Cap III

58 11 1
                                    

¿Nos equivocamos de casa? Mamá por todos los platos de ramen que he comido en mi vida, dime qué está no es la casa.

- Wow, que linda es la casa en la que nos quedaremos - dijo mi madre haciéndome caer en cuenta que mis mensajes y súplicas mentales que le mandaban no funcionaron y que al parecer no tenía telepatía., ¿quien lo diría?

Pero ahora dejando de lado los superpoderes que no tengo, maldito sea el día en que mi madre no pagó la renta, maldito el día en el que el taxista nos condujo hasta aqui, maldito sea el día en el que conocí a ese chico que estaba detrás del marco de la puerta, y de paso ya que ando maldiciendo el día que llame a mi profesora "mami" por error, oh eso definitivamente también lo maldecía...o mira una mosca.

Mi madre ignoró la expresión de horror que debía de estar presentando mi cara en ese minuto, y continuó saludando alegremente a su amiga y al esposo de ésta última. Mientras yo estaba ahí, parada como idiota, mirando a aquel chico con quién viviría por tanto tiempo, en la misma casa, bajo el mismo techo, en el mismo piso, respirando el mismo aire, compartiendo gérmenes, ¿He dejado en claro la gravedad de la situación?

Tenía que ser una mala broma. Parecía un sueño, en el mal sentido de la palabra, sinceramente saber que viviría con el desde ese entonces en adelante era una verdadera pesadilla. ¿Quién quería estar en la misma casa de la persona que te hizo y seguía haciendo la vida un infierno? No tenía previsto que el hijo de quien me hablaba mi madre se trataba de ese chico. ¿Lo que tenía pensado yo? ¡Pues que iba a ser un pequeñín! Ah, a veces de verdad odiaba mi inocencia.

Podría sentir como la sangre se acumulaba en mis mejillas y me hacía arder los pómulos. Demonios, cuerpo contrólate, no me falles ahora, aunque que podía hacer, estaba muriéndome de la vergüenza por dentro. ¡Le había dicho a mi madre que pensaba que el hijo de su amiga era un pequeñín...! ¡Y ahora resultaba que era uno de los chicos más deseados y el más arrogante! ¿Es que era tonta o que?

- Esta es mi hija: Dara Dickens - me presentó mi madre haciéndome salir de mis pensamientos avergonzada.

Sonreí. Aparentaba no estar avergonzada y queriendo que la tierra me trague y te escupa en Hawaii, Dara.

- Un placer - los saludé a los tres inclinando levemente la cabeza. Al menos debía ser amigable con las personas que nos darían refugio un tiempo ¿no?

- Un gusto conocerte Dara - me sonrió la supuesta amiga de mi madre. - Y bueno, este chico de aquí es mi bebé: Min Yoon Gi.

Intenté reprimir una carcajada ante la presentación. Jamás me había imaginado que la mismísima madre de Min Yoon Gi, el popular de la escuela, lo andaría llamando bebé ante cualquier persona ¿que cosas no?

YoonGi fulminó con la mirada a su madre.

- ¿Enserio? ¿Bebé? ¿No crees que ya estoy grande para eso? - le preguntó el a su madre, malhumorado. Esta soltó una risita juguetona en repuesta.

Luego de esas extrañas pero sin embargo divertidas presentaciones, los Min se hicieron a un lado dejándonos pasar a casa. Mi madre y yo entramos y ella soltó un suspiro asombrado.

De acuerdo, para una chica que vivía en un pequeño departamento y que con suerte sabía lo que era un sillón, la casa de los Min era como comparar plástico con oro, para que, pero eso definitivamente era un gran punto para los Min por más que duela, es decir ¡Parecía una mansión! Me habría quedado ahí a vivir toda la vida si no hubiera sido necesario. Sin el hijo, claro.

- ¿Les gusta? - cuestionó la madre de YoonGi con la mejor de las sonrisas. A ver señora, lo que se sabe no se pregunta ¿ok?

Mi madre la miró a los ojos con su sonrisa de comercial.

Viviendo Con La Nerd (Suga) {CANCELADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora