Capítulo uno

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Dos días pasaron y los Jones estaban apunto de salir camino a la consulta de Betty.
- Te ves muy linda, princesa.- Elogió Jughead.
- Gracias, papi. Quiero impresionar a Betty.- Sonrió.

Cuando llegaron a la consulta no pasaron más de cinco minutos y Betty llamó a Millie.
- Yo los espero aquí.- Dijo Verónica.

Jughead se movió en su silla y en sus piernas llevaba a Millie.
Cuando se acercaron y Jughead pudo ver a Betty quedó ensimismado, era la cara más bella que él hubiese visto alguna vez. Betty era una mujer hermosa ante sus ojos.

- Hola, Millie.- Saludó sonriendo.
- Hola, Betty.- Se bajó de las piernas de su padre y corrió a abrazar a Betty.
- Te ves muy bonita hoy.- Tocó la nariz de La Niña.
- Gracias.- Se sonrojó.
- Él es mi papi, te dije que siempre estaba sobre su auto.- Señaló a Jughead.
- Hola, soy Elizabeth, pero me dicen Betty.- Le estiró la mano.
- Hola, soy Jughead.- Tomó la mano de la rubia.

Al darse las manos ambos sintieron algo extraño recorrer todo su cuerpo, pero decidieron ignorarlo y seguir con las otras cosas.

- Ves, te dije que Betty era bonita, papi.- Millie sonrió.

Ambos adultos se sonrojaron y entraron a la oficina.
Betty estuvo un rato hablando con padre e hija, hasta que le pidió a Jughead que la dejara un rato sola con Millie.

- La rubia es muy bonita.- Dijo Verónica.
- Sí, lo es.- Dijo Jughead.
- Sabía que ibas a responder eso, fuiste muy obvio al mirarla.- Se rió.
- Es que es muy bonita.- Se encogió de hombros.
- Y ya deja de poner esa cara, no voy a coquetear con ella. Sabes que mis prioridades son Millie, la editorial, papá y tú.-
- Aburridoooo.- Dijo alargando la última vocal.
- ¿Y qué tal allí adentro?. ¿Te agradó?.- Preguntó.
- Es agradable y muy dulce con Millie.- Asintió con la cabeza.

Por unos treinta minutos estuvieron hablando en la consulta hasta que salió Millie.
- Papi, Betty quiere que vayas a hablar con ella.- Sonrió La Niña.
- Suerte.- Susurró Verónica.

Cuando Jughead entró se encontró a la rubia agachada recogiendo unos juguetes del suelo, seguramente los ocupó con Millie, pensó.

- Hola.- Dijo él.
- Oh, lo siento, estaba ordenando un poco.- Se levantó rápido.
- Tranquila, no pasa nada, sé lo desordenada que es Millie.-Se rió.
- ¿Te parece si comenzamos?.- Preguntó Betty.
- Sí, claro.-
- Podrías partir contándome algo sobre ti. Tu edad, tu familia, tus gustos, por ejemplo.-
- Soy Jughead Jones, tengo 25 años, mi familia es Millie, mi hermana y mis padres y me gusta mucho la literatura, ya sea escribir o leer.-
- ¿Qué es lo que más te gusta escribir y leer?.-
- Poesía.-
-Háblame un poco de ti, de cómo son las cosas con la mamá de Millie.
- ¿Ella no te dijo?.-
- ¿Decirme qué?.-
- Lo siento, creí que ella te lo había dicho, Millie no tiene mamá, solo somos nosotros dos.-
- Lo siento, es que ella habla de su mamá y de lo mucho que la extraña.-
- En realidad ella se refiere a mi mamá, ella falleció hace unos meses en el accidente que me dejó así y a Papá en el hospital en un estado de coma.-

🔜🔜🔜

-¿Jamás has pensado en ir a un terapeuta, Jughead?.-
- No lo necesito, yo estoy bien.-
- Esa es solo una coraza, tú y yo, más bien tú, sabes lo que ocurre en tu cabeza, y por lo que he notado tienes una actitud bastante pesimista, no quieres hacer nada para volver a caminar y estás a tiempo d e hacerlo.-
- No tiene sentido hacerlo.-
- ¿Millie no es una buena razón?.-
- Sí lo es, de hecho ella seguirá viniendo.-
- No es necesario, ella está muy bien, has criado a una estupenda princesita. El que no está bien eres tú.-
- Yo estoy bien.- Negó con la cabeza.
- Jughead, si me permites...- No terminó de hablar.
- No, no necesito terapia. Es suficiente, ya que sé que mi hija está bien, creo que es la última vez que nos vemos.- Se dirigió a la puerta.

