Siete.

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Luego de unas tres largas horas, por fin el pequeño Kim, logró elegir su vestimenta, colocándose unas converse largas, unos jeans negros algo ajustados y una camisa manga larga color salmón la cual le daba una apariencia totalmente adorable justamente como a él le encantaba. Luego de eso continuo con un leve maquillaje colocándose únicamente una suave capa de rubor en las mejillas y nariz que no era tan necesario ya que sus mejillas siempre tenían un lindo toque rosa que las adornaban de manera espectacular, un brillo labial de sabor durazno y un poco de su loción favorita de olores frutales.

-Taehyung luces hermoso, de verdad te detesto.-

-No lo creo, apenas y me veo decente.-

-Taehyung...- El pelinegro rodó sus ojos mientras cruzaba de sus brazos con una expresión muy poco alegre. -No solo eres mi primo, eres mi mejor amigo, confidente, paño de lágrimas, consejero y hasta te hiciste pasar por mi novio en cuarto grado para que los niños no me molestaran por ser una bola de grasa andante.-

-Oye, no eras una bola de grasa andante.-

-Claro que lo era y lo sé, pero ese no es el punto.- suspiró un poco jugando con el candado de decoración de una de las cadenas que había tomado de la repisa de Yoongi. -El punto es que eres el chico más lindo que e conocido en toda mi vida y juró que si no me gustará tanto Yoonie hyung y no fueras mi primo de sangre ya te habría pedido hasta matrimonio de lo jodidamente perfecto que eres.- 

-Ya cállate tonto o voy a llorar por tu culpa.- habló de forma dramática el mayor mientras se tiraba a brazos de su primo para acorralarlo con un tierno abrazo. -Te amo tanto Jiminie-sisi, de verdad no se que haría sin ti.

-Y yo sin ti bobo.- ambos rieron un poco, pero esas risas fueron esfumadas al escuchar el timbre de la casa del rubio ser tocado dos veces seguidas. -Tu galán te espera primito.-

-Si quieres te puedes quedar, mamá no vendrá aún y hay comida en la alacena.-

-Tranquilo, yo iré con Yoonie hyung al cine.-

-Esta bien, ten mucho cuidado.-

-De acuerdo, igual tu.-

Luego de un ligero y rápido abrazo, el mayor de la habitación bajo a gran velocidad tomando de su gran chaqueta para evitar sentir frío dentro de unas horas y su pequeña mochila color negra en la cual llevaba solo cosas necesarias como su celular, llaves, documentos y su incomparable brillo labial de durazno.

-Jungkookie!- exclamó el rubio mientras literalmente se abalanzaba a su novio repartiendo varios besos por sus mejillas y labios demostrándole cuanto lo amaba como era típico de él.     

-Hola cariño.- sonrió el ahora moreno mientras recibía las hermosas muestras de afecto de su pequeño.

-Hey, tu cabello.-

-Qué? solo lo puse más oscuro, luego lo cortaré.-

-No!- se opuso el menor mientras que en sus labios se formaba un lindo puchero. -A mi me gusta así, además, con el color negro se te ve aún mejor de lo que ya te veías.-

-Me alegra que pienses eso amor.- el mayor simplemente dejo un suave beso en los labios de más pequeño para luego tomarlo por la cintura. -Te ves realmente hermoso, me encantas mi vida.-

-Alguien esta muy romántico el día de hoy.- ambos rieron sin siquiera despegar sus miradas del contrario.

-No es mi culpa, tu eres el culpable de que ese lado mio salga a la luz.-

-Y soy el único que lo puede lograr?-

-El único mi vida.- el pelinegro tomo de la mano de su amante para dejar un cálido beso sobre esta y luego entrelazar de sus dedos con los de él. -Listos para irnos.-

-Más que listo.-

Luego de esa respuesta, ambos chicos caminaron hacía donde se encontraba estacionado el nuevo porsche de Jeongguk, así que al llegar, subieron a este, aunque uno de ellos, para ser más específicos el rubio, traía una cara algo "enojada" pero que para Jeongguk era toda una ternura  ya que, sus abultadas mejillas se hacían mas notorias, sus gruesos labios formaban un adorable puchero y su linda nariz se arrugaba de una forma tan tierna, que el mayor aseguraría que podría comérselo a besos justo ahora.

-Qué pasó mi amor?-

-Prometiste que ya no gastarías el dinero en tonterías.-

-Pero estaba muy barato.-

-Si claro, un millón de dolares es muy barato.- habló con cierto tonó de sarcasmo en su voz el cual fue captado de inmediato por el pelinegro.

-Vamos cariño.- dejó un casto beso en los labios del menor. -Te prometo que ya no lo haré.-

-Más te vale tonto.-

-Te amo.-

-Yo más.- ambos rieron y el blanquecino comenzó con su camino hacía el centro comercial donde ambos chicos irían a comer, ya que, aunque Jeongguk viniese de una familia muy elegante y atacada por los medios de comunicación por su gran fortuna, Jeon era un tipo sencillo, algo rebelde y despreocupado de la vida, por lo tanto él prefería ir con Taehyung a sitios comunes y divertidos en los cuales el menor siempre se sintiera cómodo y no tuviese que seguir tontas etiquetas como el lo hacía de joven.

[...]

-Para la próxima solo comeré ensalada y agua, ya estoy subiendo mucho de peso.- habló el menor mientras formaba un mohín en sus labios  

-Mi amor eres tan tierno.- con uno de sus brazos rodeo de la cintura del menor y dejo un beso sobre su rubia cabellera. -Estás perfecto así, adoro todo de ti y lo que más me encanta es esa linda pancita de bebé tuya.-

-Ya Jungkookie.- el menor limpio de su boca con una de las servilletas retirando los restos de salsas que habían quedado en él, luego haber comido su hamburguesa favorita. -A partir de mañana iré todos los días al gimnasio y haré una estricta dieta.-

-Ajá si claro, eso dijiste hace un mes.-

-Pero esta vez será en serio, desde este instante no comeré ni un dul....-

-Quieres un algodón de azúcar de colores?-

-Pueden ser dos?- preguntó con total inocencia la cual causó una gran ternura al mayor por lo que beso de sus labios y compro el par de algodones que tanto amaba su pequeño y berrinchudo novio.

My Little Boy [KookV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora