Hielo dividido.

Vacaciones

Kacchan no podía respirar. Se odiaba por ser un petulante y egocéntrico. ¿Por qué no todo podía ser tan sencillo como lo fue con sus padres? Ellos saltaron de gusto al saber que Deku y él al fin eran pareja sin embargo, la madre de su novio parecía casi asesinarlo con la mirada. Las flores que sugirió el peliverde no surtieron el efecto apaciguador necesario.

—¿Hijo estás seguro de esto? ¿Qué sucedió con Todoroki? Pensé que se comprometerían este año —fueron las preguntas que la regordeta mujer no se molestó por disimular.
—¡Mamá! —se quejó Deku— la señora Mitsuki y el señor Masaru saltaron de gusto... ¡y deja de mencionar a Shoto frente a Kacchan! ¡Sólo estuvimos juntos poco más de 10 meses! Ni siquiera pensamos en boda o algo —dijo avergonzado— siempre he querido a Kacchan.
—Cariño, tanto los papás de Bakugou y yo, estamos sorprendidos con esta... relación; y sabemos que Katsuki no es el mejor partido para ti, así que obviamente ellos están agradecidos de que te fijaras en él, eres tan buen partido —dijo presumida la mayor.
—Mamá... por favor...
—No, Izuku tu mamá tiene razón...
—Kacchan...
—Señora —interrumpió Bakugou tratando de que su temperamento no hablara por él— sé que me gané con creces toda la desconfianza que me tiene, fui un niño estúpido e idiota y que no merezco una oportunidad de parte de Izuku pero, me atrevo a pedírsela, porque yo amo a su hijo —hizo una reverencia al estilo dogeza— por favor, permítame demostrar que valgo la pena y que merezco formar parte de la vida de Izuku.

Inko no supo qué decir, era débil ante esa muestra desesperada  reivindicación. Deku guardó silencio, conmovido por la acción del rubio, esperó a que su madre dijera un simple "hazlo feliz o serás una vergüenza para tu madre". Después de unas cuantas exigencias más de parte de la señora Midoriya, ambos se fueron, habían decidido pasar unos días fuera de la ciudad, así que irían a descansar por 3 días a un onsen.

—Gracias Kacchan —tomó la mano del rubio.
—Dile gracias a tu mamá, por dejarme vivo. Quién pensaría lo difícil que puede llegar a ser, tu madre a engañado a la mía por mucho tiempo —un escalofrío recorrió la espalda del blondo— es peor que la mía.
—Al menos podemos salir sin tener que ocultarlo a nuestras familias.
—Sí, aunque al final quedé cómo el vándalo y tú el inocente corrompido... mis padres te cuidarán más que a mí —se burló.
—No es mi culpa que seas un bruto temperamental y te echarás esa fama.
—¿Bruto y temperamental?
—Niégalo, si es que puedes...
—Pues este bruto será el que te haga gemir como loco hoy en la noche —susurró burlón, aprovechando que el semáforo estaba en rojo.
—Espero que lo cumplas —besó su mejilla— Ya quiero llegar.
—Vaya que no te conoce tu madre, jamás imaginé que serías un nerd pervertido.
—Jajajá, hay cosas que es mejor que no sepa mi mamá. ¿Además no es obvio estar ansioso? Estaré con la persona que amo —reposó su cabeza en el hombro del rubio, mientras éste ponía en marcha el auto de nuevo.

El onsen que escogieron era uno pequeño pero cómodo, alejado de todo el bullicio de la ciudad, el pueblo era tranquilo, cuando llegaron comieron y pasearon por el lugar, querían respirar aire fresco y desentumecer su cuerpo, el viaje había sido de casi 3 horas. Para cuando llegaron al hotel, el peliverde llevaba demasiadas bolsas con recuerdos y Kacchan sufría de una jaqueca horrible, la veta obsesiva de su novio podía ser agotadora.

—Kacchan ¿quieres cenar?
—Deku ¿dónde demonios te cabe tanta comida? Probaste cada platillo que se nos puso enfrente —dijo echado en la cama.
—Es que todo se miraba delicioso. Entonces iré por una botella a de agua y unos analgésicos para tu dolor de cabeza, puedes ir tomando un baño.
—Tal vez, otro tipo de remedio funcionaría más para la migraña —dijo sugerente.
—N... ¡no lo creo! Toma un baño mientras vuelvo —Izuku salió de la habitación.

Bakugou estaba perplejo por cómo Midoriya huyó del cuarto ¿había tartamudeado? ¿Acaso estaba nervioso? Se preguntaba el blondo. Izuku por su parte trataba de calmarse. Había hecho chistes tan subidos de tono durante el viaje y la tarde que parecía una broma que estuviera nervioso. Kacchan tenía experiencia, con mujeres pero la tenía; en cambio él, a sus casi 20 años lo más sexual en su vida fue cuando Todoroki y el habían intentado hacerlo, sin embargo el pecoso se arrepintió...

—Quise hacerme el interesante y ahora no sé qué hacer... —se quejó en la entrada del onsen.
—Deku... podemos no hacerlo si te incomoda; después de todo no tenemos ni una semana como pareja...
—¡Kacchan! —dijo sorprendido— ¿Qué haces aquí?
—Tardaste mucho, ademas me di cuenta que estabas intentando no quedarte a solas conmigo...
—¿Tartamudeé verdad? —asintió el rubio— no es que no quiera... —abrazó al blondo— es que nunca lo he hecho...
—Oh, vaya... pues somos dos —confesó.
—¡Eso no es cierto!
—Vas a decir que las porristas dijeron eso...
—Sí —bajó la mirada avergonzado.
—Cuando fui novio de Camie tenía 16 años, ni ella ni yo nos quisimos meter en problemas, ademas duramos muy poco para llegar a experimentar a ese grado.
—Pero...
—Si vuelves a decir algo de las porristas, juro que las haré puré cuando volvamos a entrenar. Sé que tengo fama por egocéntrico y malhumorado pero, yo ¿un Don Juan? es absurdo, incluso debería serlo para ti, Nerd bobo —abrazó a Deku— Vamos, debemos tomar un baño y descansar, mañana podremos intentar hacerlo todo el día... porque no nos iremos de aquí sin que dejemos de ser castos.

Izuku sonrió y besó al pelicenizo. Sus nervios se habían ido, tal vez sería buena idea intentar remedios más naturales para el dolor de cabeza de Bakugou.

Ambos rieron, jamás se imaginaron estar en esa situación. Estaban felices, y comenzaban su relación, no tenían que ir rápido; después de todo habían estado mucho tiempo separados y podían ir con calma. Esperaban que los problemas llegaran mucho más adelante, al fin y al cabo sabían que tendrían muchos pero, por el momento disfrutarían.

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Les prometo capítulo especial de esto, solo esperen.