Molly

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NOTA:   Gracias por leerla!

                                                                                    -o-

Molly había estado días investigando en la biblioteca de su padre acerca del veneno causante de los asesinatos. Ella sabía que si lograba descubrir cuál era debido a los síntomas, estarían más cerca de atrapar al asesino. Así que ése día casi se había dado por vencida cuando lo encontró. Ella corrió a ponerse un chal encima de su vestido de casa y salió en dirección de Sherlock Holmes. No sabía dónde lo encontraría así que se armó de valor y fue camino a la residencia Holmes.

-Oh buenas noches Lady, ¿en qué puedo ayudarla?

-Buenas noches, soy Lady Margaret Hooper, me gustaría poder hablar con Lord Sherlock Holmes, es urgente.

-Siento decirle que Lord Sherlock no está en la casa, ¿puedo tomar un recado para él?

-¿Le molestaría si lo espero?

-Lo que pasa es que no sé si Lord Sherlock regrese a tiempo. Y no es seguro que usted esté aquí tan noche. Con la inseguridad que vivimos.

-¿Quién llamó a la puerta Hugo?- una voz se escuchó proveniente de la casa.

-Lord Sigmund, es Lady Hooper, ella pide esperar por Lord Sherlock, dice que es urgente.

-Oh y ¿Por qué la tienes esperando en el frío? Pasa querida- el hombre gentil le dijo.

Molly sonrió. Realmente debía estar loca al estar a estas horas en casa de éstas personas.

-Lady Hooper, soy Sigmund Holmes.

Oh querido Señor el padre de Sherlock y Mycroft. Realmente estaba dándole una terrible impresión- se dijo.

-Puede llamarme Molly Lord Sigmund.

-Solo si usted me llama Sigmund- dijo sonriente. Así que Molly, no me molesta tenerla aquí pero, estoy un poco preocupado de que haya venido sin escolta y sin su doncella.

-Yo solo salí de prisa- dijo mientras se apretaba más fuerte a su chalina. Ella deseaba que Sherlock viniera pronto.

-Ya veo- Sigmund dijo mientras la observaba- Él no era el que deducía a las personas, era su esposa pero algo muy en el fondo de él le decía que verían más de Molly pronto.

                                                                                                     -o-

De pronto después de tres tazas de té y de lo que a Molly le parecieron horas, el menor de los Holmes hizo su arribo a la mansión.

-Molly, ¿qué diablos haces aquí?- preguntó divertido.

-Sherlock, cuida esos modales. Tu madre estaría furiosa si estuviera aquí. Debes agradecer que ella duerme tranquila a éstas horas- dijo severo. Pero aquí Lady Hooper vino a verte hijo, ella ha estado esperando por horas.

-Sherlock, yo tengo novedades-Molly dijo tartamudeando.

-Padre, serías tan amable de dejarme a solas con Molly por favor.

-Eso no sería apropiado hijo. Creo que lo sabes.

-Es necesario padre, no es nada de lo que tengas que preocuparte.

Sigmund suspiró, él sabía que no debería dejarlos solos pero asintió.

-Tienes 20 minutos Sherlock. Después es necesario que dejes a Lady Hooper en su casa- advirtió.

-Sherlock, lo siento, nunca quise importunar, pero-

-Molly no pierdas tiempo, ¿qué encontraste?

-Aquí- dijo mientras le entregaba una hoja con el nombre de dos venenos. Ésta son las posibilidades que tenemos, son dos y hay que hacer pruebas pero con los nombres sería mucho más fácil para su forense- dijo seria. El primero viene del continente africano, es el más letal y me inclinaría hacia ese pero hay que estar seguros. Si pudieras encontrar alguna conexión entre las personas asesinadas y África sería de mucha ayuda.

-Vámonos Molly, tenemos que saber cuál de los dos es. Tenemos que hacer pruebas, sígueme.

-¿A dónde?- ella estaba incrédula de que le pidiera que se fuera con él.

-A Baker Street 221b por supuesto. Ahí tenemos todo para trabajar ésta noche.

-Sherlock yo no puedo ir, es muy tarde. No es apropiado.

-Molly, ¿no creo que quieras perderte esto o sí?

Ella suspiró, por supuesto que no había manera en que ella se lo perdiera. Empezaba a pensar que no sería capaz de decirle que no a Sherlock.

                                                                                    -o-

Y así fue que Molly se encontraba en el piso de Sherlock Holmes. Con una muy animada Lady Hudson que les había invitado galletas y té. Ellos perdieron la noción del tiempo mientras trabajaban en el laboratorio de Sherlock y hacían pruebas. Cayeron en un silencio cómodo. Hasta que Molly resolvió el misterio del veneno para él.

-Lo tengo- gritó. Es "flor del durmiente" es conocido por su letalidad y su rápido efecto. Viene del continente Africano. ¿Eso es algo de ayuda para el caso?- preguntó tímida.

-Molly, has logrado lo que nadie en el departamento del forense. Si estuviera en mi le daba el puesto en éste momento. Tengo que trabajar con Watson pero lo resolveremos pronto. Por ahora déjeme llevarla a casa. Sus padres deben estar preocupados.

Ésa noche Molly no durmió, estaba realmente feliz por haber pasado buena parte de su noche con Sherlock. Sabía que era una idiota y estaba mal estar a solas con él, pero no le importaba. Había podido ayudar a detener a un asesino y ella lo haría todo de nuevo. Sus padres ni siquiera se dieron cuenta de que ella había salido, Augusto no estaba en casa, por lo que supuso que estaba de guardia en el hospital. Así que por primera vez ella creía todo le había salido bien. 


O al menos, eso creía ella.






Ay Molly tan bella, nunca le puede decir que no a nuestro Sherlock. Vienen más cosas, gracias por leer!


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