capitulo 23

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Actos estúpidos

Bairon


Me encuentro acostado en un sofá con los brazos tras la nuca. Una manta cubre de mi cintura hacia abajo. Saddy fue muy gentil en hospedarme, claro esta que le saco beneficio a la situación, ella me deja dormir y yo la llevo donde su querida hermana.

Una figura fugaz se hizo presente en mi campo de visión. Entre cerré los ojos como si esto me hiciera divisar mejor lo que quiero ver.

Es Saddy, traía consigo un gran suéter rosa que finalizaba hasta sus muslos. Traía una coleta como peinado, le senta muy bien sus mechas azules, hacia parecer como si esta portara una cascada tras de sí.

—¿Te apetece desayunar antes de macharnos? —Volteo a verme para asegurarse de mi respuesta.

No respondí a su pregunta, solo me incorporé rápidamente hasta llegar a la cocina. Saddy me observa avergonzada con los ojos bien abiertos. Olvide que no traía nada que me cubra, solo mi pantalón deportivo.

Por unos segundos me puse en la piel de Saddy y podía decir a ciencia cierta que este es un momento incomodo para ella, bastante diría yo.

—Creo que debería lavarme los dientes —Me gire mientras sentía su penetrante mirada clavarse en mi espalda.

—Por cierto —Alce mi dedo índice —¿Dónde queda el baño?

—Al fondo del pasillo a mano derecha, hay cepillos nuevos en el estante del baño.

Asentí. Lave mis dientes para ir a desayunar, tomar una ducha y luego dirigirnos a Blubert.

Entre a la cocina y me senté en uno de los asientos que rodean la isla. A decir verdad, siempre me a gustado este tipo de mueblería.

—Lindo comedor —Alague mientras le eche un vistazo al plato que se encuentra frente a mí, homelet con tocino —Se ve delicioso.

—Corrección, sabe delicioso.

—Tendré que comprobarlo. —Mordisquee mi homelet mientras esta se dirige al frigorífico y sacar un zumo de naranja para extendérmelo.

—Y bien ¿Qué te parece? —Pregunta mientras me observa eufórica esperando mi respuesta.

—Tienes razón, sin dudas es el mejor homelet que he probado, Deimon lleva consigo la maldición de quemar las cosas.

Ambos reímos.

Después de eso el desayuno tomo un curso un tanto tranquilo, cada tema finalizaba en un silencio que la hacia sentir un poco incomoda, rosábamos miradas, ya que esta se limitaba a verme por un largo tiempo. Parecía medir el límite de sus palabras.

Me incorpore de mi asiento.

—Te ayudare a lavar los platos.

Tome ambos platos mientras que Saddy tomo los vasos y se adelanto a llevarlos al lavabo. Frene mis pasos tras ella, pase los platos a sus costados, de tal manera que quedo presa entre mis brazos.

Saddy esta estática, respiraba con pesadez. Dejé caer mi mentón sobre su cabeza, absorbí el olor de su cabello. Se giro hasta quedar frente a mí, mis brazos descansaban en el lavabo, siendo esta aun cautiva de mí.

Su mirada paso de mi pecho hacia mi cara. Parecía tener un mapa pegado ya que esta me miraba con cautela cada parte del rostro.

Me sentí débil. Una bala podría atravesarme el corazón y tan siquiera lo sentiría. En cualquier momento mis piernas flaqueserian y caería al suelo. Todo dentro de mi era un caos. No razonaba, solo estoy aquí mirando unos ojos oscuros y comunes que a su vez radeaban paz.

Un desasosiego me invadía en estos momentos, me encuentro preso en mi interior. Inconscientemente me acercaba cada vez más hacia esta, la distancia que había entre nosotros dejo de existir, dejando a Saddy a unos milímetros de mí.

—¿Qué estas haciendo Bairon? —Pregunto desconcertada con la respiración agitada.

—Yo...no lo sé.

Mis manos se alojaron en sus mejillas, su piel es tan suave y delicada que temo lastimarla. No vi rastros de negación o rechazo lo cual me incentivo más, procedí a besarla lentamente, tal que nos quedamos estáticos con nuestros labios unidos.

Baje lentamente mi mano derecha hacia su cintura para acercarla más a mí. Sus manos subieron hacia mi nuca para aferrarse a mi cabello. El beso se intensifico más, me abrí paso entre sus labios para adentrar mi lengua, el contacto con su cálida y húmeda lengua me hizo estremecer; mientras más la besaba menos quería separarme. No quería lastimarla, no quería convertirme en Deimon. Me separé rápidamente de ella, pude sentir como mis pulmones volvían a llenarse de aire. Saddy permanencia con los ojos cerrados, al no sentir el contacto de mis labios los abrió.

—¿Qué sucede? —Su pregunta está cargada de confusión.

Rei despreocupadamente.

—No sabes besar —Mentí.

—Tenemos que prepararnos para partir —Esta salió rápidamente de la cocina. Rei para mis adentro mientras con mi pulgar acariciaba mi labio inferior recordando sus labios, lo bien que se sintió eso y lo estúpido que fue hacerlo.

En Mis Sueños ( Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora