No es fácil.

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Kacchan deseaba que algo fuera sencillo con su novio alguna maldita vez. Su metódico y obsesivo peliverde había hecho un escándalo para decidir dónde vivirían. Después de un mes de vivir en el departamento del pecoso, al final decidieron residir en la casa de Bakugou, aunque estaba 10 minutos más lejos del lugar, era más grande; así que ambos estarían cómodos, sobre todo la colección de héroes de Deku.

Entre los entrenamientos y la mudanza el tiempo se fue volando, otro mes pasó y aún no terminaban de acomodar la infinidad (aparente) de súper héroes. Seguían acostumbrándose a las manías del otro: La comida picante del rubio, los cuadernos de anotaciones del pecoso en la sala, comedor e incluso el baño, la fijación por dormirse temprano del explosivo y la costumbre de desvelarse del patinador.

También, sus amigos y compañeros se habían auto invitado a una inexistente fiesta para celebrar su segundo mes juntos; lo más importante es que se daría a conocer quién era el ganador de la apuesta que Shinso y Denki organizaron: ¿cuántos días soportará Bakugou a Midoriya? Aunque todos conocían su historia... corrección, porque todos la conocían, pensaban que el blondo no aguantaría la convivencia; no era que creyeran que el rubio no amara a Izuku sino, que Katsuki apreciaba mucho su soledad. Así luego de calmar al ojirubí, aceptaron tener a todos en su hogar, incluso irían las patinadoras y algunas jugadoras de hockey y porristas.

—Kacchan... —dijo en medio de la noche Midoriya— ¿Estas dormido?
—... —no hubo respuesta, era tarde después de todo.
—Nuestros amigos por lo visto estaban seguros que no lo lograríamos... —comentó— eso me duele un poco pero, viendo nuestros antecesores, era lo más lógico ¿no?
—Me importa un comino lo que crean, deja de pensar en esa mierda y duerme —pidió Kacchan.
—Lo.... lo siento... te desperté...
—No lo hiciste; sólo quería saber qué dirías si no respondía y mi suposición era correcta...
—¿cuál?
—Ven —lo abrazó— a ti te molestó más saber de la apuesta que a mí...
—Es que...
—Tenemos una historia complicada Deku; era obvio que alguien dudaría; incluso tú lo hiciste cuando te pedí vivir juntos...
—¡Kacchan!
—No es reclamo pero, sí incluso nosotros no estábamos seguros, mucho menos quienes creían que nos odiábamos a muerte, por más chocante que sea, nos ganamos esa fama...
—Tienes razón. Son unos idiotas si pensaron que no lo lograríamos.
— ¡Oh vaya! Fuertes declaraciones, incluso para ti —se burló el rubio.

Eran un dolor en el trasero los entrenamientos de Aizawa. No se echaba para atrás ya que probablemente se quedaría sin novio y alguien ganaría una apuesta. El era un jugador de Hockey y no podía hacer un maldito salto simple, los movimientos de los brazos o alzar a su novio 30 cm sin caer ambos. Era el segundo ensayo de la presentación para el fin de temporada pero se sentía un bebé en el hielo.

—Si vuelvo alguna vez a decir que su entrenamiento es fácil, puedes cortarme el cuello con la cuchilla de tu patín.
—¿Estás bien? Parece que vas a vomitar en cualquier momento... —dijo preocupado el peliverde.
—Sí, solo estoy mareado... ¿Cómo soportan esa máquina de giros?
—Nos acostumbramos pero, tranquilo no volverás a subir... al menos no en dos semanas.
—Mierda, Aizawa sabe que tú debes de sobresalir no yo ¿verdad?
—Te está haciendo sufrir un poco, está molesto contigo pero no sé porqué —sonrió y acarició el cabello rubio de su novio—Es hora de ir a casa, los chicos llegarán en 3 horas y debemos estar listos...
—Maldición... ¿es necesario?
—En este punto sí, quiero saber quién ganó la apuesta ¿tú no?
—Sí, quiero saber a quienes voy a sepultar y en qué orden...
—No seas así —se burló Izuku— por cierto... Kacchan....
—¿Qué sucede?
—La próximas dos semanas tienes juegos fuera de la cuidad y yo mi primera competencia en otra...
—¿Qué con eso?
—Hoy quiero divertirme por primera vez con mis amigos y mi novio... ¿puedes no pelear con los chicos?
—Sólo si ellos no me hacen enojar...
—Oh vaya... —suspiró— disfrutemos ¿sí? ¿puedes no pelear? Hazlo por mí.
—¿Por qué tanto hincapié en esto? No es que sea un energúmeno que golpeará a todos así que... ¿Debo saber algo? —escrutó al peliverde.
—Todoroki...
—¡Eh!

Hielo dividido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora