La fiesta de compromiso.

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NOTA: La fiesta de compromiso está pasando. Espero les guste el capítulo.

                                                                   -o-

El día había llegado. Hoy era la fiesta de compromiso en honor a los esponsales de Lord Arthur Mycroft Sigmund Holmes con Lady Margaret Ann Hooper. Las familias de los futuros esposos estaban más que complacidas. El evento sería memorable.

Molly estaba en su habitación, sus doncellas habían estado toda la tarde arreglándola, su vestido era un rosa fuerte, con destellos color oro, su escote era exquisito, su cabello caía en sus hombros con su cascada de rizos, deteniéndose con una peineta de brillantes solamente. Su maquillaje era discreto pero favorable. Todos decían que ella se veía elegantemente bella como siempre. Pero ella no se sentía feliz. Se sentía estúpida de prestarse a ésta farsa. Mycroft y ella serían infelices.

Molly suspiró, recordó el momento en que Sherlock la había acusado de flirtear con Lord Moriarty. Ella seguía furiosa con él. ¿Qué clase de hombre era?- se preguntó. El único en su clase- se respondió con tristeza. Debía salir en unos pocos minutos y fingir su felicidad. Ella lo haría después de todo Mycroft no era una terrible persona, al contrario después del bochornoso accidente con su hermano, él le había mandado un arreglo floral con una nota pidiendo disculpas en nombre de su hermano. Incluso había firmado con "mis mejores saludos Molly" eso para un hombre como él era demasiado. Así que esta noche ella intentaría disfrutar la velada con él. Digo después de todo en unos meses más ellos serían esposos.

                                                                                          -o-

Sherlock se encontraba en una esquina con Watson. Él no había querido venir a la maldita fiesta de compromiso por supuesto pero no había nadie que le dijera que no a Violeta Holmes. Esa mujer era una fiera y no tenía intención de molestarla esa noche. Se veía hermosa su madre, en un vestido elegante color azul marino de la mano de su padre. Ella se movía saludando a los padres de Molly y asintiendo y sonriendo a toda la gente que estaba en el salón de la residencia Hooper. Sus pensamientos fueron a Molly, él había sido un idiota con ella el otro día, incluso Mycroft se lo reprochó. 

Le dijo que él no creía que Lady Hooper fuera a dañarlo de alguna manera así que quería que la dejara tranquila. Sherlock solo recordó diciéndole que si iba a ser su esposo podría llamarla Molly. Su hermano solo abrió los ojos con disgusto pero no dijo nada. Así que ahora estaban esperando a la futura esposa de Mycroft. Sus pensamientos se detuvieron cuando ella entró al salón. Sherlock jamás se había quedado sin palabras hasta esa noche. Ella era una vista hermosa, todo en ella era exquisito, una dama en toda la extensión de la palabra. Sonrió para sí mismo cuando recordó que ésa dama había estado con él en su departamento haciendo experimentos y que él la había dejado hacer una autopsia, sin duda ella lo recordaría siempre. 

¿Por que diablos estoy deseando que me recuerde siempre?- pensó. Será mi buena hermana en pocos meses. Necesito recordar eso.

                                                                                          -o-

Mycroft detuvo su charla con su padre cuando observó a su prometida entrar a la habitación. Él se detuvo frente a ella y le ofreció su mano caballerosamente y entraron juntos. El Rey hizo el anuncio, la boda Holmes-Hooper sería en primavera. Todos los presentes aplaudieron y rieron felices. El novio le pidió a Molly un baile a lo que ella aceptó.

-Tengo que reconocer que usted se ve muy bella ésta noche Lady Margaret.

-No hay necesidad de formalidades Mycroft. Llámame Molly. Tengo que decir que me gustó que firmaras así el arreglo floral que me mandaste ayer-dijo tranquila. Además estoy agradecida por su comentario hacia mi aspecto.

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