XIV

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A eso de las ocho de la noche Louis estacionó su camioneta delante del autobús escolar en la puerta del colegio. Para ese entonces todos los padres del grado se encontraban bien abrigados y con camperas calientes para recibir a sus hijos.

Desde la vuelta de Londres, el clima se había puesto infernal de frío, y por mas que la maestra les asegurara que el autobús era calefaccionado nada podría protegerlos cuando salieran del vehículo. Las maestras dijeron que absolutamente todos los niños llegaron dormidos debido a todo el movimiento que tuvieron durante el día, y por lista la mujer iba llamando a los padres de cada niño para que subieran a buscar el propio.

A la vuelta Harry volvió a dormirse, y Louis tampoco ha tenido problema esta vez. Han estado cruzando miradas cómplices todo el día desde que vieron una parte de sus vidas desmoronarse y otras cambiar, llevaban a cuestas una gran carga emocional luego de eso. En fin, Louis debía conducir a la vuelta, y si por lo menos uno de ellos -Harry- tenía la oportunidad de descansar y así poder por fin ignorar el cúmulo de sentimientos que tenían pues entonces lo dejaría descansar todos los kilómetros que quisiera.

Se debatía entre decirle a Harry que despertara para retirar a sus hijos, pero no se veía capaz de hacerlo al ver que aún existía la marca de unas profundas ojeras bajo sus ojos.

Avisó a las maestras que él sería quien retiraría a los hijos de Harry, porque volverían en el mismo auto y su padre estaba dormido, y sin muchas vueltas ellas le dejaron llevar a los dos niños bajo su tutela.

Previendo que esto podía pasar, había encendido la calefacción unos cuantos kilómetros antes, y a penas estacionó en Holmes Chapel sacó una manta de polar que siempre llevaba por las dudas cuando andaba con Matthew. Uno a uno bajó a los niños, abrigándolos con ropa de más que habían traído y la manta. También puso su propio abrigo sobre Harry la ver que este tuvo un ligero temblor por el frío.

Se despidió de todos los padres que lo saludaban y agradecían que cuidara de sus hijos, de las maestras y agradeció a los chóferes dándoles una buena propina y emprendió camino hacia la casa de los Styles.

Su idea era manejar despacio para no despertar a ninguna de las cuatro personas que dormían a su alrededor, pero no tuvo otra opción que acelerar la marcha cuando vio una gran tormenta avecinarse rápidamente.

Una cuadra antes de la casa de Harry, comenzó a llover y a caer granizo con mucha fuerza desde el cielo, así que avanzó rápido hasta el garaje abierto de Harry.

Respiró tranquilo una vez que su sagrada camioneta estaba protegida de la tormenta, y recién cuando cerró los ojos y apoyó su cabeza en el respaldo cerrando los ojos fue que Harry despertó.

Al abrir sus ojos, Harry recibió tres estímulos de improviso que casi hicieron que su alma salga de su cuerpo. Primero, una nube del aroma fuerte y varonil que desprendía el abrigo de Louis -que cubría su propio torso-, lleno sus pulmones hasta lo más profundo. Inspiró y exhaló el olor del ojiazul concentrándose solamente en él, porqué si hacía la vista gorda entonces también sentiría el olor a transpiración de los niños en los asientos de atrás. Segundo, sintió el ruido del agua caer con fuerza y mucha violencia contra la calle y sobre el techo de su garaje. Por el espejo del retrovisor podía ver el río de agua corriendo entre ambos cordones de la calle, por poco subiéndose a la vereda. El último estimulo que recibió le generó una descarga eléctrica desde la punta de sus pies hasta el más largo de sus cabellos. Al girar un poco a la izquierda su vista se topó con Louis. Louis apoyado por completo en el asiento de cuero, con la llave del auto aún en su mano y la cabeza inclinada para el lado de Harry. Aún siendo de noche, pudo ver con más claridad y detalle las pequeñas arrugas que ahora poseía Louis al costado de sus ojos. Antes, recuerda Harry, que le gustaba hacer reír a Louis con chistes malos para que se le marcaran esas arruguitas, pero actualmente Tomlinson no necesitaba reír para que se le marcaran.

two too young ghosts [Larry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora