Un papá para Sarada [+18] (Completa)

Capítulo 26

Había pasado una semana desde que habíamos tenido ese encuentro con Sasuke. Entendía que se sentía herido pero no era motivo para que se comportara de ese modo.

Era casi el final de mi turno y estaba cansada, tenía ganas de estar con mi hija y con Kakashi, tranquilos. Pero eso no iba a pasar. Sali del hospital y me encontré con Sasuke el cual aparentemente me estaba esperando. 

‐Pensé en venir a verte y hablar con calma, ¿quieres ir a comer algo?- no tenía ánimo de pelear así que pensé que esto sería rápido. Asentí y fuimos a comer.

‐Sasuke lamento todo lo que pasó, nunca quise que esto acabara así-el me miraba serio.

-Lo sé, lamento haberlas dejado. Sabes, estoy muy arrepentido y si tu me lo permites podríamos volver a formar una familia, esta vez no me iré, ¿que dices?- Sus palabras se sentían sinceras, él de verdad sonaba arrepentido.

 -Sasuke, yo se que aún estamos casados y se que tu eres el padre de Sarada pero, debes entender que me lastimaste y también a mi hija. No es tan fácil olvidar todo y fingir que todo está bien. Además está Kakashi-sensei, el siempre estuvo ahí apoyándome y cuidándonos, no puedo traicionarlo, el me ha brindado su amor incondicional y yo, también lo amo.

Sabía que mis palabras lo harían, no era mi intención. Yo solo quería platicar y dejar en claro las cosas. Yo ya no amaba a Sasuke. El dejó morir nuestro amor. 

-Si quieres ver a Sarada por mi no hay problema, tendrás que acercarte a ella poco a poco.- dije mientras trataba de comer un poco ya que ninguno había probado bocado.

-Lo entiendo, me dolió mucho que mi hija me rechazara. Pero entendí que yo tuve la culpa, yo la abandoné.

-Sakura, perdóname, de verdad lo siento- el agarro mi mano y las acercó a sus labios depositando un beso. 

-Te perdono Sasuke, no te preocupes, podemos llevarnos bien por el bien de Sarada.

-¿Te estás quedando con Kakashi?- preguntó incómodo.

 -No, ambas estamos en la casa de Tsunade-sama, le preguntaré si puedes ir a ver a Sarada.

Me había estado quedando en la casa de Tsunade-sama, ella nos acogió a mi y a Sarada. No quería que empezaran a hablar de mi o de Kakashi.

-Gracias por cuidar a nuestra hija, eres una buena madre y fuiste una excelente esposa. Me arrepiento de no haberte valorado- se levantó de su silla y se marchó dejándome ahí. El había pagado por la comida así que me la llevé, no podía desperdiciarla.

Caminé a casa de Tsunade-sama y al llegar la abracé ‐Tsunade-sama hablé con Sasuke, el estaba más tranquilo y arrepentido. Yo le creí. El quiere ver a Sarada y me preguntó si podía venir aquí a verla-Ella dudó. 

-¿Estás segura que quieres que venga?- me puso en que pensar. 

-No lo se- sentía que ver a Sasuke más seguido me iba a afectar. Iba a recordar todo lo que habíamos vivido.

-Al final será tu decisión, Sakura. Solo te digo que hables con el vago de Kakashi, ahora que estás con él, no sería justo que le ocultes cosas- ella tenía razón- Sí, hablaré con él mañana.

Sarada estaba jugando con sus juguetes, eran tantos los que su abuela le había comprado y le había preparado una habitación grande para ella. 

-Hola mi vida, ya vine, ¿qué haces?- me agaché para estar a su altura.

 -Hola mami, estoy jugando con mis nuevos juguetes- me senté a su lado y pasamos un rato jugando hasta que llegó la hora de cenar. 

Tsunade-sama había calentado la comida que yo había traído y al acabar de cenar, nos fuimos a dormir. 

No pensaba en regresar con Sasuke, no podía retroceder en mi vida. Si lo hacía iba a ser bonito por algún tiempo y luego volvería a lo mismo. No somos compatibles y eso debí haberlo entendido antes de insistir con el.

Luego de dar vueltas en la cama pude quedarme dormida.

Al día siguiente me dirigí a la casa de Kakashi para hablar con el. Toque la puerta y luego de unos minutos me abrió la puerta.

 -Hola, Sakura-chan que gusto que hayas venido, pasa, por favor- entré y lo abracé, me había hecho tanta falta.

 -Me has hecho falta. Yo venía a decirte que no tendré secretos contigo… Ayer hablé con Sasuke y … no te preocupes hablamos de Sarada. Tu sabes que tiene derecho a verla. No quiero que pienses que entre él y yo hay algo.

-Lo sé, gracias por contarmelo- estaba aliviada porque Kakashi lo había entendido. Quería estar a su lado, pero aún no era el tiempo. Tenía que irme, llegaría tarde al hospital. Me despedí con un beso y una promesa de estar juntos el fin de semana.