Mientras Jughead abría la puerta, Betty rápidamente anotaba su número de celular en un papel.
Cuando Jughead abrió la puerta salió disparado hacia Millie y Verónica. Si hermana estaba hablando con un pelirrojo desconocido.

- Millie, Verónica, nos vamos.- Dijo cortante.
- Bueno, papi. Solo déjame despedirme de Betty.-
- He dicho que nos vamos.- La tomó y sentó en sus piernas.
- Bueno, veo que Betty ya terminó. Adiós chicas.- Se despidió el pelirrojo.
- Adiós, Archie.- sonrieron ambas.

Mientras Jughead se dirigía al elevador Betty se acercó a Verónica, dejando a Archie parado.

- Ten, es mi número, cualquier cosa que necesiten, sobretodo Millie, me llamas.- Sonrió la rubia.
- Okay. Solo déjame adivinar que sucedió con el idiota, necesita terapia y se niega.- Miró a la rubia.
- Te agradecería si lo convences.-
-¡Verónica, muévete que el chófer nos espera!.- Habló Jughead.
- Lo haré. Y te pido disculpas por él.-Le sonrió a Betty.
- ¡No me grites, ya voy!.- Lo miró molesta.
- ¡Adiós, Betty. Nos vemos!.- Gritó La Niña cuando el elevador se cerró.

- ¿Paciente difícil?.- Preguntó el pelirrojo.
- Algo así.- Sonrió Betty.
- ¿La chica era su novia?, porque creo que coqueteé con ella.-
- Es su hermana. ¡Y ya déjate de ir coqueteando por ahí con la gente!.-

Al llegar a su hogar, Jughead se fue directamente a su oficina, Millie se fue a comer algo con la cocinera, y Verónica se fue tras su hermano.

- ¿Me puedes explicar qué sucedió?. Usualmente eres un tarado, pero hoy fue extraño.-
- No es de tu incumbencia.- Bufó.
- Claro que lo es, eres mi hermano.-
- No debí hacerte caso. Me dijo que Millie estaba bien y que quién necesitaba terapia era yo.- Frunció el ceño.
- Es una estupidez, yo estoy bien.-
- ¿Sí?.- Preguntó ella.
- Sí.- Afirmó él.
- Okay. Entonces hablemos de la muerte de mamá, o del estado de papá, no mejor de la editorial, o quizás del estrés, o de tu accidente; ya sé, hablemos de que no te esfuerzas por volver a caminar. Aunque sería mucho mejor hablar de que has criado a Millie solo durante cuatro años.-
- Verónica estoy bien.-
- Háblame sobre mamá.- Pidió ella.
- No quiero.-
- Okay, entonces háblame de papá.-
- No lo haré.- Dijo alzando la voz.
- ¡No quieres hablar porque sabes que no estás bien!.- Le gritó.
- ¡No quiero hablar de las cosas porque sé que me quebraré y debo ser fuerte por Millie y por ti!.- Le gritó al borde de las lágrimas.
- Jughead, no estás bien. No debes ser fuerte por nosotras, debes ser fuerte por ti mismo.- Lo abrazó.
- Cargas con mucha responsabilidad en tus hombros, hermano.-
- ¿Enserio crees que necesito terapia psicológica?.-
- Sí, y también deberías disculparte con Betty.- Dejó de abrazarlo y asintió con la cabeza.
- Lo sé. ¿Podrías conseguirme una cita con ella?.- Dijo lo último y Verónica lo miró con una ceja alzada.
- No me refiero a ese tipo de citas, me refiero a una médica, no a una romántica.- Rodó los ojos.
- Claro, llamaré ahora y luego me iré a mi apartamento.- Sonrió.
- Gracias, eres la mejor.-
- Lo sé, agradécele a la vida por darte una hermana tan fabulosa como yo.- Se rió.
- No te pases de engreída, eh.-

Chat Verónica/ Betty.

- Hola, Betty. Soy Verónica, la tía de Millie y hermana del mal educado.-

- Hola, Verónica. ¿Todo bien?.-
- Sí, excelente, de hecho. Conseguí que mi hermano acepte la terapia. ¿Cuando es lo antes posible que crees poder verlo?.
- Eso es bueno, podría ser mañana a primera hora. ¿A las 8:30 AM está bien?.-

- Excelente, gracias y nos vemos, Betty.-

- Nos vemos, Verónica.-

-Listo, ya te conseguí la cita, mañana a las 8:30 AM tienes que estar allá. Te quiero duchado, perfumado y bien vestido.- Dijo mientras entraba a la oficina.
- Claro.- Asintió
- Le pedirás disculpas a la chica, porque ha sido muy gentil contigo, conmigo y más importante, con Millie. ¿me entendiste?.-
- Sí.-

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