Había una vez... No, no puedo comenzar así.
Hace mucho tiempo... Nop, tampoco. No fue hace tanto.
¡Ya se!
Comenzaré por presentarme.
Hola, mi nombre es Kim Yugyeom, y esta es la trágica historia de cómo mi mejor amigo se enamoró. Ustedes dirán ¿P...
Sé que me he tardado un poco en actualizarles el chisme, pero es que había tenido mucho trabajo con un nuevo grupo que está por debutar. Las tengo que poner al corriente, lo sé.
Comencemos con lo que sucedió después de que Jinyoung pasó pasiveandome (Sí, es un verbo que acabo de inventar) intensamente por unos días.
Me cansé de verlo tan desmoralizado. Era mi amigo y me dolía que estuviera con el ánimo por los suelos. Extrañaba a mi Jin que olía a limpio y llevaba su cabello siempre bien peinado. Así que lo convencí de salir un viernes a un bar. Entonces, ahí estábamos, en la fila del bar más cotizado y caro de toda Seúl. Claro que lo llevaría al mejor lugar de todos, la salida de la cueva tenía que valer la pena. Logramos entrar poco antes de las 12 con ayuda del cadenero, él ya me conocía. Yo frecuentaba ese tipo de lugares porque a menudo los productores y mánagers me llevaban cuando querían convencerme de que hiciera una coreografía para sus grupos. Soy una persona importante -Inserte emoji con lentes de sol.-
Cuando finalmente estábamos adentro, lo llevé hasta la barra y pedí dos especiales. Era algo con vodka o algo así, la verdad no recuerdo y no es muy relevante. Estuvimos conversando un largo rato, entre bromas y risas, intentando hacerlo sentir mejor. Traté de llevarlo a la pista a bailar, saben que es mi mero mole, pero él no era del tipo de personas que gustara especialmente de ello, por lo que accedí a quedarnos en los taburetes de la barra para seguir platicando.
En fin, pasaron al rededor de dos horas y no estábamos aburridos. Ninguno de los dos trabajaba al día siguiente, así que podíamos embriagarnos con libertad, sin llegar al exceso. Hasta que pude notar que Jinyoung miraba al otro lado de la barra recurrentemente. Al principio intenté averiguar que veía tanto, pero no lo logré al comienzo, no hasta que vi la razón de su falta de atención a mí. Un sujeto le estaba coqueteando.
LE ESTABAN COQUETEANDO A DISTANCIA.
El pánico me invadió. Obviamente.
Era un tipo delgado y bastante bonito, para ser sincero. Jinyoung tenía toda su atención en él.
Me resigne a suspirar y lo miré.
- Anda, ve... Yo estaré bien aquí. - Atine a decir, pero Jinyoung negó.
- ¿Qué? No... De ninguna manera. Yo vine contigo y debemos pasarla bien.
- Oh vamos... Se super nota que ese tipo te gusta, ve... De verdad no voy a molestarme.
No molestarme, pero si awitarme :c
Jinyoung aceptó sin necesidad de tener que volver a rogarle que lo hiciera. Después de todo esa salida era para que él se distrajera. Seguramente como yo no le había dado la clase de atención que él necesitaba, estaba dispuesto a buscarla en otro lado.
Y allá iba, EL AMOR DE MI VIDA, A LOS BRAZOS DE OTRO HOMBRE BAJITO Y ESCUÁLIDO.
Estuvieron un buen rato conversando, yo bebí demasiado en ese rato. No me sentía bien.
Estaba perdido en mi trago cuando escuché la voz de Jinyoung detrás de mí.
- Yugy, te presento a Dongyul... -Me di vuelta y miré al sujeto, en efecto, era muy delgado y mucho más bajito que Jinyoung.
- Ah... Mucho gusto.
Nada de eso. Gusto mis patas.
Jin se acercó a mi oído y susurró torpemente, porque oh sí, estaba mucho más ebrio que yo.
- Iré con Dongyul a su apartamento, espero que no te importe... Se ofreció a llevarte a casa...
Y fue ahí. Básicamente lo que ocurrió fue esto:
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Asentí y me puse de pie para pagar la cuenta, luego comencé a caminar a la salida sin decir nada, tambaleante y muy mareado.
Salimos del bar mientras yo iba detrás de ellos, viendo como se miraban con muchas ganas.
¿Qué tantas ganas podría tenerle ese Dongyul? Nadie le tenía más ganas a Jinyoung que yo.
Pero sí, fue mi culpa porque yo impulse a Jinyoung a hacerlo.
En fin, la hipotenusa.
Fuimos al auto del tipo y me subí atrás, como dijo, me llevó a mi departamento y luego se fueron.
Entré triste.
Caminé triste por la sala.
Fui triste a mi habitación.
Y me tiré triste a mi cama.
Odiaba infinitamente lo que estaba pasando, sabiendo que Jinyoung iría a coger con un desconocido.
¿Cuánto tiempo pasó hasta que me quedé dormido? No lo sé, pero sentí que apenas había cerrado los ojos, cuando de repente un peso oprimio mi cuerpo.
SE ME SUBIÓ EL MUERTO ¡AYUDA MAMÁ!
No quería abrir los ojos porque según yo estaba solo y que miedo, pero entonces...
