No quiero hablar

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La primera semana había pasado sin muchos contratiempos, salvo por las afrentas entre Todoroki y Bakugou. Parecía que el taciturno patinador disfrutaba de molestar al blondo; había descubierto que Izuku era el talón de Aquiles de ese explosivo jugador de Hockey, así que aprovechaba cada oportunidad para hacerlo rabiar.

Bakugou había intentado cruzar palabras con el peliverde pero, por más apoyo que tenía de su equipo, los compañeros de Izuku intervenían para que esto no fuera posible. Lo cuidaban del blondo, sabían que su amigo aún no estaba listo para afrontarlo.

Midoriya había llegado temprano a entrenar en el gimnasio. A pesar de tener los tiempos reducidos en la pista, su rutina no podía cambiar:

-Gimnasio de seis a ocho de la mañana.
-Masaje con el terapeuta de ocho a nueve.
-Desayuno de nueve a diez.
-Descanso y comida de diez a tres de la tarde.
-Entrenamiento de tres a ocho de la noche.

Una de las tantas razones de ir a ejercitarse por las mañanas era que el lugar estaba vacío, sólo se encontraban los entrenadores y pocas personas extras. Era cómodo y tranquilo. Así que jamás imaginó encontrarse con el blondo tan temprano, se hubiera ido del lugar pero era tan estricto con sus rutinas que prefería ignorar al rubio, bastante incómodo se sentía con su nuevo horario temporal.

—Buenos días Shinsou —saludó a su entrenador.
—Buen día Midoriya. Por favor, deja tus cosas en el locker y comienza con 30 minutos de caminadora —indicó— cuando acabes me llamas, estaré con el simio aquel —señaló a Bakugou— necesita una nueva rutina de pesas y siempre es insufrible cuando hay cambios...
—Oh, vaya que lo sé —susurró.
—¿Dijiste algo?
—No, nada... te veo en un rato.

El pelimorado, se despidió de ojijade. Izuku ignoró a Katsuki, gran parte del tiempo. No pretendía hablarle o saludarlo pero, no evitaba que volteara al lugar donde Shinso lidiaba con un malhumorado Katsuki. Tampoco podía no ver el formado cuerpo del blondo, era fornido y varonil. En cambio el suyo, era delgado y contorneado, estaba tonificado pero, sus músculos no se comparaban con los del ojirubí. Izuku debía mantenerse lo más ligero posible, mientras que Bakugou debía ser lo suficientemente pesado para poder taclear a su adversario.

Su sesión de ejercicios había terminado antes de lo previsto, con Katsuki ahí le era imposible concentrarse al cien por ciento. Terminaría lesionado. No esperaba que al salir de las duchas se encontraría con él, quien al parecer lo esperaba.

—Izuku... —dijo con el ceño fruncido.
—No, no te atrevas a llamarme por mi nombre... —ordenó el peliverde— perdiste ese derecho hace mucho.
—¿Como prefieres que te diga Deku?
—Tampoco, no tienes derecho a hablarme. Fuiste tajante esa ocasión...
—Teníamos 10 años... supéralo, maldición.
—Sí, hace nueve años de eso... donde preferiste seguir siendo el centro de atracción a apoyarme.
—No te hagas el mártir, yo era el molesto... ¡tú renacuajo me mentiste, fingiste seguir herido!
—¡Dime que me hubieras defendido de los demás de habértelo contado! ¡Dime que no me ibas a decir inútil o maricón! ¡Dime que no me ibas a dejar si te hubiera dicho que me había unido al equipo de patinaje artístico!
—Yo...
—Ves... no puedes... me voy...
—¿Qué relación tienes con el bastardo mitad mitad? —preguntó y lo sujetó del brazo para evitar que se fuera— ¿Por qué te abraza y besa cada que puede?
—No es de tu incumbencia... —se soltó del agarre— pero, si tanto te interesa, puedes suponer que se trata de la misma relación que tienes con alguna de las porristas de tu equipo... —mintió.
—¡Deku! —quiso asirlo de nuevo pero no pudo.
—Bakugou... —esquivó el agarre— seguiré siendo un renacuajo comparado contigo pero, ya no soy ese niño asustadizo y si pretendes insultarme...
—Maldito nerd... no pretendo eso... sólo quería...
—Kacchan... lo que quieras no me interesa, por favor, ignórame como lo has hecho estos años... yo no quiero hablar contigo...

Izuku tomó sus cosas y salió de los baños. Fuera de la vista del rubio corrió desesperado. Necesitaba esconderse, no quería que nadie lo viera llorar, el cúmulo de emociones lo embargó. Ese día decidió reportarse enfermo, no quería ver a nadie.

Todoroki y compañía se enteraron de la discusión de ambos gracias a Shinso, él entrenador era de los pocos que conocía la situación de ambos y le preocupó la manera en la que Izuku se había ido y cómo se quedó Katsuki. Así que aprovecharon la ausencia de Midoriya para encarar al rubio.

—¿Qué demonios querías con Midoriya?
—No te incumbe mitad mitad...
—Claro que sí, mientras se trate de mi compañero.
—Si no quieres comerte un disco de Hockey, deja de meterte donde no te llaman —amenazó.
—Tú eres quien se mete dónde no lo llaman, Izuku está bien sin ti. Tú fuiste claro, cortaste lazos con él, preferiste la fama de Bully a apoyarlo, así que no te metas en su vida.
—Bastardo... —lo cogió por el cuello de la camisa y Todoroki igual.
—Bro... —interrumpió Kirishima, sujetándolo del hombro.
—Todoroki... será mejor que —habló Denki, Katsuki se miraba molesto.
—Todo lo que tiene que ver con Izuku, no te importa...
—No te atrevas a llamarlo con tanta confianza...
—No, eres tú quien no debería de mencionarlo.

Los compañeros de ambos estaban nerviosos. No podían pelear, era más que obvio pero, parecía que a ellos poco les importaba. Por suerte en ese momento llegó Yagi a calmar las aguas, Tokoyami le había informado.

—Chicos de Hockey, su tiempo acabó, váyanse, tenemos juego amistoso en dos días deben descansar —ordenó— Bakugou, antes de irte ve a mi oficina.

Los jugadores salieron de la pista. Aizawa también, vio la confrontación. Tenía que dejar varios puntos en claro con Todoroki. El pelinegro estaba al tanto del cariño del bicolor para Midoriya pero, no podía estar cuidando de éste como si fuera su guardián.

—Chicos, comiencen el calentamiento, Shoto ven un momento.

Ambos se alejaron del resto. No había mucho que decir, el ex patinador no era tan sentimental como Toshinori. Sus palabras fueron concisas y tajantes:

—Otro altercado como el de hoy y te suspendo por la temporada.
—¿Qué?
—Bakugou será un idiota pero tiene razón en algo, lo que pase o no con él y Midoriya, sólo les compete a ellos. Primera y última advertencia, ve a calentar...

Izuku dormía cuando recibió un mensaje, la vibración del celular lo despertó. Revisó el contenido era una foto que Denki le mandó. Shoto y Kacchan sujetaban el cuello del contrario. En el pie de la foto decía: "creo que debes hablar con él". Suspiró cansado, debía escuchar al menos a su amigo de la infancia. Abrazos un peluche de conejo que le habían regalado en una competencia, así calmaba un poco su ansiedad... y el problema no era hablar con el blondo... si no ¿qué demonios le diría?

Hielo dividido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora