1994, Diciembre 20. Londres, Inglaterra.
Batalla de Bandas Infantiles edición IV.Harry Styles, diez años.
Louis Tomlinson, doce años.Harry Styles se sentía como una superestrella mundial. Las luces de los focos lo apuntaban a él y a su rostro pulcro con algunos lunares dispersos por ahí. La gente a su alrededor corría de aquí para allá a los gritos, y sentía las cerdas de una brocha negra que una joven muchacha pasaba por su cara con delicadeza.
Todo era desastrosamente hermoso, así que Harry se permitiría disfrutarlo. Sin embargo, su madre y hermana lo traían de vuelta a la realidad: era un niño de diez años que logró entrar a la batalla de bandas porque el padre de un integrante de su grupo era organizador del evento.
-Mama, yo puedo arreglarme el pelo solo, déjame. -Dijo, y lamentó que la chica que arreglaba su rostro tuviera que retirarse. Ella seguro le daría una opinión profesional. Harry corrió la mano de Anne de su cabeza, mirando su reflejo y pasando sus propias manos por sus bucles.
-Cariño, tu peinado de lengüetazo de vaca no lo podría arreglar ni el mejor peluquero. -Dijo Gemma apoyada contra la pared seguida del gran espejo. Ella limaba sus uñas distraída, pero a su vez atenta a cualquier movimiento o palabra errónea de Harry para burlarse un poco.
El niño tiró de los lisos cabellos de su hermana y esta se lo iba a devolver, hasta que la madre de ambos los separó.
-Gemma, no molestes a tu hermano. Es su primera presentación y está nervioso. -Comentó acariciando los hombros de su hijo y mirándolo a través del reflejo del espejo. -Tú relájate, Harry. Tus amigos están jugando afuera, deberías ir con ellos a despejarte.
El niño negó con énfasis, haciendo un puchero con sus labios.
-No quiero. Se me saldrá el rubor y no me quiero despeinar. No iré.
Anne suspiró sonoramente, a pesar de que no se escuchó con los ruidos de fondo. Contó hasta diez mirando al techo del salón, y volvió la vista hacia su hijo que claramente estaba enojado.
-Tómalo cómo una orden, Harry Edward, no una pregunta. Vete a jugar y no se discute más.
Harry bufó. Él quería ir hasta donde unas chicas se probaban ropa de un gran perchero, y quizás encontrar algo que realzara su atuendo. No le apetecía ni un poco jugar al fútbol. Además, hace unas horas su hermana le había puesto corrector en un granito con el que amaneció y si corría mucho sudaría, haciendo que se vea el pequeño punto rojo que le arruinaba su cutis perfecta. Y para completar la queja, al ser veinte de diciembre aún la temperatura era bastante fría e inclusive la noche anterior había nevado un poco, así que nada era muy alentador para participar en el partido.
Pero tampoco desobedecería a su mamá, ella había hecho un gran esfuerzo para viajar hasta Londres llevando a todos sus amigos y Gemma. También, porque le daba miedo hacerla enojar.
En contra de su voluntad, salió a un pequeño patio detrás del camarín compartido, donde vio a sus amigos jugando un partido de fútbol con los integrantes de una banda contraria. Él se sentó en la única grada alrededor de la cancha -que, gracias a dios, estaba en el sol-, cerca de dos niñas que se pintaban las uñas. Ellas tenían un esmalte color esmeralda con brillos, y Harry miraba sus uñas y a las de las niñas constantemente. Pasaban el cepillo con tranquilidad, manteniendo un pulso constante y corrigiendo los excedentes que quedaban en sus dedos. También, hablaban sobre distintos brillos y pegatinas que le podrían poner una vez que el color se secara por completo
Harry se desubicó en tiempo y espacio admirando la delicadeza del arreglo de la manicura de las niñas, deseando que él fuese tratado con la misma perfección y delicadeza. A veces, lo hacían sentir muy tonto al pedir algún tipo de detalle que quería llevar en su cuerpo.
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two too young ghosts [Larry]
FanficHISTORIA ANTES LLAMADA KINGFISHER SCHOOL cambio realizado el 17/05/21 Completa. Harry y Louis habían sido la pareja más feliz del mundo entero hace quince años. Jóvenes y energéticos, vivían una vida compartida donde nada podía sacarlos de su burb...