Capítulo quince

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Dos meses después...

- Pensé que nos juntaríamos afuera de la escuela de Millie.- Dijo Betty al ver a Jughead afuera de su oficina.
- Se suponía, pero pensé que si venía podríamos hablar y dejarías de estar enojada conmigo.-
- Te escucho...- Dijo mientras salían del edificio.
- Si te soy sincero no creo que deba disculparme por algo.-
- Ok, entonces tu venida hasta aquí fue por nada. Nos vemos en la escuela de Millie.- Caminó hasta la esquina de la calle para subirse a un taxi.
- Soy idiota...- Susurró para subirse a su carro.

Quince minutos después se estacionó fuera de la escuela, lo primero que vio fue a Betty parada en la salida esperando a cuando saliera Millie.
-Quiero que sepas que ahora yo estoy molesto.- Dijo susurrando al oído de Betty.
- Bien, pero yo no hice nada, solo evité una pelea. Jughead, no quiero discutir, no aquí, no ahora.-
- Pero tenemos que hablar.-
- ¡Papi!, ¡Betty!.- Gritó la niña mientras corría hacia los adultos.
- Hola.- Betty la abrazó.
- ¿Qué tal estuvo tu día?.- Preguntó Jughead.
- Muy bien.- Asintió con la cabeza.
-¿Señor Jones, podemos hablar?.- La maestra de Millie se acercó a ellos.
- Hola, sí claro.-
- Espérenme en el auto por favor.- Le extendió las llaves a Betty.

- ¿Sucede algo?.- Preguntó Jughead.
- Solo quiero decirle un par de cosas.-
- ¿Millie golpeó a alguien otra vez?.-
- No, eso no ha vuelto a suceder, solo ocurrió esa vez hace ocho meses.-
- ¿Entonces?.-
-¿Esa chica rubia es la madre de Millie?.-
- No, Betty es mi novia. ¿Por qué?.-
- La niña le ha dicho a toda la clase que Betty es su madre.-
- Oh no.-
-Betty y yo solo estamos juntos hace un par de meses.-
-Entonces debería hablar con ella.-
- Creo que sería lo mejor.-
- Muchas gracias...-
-De todas formas, la próxima semana tenemos una actividad con los padres, si Millie quiere tanto a su novia sería bueno que ella viniera.-


Cuando llegaron a casa de Jughead, Millie venía durmiendo, se había dormido hace veinte minutos. Hoy tendrían una pijamada los tres y Millie quería estar despierta hasta más tarde.

- ¿Crees que ahora podamos hablar?.- Preguntó Jughead.
- Vamos afuera.-

-Lo siento por tomar un taxi y dejarte ahí parado, pero enserio no quería pelear.- Dijo mientras se sentaba.
- Yo sigo pensando que no debería disculparme, no hice nada.-
- Jughead, te pusiste celoso de mi asistente.- Lo miró mal.
- Estaba coqueteando contigo descaradamente.- Se defendió.
- ¿Y?.-
- Ok, entonces estaba bien. ¿Te parecería bien si mi asistente me estuviera coqueteando de esa forma?.-
- Me daría igual.-
- Que bien saber que no importo tanto.-
- Ese es el problema y no lo ves.-
-¿Qué es lo que no estoy viendo?.-
- No es que no me importes, no me pondría celosa y no me importaría que alguien te coquetee porque confío en ti, sé que no me engañarías. El problema principal de todo esto es la desconfianza.-
- Yo sí confío en ti.-
-¿Entonces por qué te pusiste celoso?.-
-¡Porque el estaba coqueteando contigo!.- Alzó un poco la voz.
-Jughead, los celos y la desconfianza van de la mano. Sin confianza no tenemos nada.
-¿Qué insinúas?.- Preguntó él.
- Jughead, ya pasé esto con mi ex novio, no quiero volver a estas escenas, a los gritos, a la desconfianza, quiero tener algo sano. Quizás no deberíamos estar juntos como pareja y mantenernos solos como amigos.- Se quitó una lagrima de los ojos.
-¿Enserio me estás diciendo lo que estoy escuchando?.- Preguntó y ella asintió.
- Bien.- Se levantó de la silla.
-¿Te quedarás para la pijamada con Millie?. ¿O eso también es algo que quieres terminar?.- Preguntó molesto.
- Se lo prometí, no rompo promesas, no a ella.-
-Pero si relaciones...- Susurró él.
- Deja los comentarios de lado, solo por unas horas, por favor...- Pidió ella.
-Bien.-
-Iré a ponerme pijama.- Entró a la casa.

-¿Qué sucedió, mi niño?.- Preguntó María después de que Jughead se le pegara al pecho y comenzara a llorar.
- Betty acaba de terminar conmigo.- Susurró.
-¿¡Por qué!?.- preguntó evidentemente asombrada.
- Por una tontería.-
- ¿Jughead, qué hiciste?.- Lo despegó de su pecho.
- Nada, solo me puse celoso de su asistente.- Le quitó importancia.
-Y Betty dijo que era porque no confiaba en ella. También dijo que sin confianza no teníamos nada.-
- ¡Dios, sí confío en ella!. Soy inseguro de mi mismo, no de ella.- Se volvió a pegar a su pecho.
- Realmente estoy del lado de Betty, actuaste mal.-
-Lo sé. ¿Qué crees que deba hacer?.-
- Pedirle disculpas y explicarle tu situación.-

Luego de hablar con María, Jughead fue a su habitación a ponerse pijama y luego fue a la habitación de Millie. Allí se encontró a ambas chicas, Millie seguía durmiendo, mientras que Betty estaba acostada junto a ella, acariciaba la cara de la niña y la abrazaba mientras lloraba.

- Betty...- Habló Jughead acercándose a ella.
-¿Sí?.- Lo miró quitándose rápidamente las lagrimas.
- No llores.- Limpió un par de lagrimas de la cara de ella.
- ¿Qué sucede?.- Preguntó la pequeña que comenzaba a despertar.

Durante una horas hicieron como si todo fuera normal, no existían peleas, solo estaban disfrutando los tres.
Jughead observaba como su hija y Betty cantaban y bailaban y no podía evitar reírse a carcajadas.
Una vez que Millie se durmió las cosas volvieron a la normalidad.

-¿Estás despierta?.- Susurró Jughead.
- Sí.- Respondió.
-¿Podemos hablar?.-
- No creo que sea un buen momento.-
- Por favor, Betty.-
- No podemos dejar a Millie sola.-
-Yo me quedo con ella.- Dijo María.
- Mamá decía que no debíamos escuchar conversaciones ajenas.- Dijo Jug.
- Fue casualidad, yo iba a la cocina.-
- Bien, haré como que te creo.-
- Ve con Jughead, linda. Yo me quedaré con la pequeña hasta que ustedes terminen de conversar.- Le sonrió.
- Gracias.- Le sonrió.
- Vamos.- Jughead le estiró la mano y ella la tomó.

-¿Necesariamente tenemos que hablar en tu habitación?.- Preguntó ella.
-Es mi zona segura y estamos lejos de María y Millie.- Cerró la puerta de su habitación.
- Bien.- Se sentó en la cama.
- Lo siento, tenías razón.- Se sentó junto a ella.
- No desconfío de ti, desconfío de mi. Tu sabes que tengo problemas de seguridad, soy inseguro conmigo mismo, sé que esa no es una excusa.-
- Jughead...-
- Aún no termino. Mientras saltábamos allá abajo estuve todo el tiempo pensando en que decir.- Se rió.
- Prometo que no haré escenas de celos, yo también las odio, solo actué cómo idiota. Enserio lo prometo, no quiero que termines conmigo porque...

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