respondió y miró a Bakugou expectante.
—¿Piensas quedarte toda la noche ahí o iremos a casa? —Se quejó el blondo.
—No, por favor vamos a casa —sonrió.No pudo contenerse y se abrazó al rubio quien devolvió el gesto. Se besaron varias veces, poco les importó ser vistos por algún paparazzi deportivo o sus compañeros y entrenadores. Llevaban casi una semana sin hablarse y tocarse así que esas caricias les reconfortaban y traían paz a su mente.
Subieron al auto del rubio y se dirigieron al hogar del peliverde, era el más cercano pero, antes compraron algo para cenar; aunque la comida quedó olvidada en alguna parte de la casa de ojijade. En cuanto la puerta se cerró se dedicaron a desnudarse y tocar cada parte de su cuerpo. Las ropas parecían las pistas de un camino hacia el tesoro de un pirata, donde el inicio de la búsqueda era entrada del departamento y la X del tesoro se encontraba en la alcoba del dueño del lugar.
Ambos estaban desesperados. Ninguno de los dos perdía el momento para decir pequeñas frases entre besos y caricias: "te amo", "me tienes loco", "no volvamos a pelear" y varios "lo siento" de parte de Katsuki.
Definitivamente no era el encuentro que habían planeado en sus vacaciones: las velas, el incienso relajante, las flores en el futon que compartirían, los bocadillos y el baño previo en las termas, se habían ido al traste. Su primera vez sería en un desgarbado departamento que aún tenía ropa y maletas a medio desempacar, en una cama destendida y en una alcoba que era alumbrada por una pequeña lámpara infantil de súper héroe; aún así, para ellos era el escenario perfecto.
—Te amo Izuku... desde hace tiempo —dijo el blondo— fui un tonto por alejarte de mi vida. Perdón, no fue mi intención...
—Está bien, aún así te dimos una paliza.
—Sigue jugando con mi orgullo —se quejó el rubio— no importa, después de todo quién hará un desastre de ti soy yo...Rieron un momento hasta que se dejaron llevar por la pasión que sentían. Izuku besaba cada parte que podía del cuello de Bakugou, el otro hacía lo mismo mientras acariciaba los falos de ambos, su primer orgasmo llegó gracias a las caricias del blondo, sin embargo, de inmediato siguieron, ambos estaban deseosos de sentirse uno, así que Kacchan comenzaba a prepararlo con cuidado.
—Ah...¡ah! Du.. duele... —no pudo decir nada más el dolor le impedía responder.
—Lo siento; si quieres puedo detener....
—N... no... Kacchan no... pares —dijo con lágrimas cayendo de sus mejillas.
—Estas seguro —el peliverde asintió— bien, pronto te sentirás mejor —prometió.Se entretuvo lo suficiente con la entrada del ojijade, Katsuki no quería lastimarlo, aunque fuera inevitable. Cuando los gemidos de Deku dejaron de ser lastimeros, el blondo supo que era hora de seguir, de unirse con la persona que había esperado por tanto tiempo.
Bakugou se introdujo lentamente en Midoriya, sentía las uñas de su novio enterrándose en su espalda, además de mucha incomodidad en su entrepierna, Izuku apretaba demasiado y ambos se lastimaban mas, no se detuvieron. Una vez enlazados, al sentir que el dolor inicial se iba, ambos se dejaron llevar. No contuvieron su voz, ver a los vecinos al siguiente día sería ser bochornoso pero, no importaba. Ambos estaban felices, acariciaban sus cuerpos y aprendían el mapa corporal del contrario, el fornido y musculoso cuerpo del jugador de Hockey y, el grácil y tonificado del patinador artístico hacían un contraste perfecto, encajaban cuál piezas de un rompecabezas, uno que tardó mucho para ser sacado de su caja pero que se armó lo suficientemente rápido para llegar a donde se encontraban en ese momento. El frenético vaivén, las palabras ininteligibles debido al placer, los gemidos, gritos y caricias al cuerpo contrario era lo único en lo que podían pensar hasta que llegaron a su segundo clímax y dejaron salir sus gritos de placer sin pudor alguno.
Bakugou cayó rendido sobre el cuerpo de Izuku, intentaban recuperar el aliento, sabían que al día siguiente ninguno iría a entrenar, en especial el peliverde quien era el más afectado por el encuentro. Deku acariciaba el cabello del blondo quien reposaba la cabeza en él pecho del ojijade.
—Vive conmigo —dijo Kacchan.
—¿Qué?
—Te digo que vivas conmigo ¿eres sordo?
—No lo soy pero... no tenemos mucho tiempo de relación...
—¿Y que? Eso no nos impidió revolcarnos...
—Tan sutil como siempre... —se burló Izuku, jugando con el cabello contrario— sabes a lo que me refiero, una cosas es acostarnos y otra vivir juntos...
—Habló en serio, si de "tiempos" hablas, debimos pasar más tiempo juntos como pareja para tener relaciones sexuales ¿no crees?; Deku ya no quiero y no puedo esperar; puede que sea precipitado, pero fueron 10 años que estuvimos separados, hemos perdido mucho tiempo...
—¿Y si no funciona?
—Incluso manteniendo nuestra relación así como está, nada garantiza el éxito —meditó un momento— Si no funciona, no funciona y ya... no podemos prever qué pasará, si las personas supieran cómo será su relación, no habría divorcios...
—Tienes razón, supongo... —concedió el peliverde.
—Además no quiero terminar como All Might y Aizawa... fingiendo que somos sólo amigos, cuando todos saben que son pareja.
—¡Qué!
—A veces pecas de tonto ¿En serio piensas All Might vive prácticamente en la casa de Aizawa porque son muy buenos amigos? —se burló del peliverde— pero, ese tema lo hablamos después, en este momento sólo quiero seguir disfrutando de mi novio, aprovechemos que mañana no hay entrenamiento —sonrió el blondo.
—Sí hay Kacchan...
—Habrá para nosotros sólo si tú logras levantarte de la cama y déjame decirte que es algo que no permitiré que suceda —susurró eso último en su oído.
—Bobo... —sintió la lengua de Bakugou en su cuello— ya... estamos... en temporada...
—¿Y? Si alguien no se hubiera molestado en nuestra vacaciones... yo no estaría tan necesitado... —acarició el pene de Izuku.
—Aizawa me... castigará si falto...
—Si lo hace será porque te lo mereces...
—Eres muy... rencoroso ¿sabías... eso?No le permitió hablar más, lo besó de forma sensual, Izuku descubriría de la mejor manera que su reconciliaciones serían fenomenales. Ya después se preocuparía por su entrenador, porque debía admitirlo, él también estaba desesperado por experimentar y disfrutar ese lado suyo con Bakugou.
La mañana siguiente fue un total caos, entre las llamadas y regaños de ambos entrenadores, las risas y cuidados del blondo, y un peliverde que no podía levantarse de la cama mientras maldecía cada cinco minutos a su novio.
—¡Eres un bruto Bakugou Katsuki! —se quejaba Izuku.
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Hielo dividido.
FanfictionIzuku al llegar a su lugar de entrenamiento se entera que a la pista de patinaje se le dará mantenimiento. Por ello él y sus compañeros deberán compartir pista con los chicos del equipo de Hockey. Lo único malo es que deberá toparse con un chico...