capitulo 10

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_Mis consecuencias_

Deimon

Avía llegado de una larga caminata que suelo hacer por las mañanas, estaba a punto de abrir la puerta, pero antes de hacerlo decidí echar un vistazo hacia la casa de Blue, quería verla, decirle que fui un idiota.

Nunca debí haberle hecho semejante cosa. Y ahí se encontraba ella, caminando con rapidez, su rostro se encontraba contraído por toda la rabia que cargaba. Esperen un momento, es hacía mí que se dirige. Unas chicas venían detrás de ella en plan de detenerla, una de ellas era un poco más bajita que Blue, de cabello dorado y violeta en las puntas. Estas chicas tenían serios problemas con los colores.

El cabello de violeta se encontraba todo alborotado, mechones de ellos se posaban en su rostro. traía puesta su pijama, una blusa de tirantes con unos pantalones cortos de una tela muy suave. Al ver detalladamente su rostro sentí lastima.

Esos moretones en sus mejillas provocaron que todo en mi colapsara, se veían más grandes y doloroso de cómo se veía anoche, creo que no lo vi bien por la poca luz que se encontraba en la recamara. En cierto aspecto me sentí culpable.

A lo lejos viene un chico conduciendo, hablando por teléfono y al parecer algo se le callo, este se agacho para tomarlo, mientas que el auto de este se acercaba a Violeta, mi cara de espanto fue tan notable que ella giro hacia atrás, pero el auto iba tan rápido que no le dio tiempo de esquivarlo.

salió por los aires del impacto que causo el auto sobre ella. Todos salimos corriendo hacia donde se encontraba el cuerpo inmóvil de violeta.

Estaba ensangrentada, tenía los ojos medio abiertos, se le dificultaba abrirlos por la sangre que caía sobre su rostro. Estaba en shock, no sabía si quedarme mirando, levantarla o entrarme a golpes con aquel idiota.

La tomé entre mis brazos y me dispuse llevarla hacia mi auto junto con las demás chicas.

Nos dirigimos al hospital más cercano. Inmediatamente hospedaron a Violeta en una habitación, donde se encontraban doctores y enfermeras brindándole sus servicios.

Estábamos en la sala de espera, ansiosos porque saliera el médico y nos diera la noticia de que todo saldría bien.

—¿Tú quién eres? —la vos de aquella chica de cabello rubio se hizo presente en la sala. No quitaba sus ojos sobre mí.

—Deimon, Deimon Coupper —respondí secamente, la verdad no soy una persona muy animada ni lleno de vida que digamos.

—¿Y cómo conoces a mi herma...

El sonido de mi celular vibrando interrumpido el momento. Es Bairon, ahora que querrá. Alce mi dedo índice en señal de que me diera un momento, al cual ella asintió y se alejó.

—¿Qué es lo que quieres ahora? —respondí algo colérico, la situación en la que me encontraba actualmente, aunque no lo demostrara me alarmaba, sé que no la trato correctamente, ¡pero vamos! no soy un inhumano.

—Ahora que es lo que te sucede, solo quiero que sepas que papá quiere hablar contigo.

Sabía que me encontraba en serios problemas, ir por Violeta en aquel vecindario me metería en serios problemas. Esos hombres trabajan para mi padre, le temen a su autoridad y por eso nos respetan a nosotros. Pero tenemos una regla muy clara, y es que tanto mi hermano Como yo tenemos prohibido ir a ese territorio, y rompí esa regla por ella.

No entiendo ni el por qué lo hice, solo sé que tenía que sacarla de ahí.

Le harían daño, no podría permitir que alguien más la lastimase. Quería que sufriera, pero que ese sufrimiento sea causado por mí, y de nadie más. Que sea yo quien despierte su curiosidad como los gatos para luego acabar con ella.

—¿Dónde estás? Necesitamos hablar — escuche de la otra línea del celular.

—Me encuentro en el hospital que está a quince minutos de casa, hazlo rápido.

—Espera, ¿Qué haces en ese lugar...

No deje que este terminara lo que me quería decir y le colgué la llamada.

Unos largos minutos después llego Bairon, las chicas se quedaron observándolo anonadadas, me fue difícil no dejar escapar una sonrisa burlona. Note que debía presentarlos, no tenía ánimos ni me salía de las pelotas. Pero las chicas suelen ser muy prejuiciosas con los detalles.

—Chicas él es mi hermano Bairon. Estas dos se quedaron analistas por unos segundos. La chica de cabello rubio con mechas violetas se dispuso a saludarlo un poco confusa, pero yo veía en su rostro perplejidad, asombro, intriga hacia el pequeño Bairon. Se quedo unos segundos sosteniendo la mano de este, hasta que al parecer se percató de que aún la sostenía y la soltó con algo de asombro, seguido de la otra chica al lado de ella se dispuso a saludarlo y presentarse. Al lado de esta se encontraba un chico con rasos finos y delicados, podría jurara que no le vi salir de la casa de Violeta o entrara a mi auto.

—Me llamo Katherinne, y ella es Saddy, señalo a la peli rubia del mechón—esta se mostraba un poco tímida ante la presencia de Bairon.

—Si nos disculpan tenemos que hablar algo —me propuse a decir.

En una distancia prudente como para que las chicas y aquel chico no escucharan nuestra conversación Bairon solo se paseaba de un lado a otro.

—Esto está mal, muy mal. Conoces las reglas, ¡sabes que está prohibido! pero tú nunca obedeces, siempre quieres ir a contracorriente. No puedes...solamente no puedes obedecer por una vez en tu vida, no perderás nada con intentarlo.

—Por alguna razón imaginaba que dirías ese discurso del hermano menor sobre protector, esta es mi vida, y yo decido mis decisiones.

—Lo diré las veces que sea necesario para que entres en razón y comprendas que es lo correcto —sus palabras estaban cargadas de enojo, su mirada se volvió fría. Algo me decía que había pasado los límites, pero si fuesen ustedes ¿Salvarían a la persona que les importa ateniéndose a las consecuencias?

—Que sabrás tu sobre lo que está bien o no, no sé porque quieres asumir el rol de hermano mayor, comprende que ese no es tu lugar, que solo eres el indefenso y cobarde hermano menor.

El solo se quedó en silencio, me contemplaba de una manera que me desconcertaba, me miraba como si mis palabras fueran cuchillas que se clavaran en su pecho. Este intento abrir la boca para emitir una palabra, pero se retractó dejándome a solas. 

En Mis Sueños ( Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora