Capitulo 14

43 8 3
                                    

_No se trata de que seas amable_

—No me agrada para nada aquel imbécil —se acerca a mi en pasos cortos pero largos.

—Pero ¿qué imbécil? No escuchaste que se llama Thovias ¿y por qué me lo dices de esa manera? como si te molestara su presencia, solo vino a disculparse.

—¿Disculparse para qué? es tarde para esas cosas —cruzo los brazos en señal de molestia.

Al parecer Deimon no reconocía mucho el rostro de Thovias este se veía molesto por celos y no por lo que, aquel chico cometió, de lo contrario su reacción fuese diferente.

—Eso no lo sabes tú, el solo es un amigo que vino a disculparse por no haber llamado antes para saber cómo estaba —mentí.

Y es aquí mis queridos amigos, porque daño todo en mi vida, podría explicarle y buscar una manera razonable del cómo decirle las cosas para poder llegar a un acuerdo sin tantos atajos, pero tenía miedo a cómo reaccionará. Al tratarse de Deimon es como adentrarse a un laberinto, es tan complicado y jodido.

La mirada que me devolvía Deimon tras cada palabra que decía parecía no creerme nada.

Buena intuición.

—¿Cómo puedes explicar esas flores, quien las trajo? —señalo con la cabeza aquellas flores que se encuentran a mi costado sobre una pequeña mesa.

—Y dale con las preguntas, que no te cansas de preguntar.

—¡Y tú no te cansas de cometer estupideces!

Sus palabras remetían una y otra vez en mi cabeza. Sus crueles palabras.

No sabía absolutamente por qué el origen de que me sintiera tan mal con sus palabras, no sabía si tenía mucho tiempo estando con él o todo lo contrario. No lo sé simplemente no lo recuerdo y no quería saberlo ahora.

Los labios comenzaron a temblarme mi cuerpo se sentía pesado, por mi cabeza pasaban un sinnúmero de pensamientos que amenazaban con escapar, pero tenía que controlar esos impulsos.

—Podría darte una respuesta sobre eso, pero como ves no puedo, solo tengo que ceder mi turno a alguien que si sepa toda la historia completa. No sé si la he cagado mucho contigo porque no recuerdo absolutamente nada, no sé ni quién eres ahora mismo, eres mi pareja y me demuestras lo contrario con tus actitudes, en cómo te comportas, me miras y te refieres a mí como si fuese una persona más que rellena tu mundo, indispensable para ti. Estoy comenzando a dudar si deveras vale la pena.

—Estoy siendo lo más amable que puedo contigo —expresó seriamente.

— ¡No Deimon, no se trata de que seas amable, se trata de que seas cariñoso y comprensible! Y si este es todo el cariño que puedes dar no quiero nada.

El no dijo nada ante mi comentario, solo se retiró de la habitación apresurada mente, como si quisiera evadir mi comentario.

No fui capaz de comprender la situación si fue el quien comenzó toda esta disputa. Minutos después que Deimon saliera de la sala ingreso un chico de pelo rojizo, ojos azules como el mismo cielo y vestía un traje elegante, se veía de unos diecinueve años edad, pero a su vez una persona muy madura. Se acercaba cada vez más a la camilla en la que me encontraba, tomo aquella silla en la que todos descansaban cada que entraban a la sala, se sentó delicadamente frente a mí.

—Deja me presento, Bairon Coupper hermano menor de Deimon y ese chico que ves allí —señalo con su dedo índice a un joven que no sé cómo ni de donde salió, pero ahí estaba, recostado del marco de la puerta—. Es Jeremy, mejor amigo de Deimon.

—¿Y a qué se debe todo esto?

Esto de estar confundida a cada segundo de mi vida se estaba convirtiendo en algo tedioso, no sabía el ¿por qué? de su presencia aquí. De veras que odio esta situación. El no poder comprender nada, me hacía sentir estancada me sentía la pieza de un rompecabezas faltante.

—¿Nos conocíamos?

—Me temo que no, la verdad esta es la primera vez que te veo, pero me han hablado de ti, y esta visita se debe a que ya es hora de que sepas la verdad.

—¿Cual verdad, a que te refieres? —fruncí el entrecejo.

—Se refiere a lo que en verdad deberías saber —aclaro Jeremy aún bajo el marco de la puerta—. Saben, mejor salgo de aquí, no quiero estar comprometido en todo esto para cuando Deimon se entere.

—¿Qué es lo que está sucediendo realmente??

—Puedo explicarlo si me das la oportunidad, Violeta.

—¿Cómo sabes mi nombre?

—Mio Dio come lo faccio calmare —su tono de vos fue casi inaudible.

—Está bien, me calmare, pero quiero una buena explicación de todo esto.

—Al parecer eres más astuta de lo que pensaba, no sabía que hablaras italiano.

Revire los ojos ante su comentario para dedicarle una mirada de arrogancia.

—Antes de, no quiero que mal interpretes las coas, no estoy en contra de nadie, solo quiero aclarar algunos puntos y que no te sigan viendo la cara de estúpida, sé que Deimon es mi hermano, pero comete muchas estupideces, antes de que esto sea un caos debo detenerlo, porqué el parece no tiene intenciones de detenerse.

Esperen un momento, me llamo estúpida eso sí dolió.

—Me acabas de llamar estúpida.

—No me interrumpas. Desde aquel día que te mudaste, Deimon ha estado observándote sabía dónde te encontrabas sin necesidad de rastrearte o perseguir te, digamos que mi querido hermano tiene ojos por doquier. El accidente que te provoco el estar ahora mismo en este lugar fue por una discusión que tuviste con Deimon. Saliste a regañarle por un inconveniente que tuvieron entre ambos, un auto se desvió de la carretera acabando por arrollarte. Comenzaste a sangrar hasta que te desmallaste, de inmediato te llevaron al hospital...

—¡Y por la culpa de ese infeliz estoy media viva en un maldito hospital!

Estaba a punto de estallar en llanto, mi pecho subía y bajaba con rapidez, Mis ojos se cristalizaron y comenzaron a tornarse rojos. Inconscientemente exhalaba el aliento que mis pulmones intentaban inhalar. Sentí como toda mi vida se me escapaba tras cada suspiro, lo más jodido de todo es que lo sentí real.

Pude sentir ese lazo que me une a él, pude sentir esa calidez que tanto deseaba y de alguna manera sentí necesitar todo este tiempo, pero todo fue una falsa.

—Créeme trate de advertírselo, que esto no sería una buena ida. Pero Deimon es muy testarudo...

—Déjame sola —Bairon asintió con la cabeza y se marchó. El parecía entender bien que necesitaba un momento para pensar las cosas.

Deimon es todo lo inverso de su hermano. Bairon es más colorido, más vivo, una persona con la capacidad de actuar como un adulto de verdad, más sin embargo Deimon no tomaba en serio su papel de adulto maduro.

Quería que todo mi mundo acabara de una vez por todas, que no me dejara media viva, que terminará con esto.

Parezco la cola de una lagartija, a pesar de estar desprendida de lo que se supone ser su cuerpo continua viva. Y esto de alguna manera me está matando por dentro.

Mio Dio come lo faccio calmare

(Dios mío, como hago para que se calme)

En Mis Sueños ( Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora