Capitulo 21

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_Al aire las emociones_ 

Pitt

—Katherinne amor. —llame mientras salia de la ducha. Katherinne se encontraba en la cama con un libro en mano y unos audífonos colocados. Dice sentirse relaja al escuchar la suave y relajante melodía de violines. El como unos dedos combinados con un pedazo de madera y unos cuantos hilitos puede crear un sonido tan sublime, capaz de tocarte el miocardio, que se erize tu piel, y que en tu cabeza deambulen un sinnúmero de pensamientos vagos, pero universales a su vez. 

Esta es katherinne tan pequeña e indefensa, tan feroz y astuta. Tan temerosa y nerviosa, tan valiente y capaz de hacerle frente a las cosas. Con tan poco podía refugiarse en su mundo,. Con tan poco podía refugiarse en su mundo, cosa que causaba que ella se convirtiera en mi mundo. Sus cálidos ojos que radeaban paz se posaron en mi. La manera en la que me dedicaba miradas me calentaba el alma lentamente hasta derretirla. Traía una coleta como peinado, dejando expuesto su bello y sedoso rostro. Pensaba en las mil y unas maneras que pudiesen existir para decirle lo tan hermosa que la veía. Quería besarle, besarle la frente, las mejillas, el puente de su nariz, su perfilada barbilla, detrás de su oreja, sus parpados, si así es, sus parpados, sus hermosos labios.

—Pitt, ¿todo esta en orden? 

Me encontraba con los labios entre abiertos pero no podía emitir ni una jodida palabra, se sentía como si tuviese la boca amordazada mas sin embargo es una psicosis que me hace no poder hablar de los nervios.

—Anda, ven. —palpo la cama en señal de que tomara asiento. La obedecí. Se despojo los audífonos de sus orejas colocándolos sobre la cama dejando escuchar un poco la sinfonía de violines. Yo la observaba al igual que ella a mi. Pero no era su rostro el que miraba. Esta vez eran sus ojos los que se encontraban cautivos, prisioneros ante mi mirada. Indagar en lo mas profundo de su corazón. Abrir esa pequeña caja de pandora y liberar la bestia que tanto reguardaba. Abrir esa polaroid repleta de imágenes, imágenes de nuestro pasado, retornando a todo aquello vivido que ahora nos provoca suspiros. Pasan frente a mi recuerdos, recuerdos en los cuales abitas tú. Debo hacerme un hombre y decirle todo esto.

—Katherinne. —pronuncie 

—Amor—balbuceo—. Como un susurro inaudible. 

No sabes como anhelo que seas el roció que cae por mi ventana. El suspiro que se me escapa entre los labio y me quita el aliento. Quiero que seas tú quien sostenga mis anhelos. Que seas tú quien acaricie mi cabello al quedarme dormido. 

—Sabes que te amo inmensurablemente. dijo Katherinne.

—No me interrumpas. No sabes cuanto deseo que seas tu quien soporte escucharme gritar mientras veo el fútbol.—ambos reímos con nuestras frentes unidas. 

—Dicen que las palabras hablan por si solas, que no hacen falta palabras cuando tienes el brillo en los ojos   que hablan por ti. Cuando te conocí no sabia exactamente que hacer con mi vida, ahora  no se que aria sin ti. Te has robado tantos momentos de mi vida. Se que me faltan criterios para definir tu encanto. Se que esta vida no me da para amarte, por eso quisiera renacer una y mil veces para continuar amándote porque te quiero mucho, porque te quiero cerca, te quiero conmigo, te quiero sonriendo, te quiero tomando una malteada de doble chocolate en una pequeña cafetería mientras miramos el ocaso de la hermosa Italia. Te quiero por siempre. No quiero bajo ningún concepto que dudes si hay o abra alguien mejor que tú, porque la respuesta es que no, nadie tiene lo que tienes tú. Despegue los pies de la tierra, me canse de ir caminando y ahí, entre todas las tormentas que pasaban y las que se avecinaban ahí te encontrabas tú.

Te amo porque me recuerdas lo bueno que puedo llegar hacer aunque sea una vil mentira. Te quiero por subirme los ánimos, te quiero por quererme, te quiero por soportarme. Me aterra elegir un camino, porque eso significa abandonar otro, y no quiero que estés fuera de mis planes, mejor dicho de mi vida.

—Pitt, si esto fuese un intercambio de votos yo quedaría en ridículo. Te quiero. Te quiero porque a pesar de estar destruido por dentro no te doblegas ante nadie. Siempre mantienes tu postura. Te amare forever, Pitt.

—Forever. Continué.

Uní sus labios con los míos, para convertirnos en uno solo. Forever. 

En Mis Sueños ( Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora