Please stay with me

Capítulo cinco

- ¿Estás seguro que te sientes bien?.-
- Sí... eso creo... no lo sé... creo que no.- Se rascó la nuca.
- Todo estará bien, las cosas saldrán bien.- Tomó la mano de él y la apretó.

Jughead miró se reojo sus manos entrelazadas y sonrió levemente.

- Eso espero.-
- Jughead Jones, es tu turno.- Habló una voz.
- ¿Recuerdas el número de emergencias?.-
- 911.- Afirmó la rubia.
- Bien, porque si algo sale mal tendrás que llamar a una ambulancia.-
- No seas fatalista, todo saldrá bien.- Se puso tras él y comenzó a empujar la silla de ruedas mientras caminaba.

- Hola, mucho tiempo sin verte Jughead. Veo que al fin te dignaste a volver.- Alzó una ceja.
- Hola, doctor.-
- Soy Nick. ¿Cuál es tu nombre?.- Le preguntó a Betty.
- Elizabeth Cooper, una amiga de Jughead.- Sonrió.
- Es muy bueno que vengas con él, la ayuda de alguien cercano es muy necesaria para este tipo de terapia.-

🔜🔜🔜

- Estoy muy cansado.- Dijo Jughead.
- Las cosas se veían complicadas.-
- No tanto, pero mi tren inferior ya no está acostumbrado a moverse.- Se encogió de hombros.
- Aunque estuviste fantástico.- Le sonrió.
- Gracias, hice lo mejor que pude.- Se sonrojó.
- ¿Me aceptarías si hoy yo te invito un café?.- Preguntó la rubia.
- Seria un estúpido si no lo hiciera.-
- Concordamos en algo.- Se rió.

Estaban en un cafetería muy cerca, se habían acomodado en una mesa esperando que le llevaran sus pedidos.

- Lastima, que nos conseguimos una cita con el doctor hoy viernes. Si hubiese sido el lunes que pasó podrías haber tenido más sesiones en la semana.- Dijo ella haciendo un puchero.
- Yo creo que está bien, probablemente mañana estaré destruido y me dolerá todo el cuerpo. Tener el fin de semana para descansar está bien.- Se rió.
- ¿Que harás este fin de semana?.- Preguntó Betty.
- Nada, lo mismo de todos los fines de semana, pedir comida a casa, hacer las tareas con Millie  mientras nos quedamos acostados en la cama.- Se rió.
- ¿Y tú?.-
- Me quedaré en casa, pasaré todo el fin de semana acostada, comiendo cualquier cosa y viendo películas con Harry.- Se rió.

¿Harry?. ¿Quién es Harry?. ¿Betty tenía novio?.

- Suena genial.- Dijo con la mejor cara que pudo inventar.

Durante el resto del día, y gran parte del siguiente, no pudo evitar dejar de pensar en la rubia. ¿Realmente Betty estaba en una relación?.
Fue intranquilidad era tanta, que llegó a buscar en redes sociales el perfil de la rubia, pero cómo era de esperarse, su perfil era privado y no podía ver nada.

A la hora de la cena apareció Verónica, y junto a ella venía Archie.

- Hola, chicos.- Dijo Verónica entrando a la cocina.
- Hola, Mills. Hola, Jug.- Saludó Archie.
- Hola.- Millie se acercó a ambos para saludar.
- Hola.- Sonrió Jughead.

Al parecer lo de Verónica y Archie iba más serio de lo que pensaba y eso le agradaba a Jughead. Archie le simpatizaba.

- ¿Y Betty?.- Preguntó Millie separándose de Archie.
- Se quedó en casa, viendo películas y comiendo acostada.- Archie se rió.
- ¿Papi, podemos ir a verla?.- Millie sonrió.
- No creo, no sé cómo llegar.-
- Yo les doy la dirección.-
- Por favor, papi.- Pidió la pequeña.
- Pero debe estar ocupada.-
- Sí, llorando mientras ve películas y Harry ronca dormido.- Se rió.
- Deberían ir, Betty extrañaba a Millie.- Habló Verónica.
- ¿Y nuestra cena?.- Preguntó él mientras tomaba a Millie en sus brazos.
- Nosotros trajimos 3 Pizzas grandes. Llévense dos y comen con B. - Dijo Obvia.
- Sí, papi. Vamos a comer con Betty.- Sonrió.
- Bien.- Dijo no muy convencido.

🔜🔜🔜

- Aquí es, señor.- Dijo Travis, el chófer.
- Muchas gracias, Travis. Yo te aviso a qué hora debes venir por nosotros.- Le sonrió.
- Nos vemos.- Dijo bajándose del auto.
- Adiós, Travis.- Millie agitó su manita.
- Adiós, Millie.-

Cuando estuvieron fuera de la casa, Millie golpeó la puerta, y dos minutos después apareció Betty. La rubia tenía los ojos un poco rojos y estaba enrollada en una manta.

- ¿Millie, Jughead?.- Dijo riéndose.
- Hola, Betty. Archie nos dijo que estabas solita así que yo le pedí a papi que viniéramos a cenar contigo. ¿Tú quieres comer pizza con nosotros?.- Preguntó.
- Hola, Betty.- Saludó Jughead.
- Sí, claro. Pasen, por favor.- Betty se rió.

Los tres se dirigieron a la cocina para dejar la comida. Jughead observaba detenidamente la casa y no habían indicios de otra persona en la casa.

- Lo siento, no quiero incomodarlos, pero Millie insistió mucho.-
- No me incomodan, de hecho...- Betty no terminó de hablar porque Millie gritó.
- ¡Un perrito!.- Comenzó a saltar y correr de alegría.

Ante los ojos del cachorro, el actuar de La Niña era un sinónimo de juego, así que corrió hasta ella, la empujó al suelo y luego comenzó a darle lametazos por la cara.

- ¡Harry, no!.- Gritó Betty al mismo tiempo que Millie se reía fuertemente.
- Lo siento, aún es un cachorro muy pequeño y no sabe controlarse.- Dijo ella separando al pero de Millie.
- ¿Él es Harry?.- Preguntó Jughead riéndose.
- Síp.- Dijo mientras acariciaba y calmaba al perro.
- Es muy pequeñito.- Dijo Millie.
- Sí, es cómo un bebé, sólo tiene 10 meses. Vive con nosotros hace dos meses.-
-Archie dijo que tú estarías viendo películas y llorando. Mientras Harry estaba junto a ti durmiendo y roncando.- Se rió Jughead.
- Ronca demasiado.- Se rió.
- ¿Puedo acariciarlo?.-
- Claro princesa.- Betty se agachó junto a Millie.
- Le gusta que le rasquen el estómago.- Dijo Betty.
- Es lindo.- Dijo Jughead.
- Oh, vamos. Admítelo, es guapo. Por eso se llama Harry, por Harry Styles.- Jughead se carcajeó muy fuerte.
- ¿Quién es Harry Styles?.-
- ¿Es no es uno de los que estaban en esa banda de chicos británicos?.-
- Jughead, me parece una falta de respeto que le estés haciendo esto a tu hija.- Dijo exagerando.
- Ven, Mills. Te muestro.- Dijo sacando su celular.
- Él es Harry Styles, es un cantante, actor, modelo y muchas cosas más. Era miembro de una banda llamada One direction.- Dijo mientras le mostraba una foto.
- Es lindo.- Sonrió mostrando sus dientecitos.
- No.- Dijo Jughead tomando  a Millie.
- Los chicos no son lindos.-
- Harry sí.- Dijo riéndose.
- ¿Quieres que escuchemos a One direction?.- Preguntó Betty.
- Sípi, pero tengo hambre.- Se llevó las manos al estómago.