Capitulo 3

81 13 19
                                    

_Me persigue_

Me encontraba en un mini super que se ubicado a dos cuadras de mi casa, me hacían faltas algunas compras, ya comenzaba a morir de hambre muy a menudo, y no tenía nada en casa, y hoy sería el día indicado para esto. Se podría decir que soy amante a lo que es la sopa china, y comprar está mercancía era mi parte favorita de todo esto. 

El destino no parece estar a mi favor este día. Para mi mala suerte la sopa se encontraba en la barra más alta ¡Joder! tenía que estar tan alto esto. Mi estatura no era la más adecuada que digamos, mis amigos siempre se burlaban por ello, ahora, yo estoy de su lado. Te odio estatura.

Estaba dando saltos para poder alcanzar la mercancía, pero solo parecía un pequeño conejito inquieto.

— ¡tengo una idea! —Coloque mi pie derecho sobre una de las barras, sujetándome con mi mano izquierda en una barra que se encontraba tras más arriba. Tenía miedo a tropezar o que uno de los que trabajaran aquí me vieran como loca y me sacaran del mini super.

Mi peso no era el adecuado para que esto me soportara por mucho tiempo, que digo mi peso, estas pequeñas barras eran débiles, no me voy a discriminar de tal manera. De pronto las barras comenzaron a tambalearse y algunos productos cayeron al suelo. Esto ya se está poniendo feo, necesito tomar esa sopa antes de que algún empleado del mini Markert me pillara. Mientras más cerca estaba, más amenazaba con caer al suelo junto con todos los productos. Estaba a centímetros, casi podría lograrlo.

Mi pie izquierdo el cual se encontraba en una de las barras más bajas se resbalo.

Genial, lo que temí que sucediera estaba a segundos de suceder. Perdí el equilibrio cuando mis pies se resbaló y mis manos dejaron de estar sujetas de la barra, estaba preparada para el fuerte impacto que tendría mi cuerpo contra el suelo, sería un tanto doloroso, bien dicen que los pequeños sentimos más los golpes.

Mis ojos estaban cerrados, en espera de encontrarme con el suelo, pero no, nunca sucedió, me extraño.

Al abrir mis ojos unos fuertes y firmes brazos rodeaban mi cintura con fuerza.

Al abrir los ojos me quede perpleja, con que esta era la razón por la cual mi cuerpo no llego al suelo, me sentía en total alivio, al menos me libraría de muchas quejas por los fuertes dolores de espalda. Pero, esperen un momento.

¡El destino me está jugando una puta broma de mierda! Me encontraba en los brazos del mismo chico el cual no se disculpó por tener un accidente conmigo en el parque mientras trotaba. Esto es genial.

—¿Qué haces aquí? —Estaba muy desconcertada, y más por el hecho de que hacia el en este lugar, entiendo que es un lugar público todo mundo tiene el derecho de venir, pero que hacia el aquí exactamente, conmigo en brazos.

—Vi una damisela en apuros y mi instinto de héroe se activó...

Lo mire confusa frunciendo el señor. —¿Que? —Interrumpí.

—Espera, aun no termino de hablar... ¿Dónde me quede? ¡cierto! Que te salve el trasero y no agradece. Pero sabes que, si las barras de metal no pudieron sostener tu trasero yo menos.

Había olvidado que me encontraba entre sus brazos. De manera súbita este me soltó, Pude sentir mi espalda quebrarse ante el impacto, no fue tan dolorosa como lo esperaba, bueno la distancia del suelo era aún más pequeña, gracias a Deimon, pero, valla que dolió de todos modos.

Fue inevitable no soltar un pequeño gemido ahogado.

—Te apareces así de la nada para evitar un accidente, pero luego tu eres el causante de ello.

—No, niña, no me quieras hacer responsable de tus tonterías, de no ser por mi tendrías la espalda fracturada. —Bromea mientras una sonrisa se tornó en esos carnosos y rojizos labios, se veían tan suaves y daban ganas de besarlos.

Pero que estoy diciendo, estoy pensando demasiadas tonterías. Salí de mis pensamientos para poder responderle y dejar de mirar sus labios como una idiota.

—De que tontería hablas, solo trataba de alcanzar aquello. —señale con mi dedo índice el lugar en donde se encontraba la sopa, incorporándome rápidamente para poder estar de pie.

Estaba enojada, era un cretino, me molesta más la idea de que este opinando y diciendo cosas sin saber el motivo o el porque las personas hacen algunas cosas.

se asomó hacia mí, quedando a centímetros de mi rostro, podía sentir su cálida respiración impactar contra mis labios, al tenerlo cerca mis fosas nasales se activaron ante el olor que este emana. No parece tener ningún tipo de perfume.

Se me hizo inevitable no sonreír ante su olor tan relajnate. Muy bien dicen que todo mundo posee un olor natural, un olor que lo caracteriza, un olor que nos define. Y Deimon, el olía a autoridad, misterio, peligro, pero sobre todo a protección. No sé con exactitud si esto se puede oler, pero el olor que desprende de este es en lo único que te hace pensar. Mi corazón latía tan fuerte que podría jurar que este saldría de su cavidad torácica, no sabía si alejarlo o darle las gracias. Lo que sí, es que estaba tan concentrada en mis pensamientos que no pude notar cuando la distancia que nos separaba se había extinguido, estaba casi rosando sus labios con los míos. No sabía cómo reaccionar, las manos me sudaban y mi respiración ya no tenía un ritmo coordinado.

—Admítelo, no me conoces aun, pero te gusta el caos que dejo detrás de mí.

Uno de los empleados del local estaba mirando algunos productos hasta que se percató de la escena que Deimon y yo habíamos montado.

—Chicos, hay baños, parques, moteles o pueden ir a la casa del otro hacer lo que sea que quieran hacer. Pero aquí no. —se cruza de brazos mirándonos seriamente.

—No espera no es lo que parece. Refute.

—Si es lo que parece. —Deimon contradice. —Té doy veinte euros si sales de aquí.

Sin más que decir el empleado se retiró lo más rápido que pudo.

Lo miraba de una manera muy extraña, él no sabía si exactamente estaba reflejando odio, coraje, ganas de golpearlo o dejarlo ser.

Me Di la vuelta para marcharme, pero una mano me sostuvo del brazo, haciéndome quedar frente a él, estaba lo bastante cerca de su rostro nuevamente sentía como subía y bajaba su pecho. Joder, no tenía senos, y el poco que tenía este terminaría con ellos acercándome tan fuerte hacia él.

Paso sus dedos fríos y suave por mi mejilla, su tacto es tan suave. Me gusta cómo se siente, no quería que parará. Cerré los ojos inconsciente mente, pero este detuvo su movimiento al notar que los había cerrado. Los abrí rápidamente y lo alejé de mí. Salí corriendo del local dejando a Deimon con todos los productos en el suelo por el accidente que provoqué. 

En Mis Sueños ( Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora