Capítulo 12: Proteo

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Era sábado en la tarde y Jimmy había decidido cerrar el restaurant para así poder tomarse una tarde libre junto a sus amigos. Todos habían acudido a un parque que era poco frecuentado por los habitantes de Coral Reef por lo que tenían casi todo el lugar para ellos solos. Habían llevado muchos tipos de comidas diferentes, bebestibles y música para pasar una tarde muy divertida.

—Me encantan las ciruelas —decía Kai mientras mascaba con el jugo de la fruta chorreando por sus manos—, también me encantan las manzanas —agregó tomando una de estas frutas y dándole una mascada sin terminar la anterior.

—¿En serio nunca habías probado una manzana? —le preguntó Rod confuso— ¿De dónde vienen? —agregó extrañado ante lo extraños que le resultaban sus nuevos amigos.

—De muy lejos —respondió Cordelia por su hermano. Esta se había vuelto su respuesta predeterminada para casi todo, por lo que ya nadie esperaba una respuesta concreta.

—Ustedes son rarísimos —les dijo Jimmy cogiendo una fruta—. Mi favorita es la banana.

—¡Vaya sorpresa! —se burló Amber cogiendo unas uvas a lo que los tres humanos se echaron a reír. Los sirenos los miraban sin entender, pero rieron también para no desencajar con sus nuevos amigos. No querían generar más sospechas de las que ya había.

—¿Quién es esa belleza? —preguntó Jimmy de pronto observando a un chico de piel oscura y cabello rojo que se acercaba hacia el grupo a grandes zancadas. Este vestía ropas hecha girones y estaba descalzo.

—Es mi hermano Zale —respondió Kai sin poder creer que este estuviera allí. Una vez junto a ellos este les dijo sin presentaciones, ni ningún tipo de introducción:

—Deben volver inmediatamente a casa conmigo —les ordenó Zale seriamente sin prestarle demasiada atención a los humanos que se encontraban junto a sus hermanos.

—¿Qué haces acá? —le preguntó Kai ignorando la orden de su hermano.

—Nuestro padre me ha enviado para llevarlos de vuelta —les dijo Zale comenzando a enojarse— ¿Cómo es posible que hayan hecho un trato con Glauco? Es un embustero y un mentiroso.

—Solo teníamos curiosidad por el mundo de los humanos —respondió Kai comenzando a ponerse nervioso. Sus peores miedos estaban volviéndose realidad en la forma de su hermano en la tierra de los humanos—, además solo nos pidió encontrarle una joya usando este anillo que nos entregó. Aún no lo encontramos, pero pronto lo haremos.

—Con Glauco no hay nada gratis, siempre hay una trampa —dijo Zale meneando la cabeza de un lado a otro—. Me esperaba esta clase de comportamiento de Kai, pero tuyo Cordelia ¡Se supone que eres su hermana mayor!

—No hemos pasado ningún tipo de peligro —mintió Cordelia recordando a los tipos que los atacaron en el callejón después del cumpleaños de Jimmy—, además he venido para protegerlo de cualquier peligro. Prometo que lo llevaré sano y salvo de vuelta a Nepthret.

—Padre ha ordenado que vuelvan inmediatamente —respondió Zale tomando a Cordelia fuertemente de las muñecas.

—Suelta a mi novia inmediatamente —dijo Jett de pronto entrometiéndose en la conversación—. Si ellos no quieren volver aún, nadie puede obligarlos —agregó Jett, quien siempre apoyaba a Cordelia, aunque tuviera que enfrentarse a quien fuera que se pusiera en su camino—, además vine para protegerlos. Soy uno de los mejores guerreros del reino.

—¿Crees que habrá boda luego de esta insubordinación? —le preguntó Zale acercándose amenazadoramente hasta el punto que sus narices se tocaron.

—No puedo negar que estoy disfrutando la tensión sexual homoerótica entre ustedes dos —dijo Jimmy interrumpiendo la inminente pelea—, pero creo que debemos relajarnos —añadió alejándose un paso de Zale quien lo miro con cara de pocos amigos.

—¿De qué rayos está hablando tu hermano? — preguntó Rod quien no entendía nada lo que estaba pasando— ¿Volver a su reino? ¿Quiénes son ustedes? Creo que estos secretos están dejando de ser divertidos. Sean honestos con nosotros.

—¿Quién dijo que podías hablar, humano? —le preguntó Zale dándole un empujón a Rod y derribándolo de trasero sobre el césped.

—¡Basta! ¡Basta ya! —gritó Amber de pronto poniéndose frente a Zale y dándole una fuerte bofetada que le volteó el rostro al joven que acababa de llegar.

—Atrévete a golpearme humana... —decía Zale tocándose la mejilla colorada, pero fue interrumpido por la hermosa chica humana.

—¡¿Entonces qué?! ¿crees que puedes venir y golpear a mis amigos? ¿Crees que puede llevarte a estos chicos solo por que son tus hermanos? No me interesa príncipe de que seas.

—Esto...esto no se quedará así —respondió Zale aun colorado luego de la bofetada dada por la chica. Estaba completamente avergonzado de haber sido humillado así, además la chica lo había atrapado con la guardia baja—. Volveré al océano y le contaré a nuestro padre lo que ha sucedido —agregó alejándose del grupo.

—¿De qué estaba hablando? —preguntó Rod luego de que el chico hubo desaparecido de su vista— Por favor se honesto conmigo.

—Nosotros.... —Kai no alcanzó a terminar la frase cuando algo pasó volando entre el grupo.

Todo pasó demasiado rápido; primero los gritos, luego la sangre y la conmoción. Repentinamente, Jimmy cayó al piso con una especie de daga clavada en el vientre. El rostro del chico se volvió más pálido que de costumbre mientras la sangre comenzaba a teñir su camisa rosa de rojo. Por sobre sus cabezas les llegó una voz masculina que se dirigió a ellos.

—Me estaba aburriendo todo ese pleito familiar —dijo un chico de cabello rubio casi albino quien se encontraba parado sobre el árbol con una sonrisa sardónica—, por lo que tuve que hacer algo para hacerlo todo más entretenido.

—¿Quién eres? —le preguntó Kai mirándolo horrorizado. La cara del chico le parecía familiar. La verdad es que a todos les pareció familiar, ya que era la apariencia del chico que aparecía en un cartel gigante promocionando bloqueador solar cerca de la playa.

—Mi nombre es Proteo —respondió el chico—. Esta ha sido solo una advertencia. Tienen tres días para llevar el anillo a Glauco o la próxima vez si apuntaré a un órgano vital de alguno de sus amigos —les advirtió este sonriendo de manera más burlesca. Su sonrisa se agrando tanto que le mostro hasta la última de sus muelas—. Nos veremos pronto —añadió al momento que se transformaba en un gran pelicano y se alejaba volando del parque en dirección a la playa.

The Little Merman #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora