XX.

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*Ya estuvo, manos arriba...entreguen todo su amor.

XX.-Capítulo-.

[Narrador]

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[Narrador]

Karma.

Un nombre muy corto, para todo lo que provoca.

—Rocío.

Guillermo estaba solo en su mesa del comedor, estaba perdido desde que se enteró de la muerte de su mejor amigo y compañero, Frank. Seguía sin entender, dos oficiales se lo habían confirmado.

Frank había muerto en un accidente de avión, ahora mismo se encontraba en prisión. Los demás prisioneros, estaban atentos, esperando cualquier movimiento en falso del albino.

El oji verde pera, había colmado la paciencia de más de uno de la prisión y se encontraban resentidos por las actitudes del albino.

Ya había pasado 3 días desde que sé entero de la muerte del pelinegro, sus abogados ya no venían a verlo, estaba cansado y no estaba de humor, cada que podía maltrataba a alguien o lo insultaba.

La otra vez insultó a un oficial diciéndole "Usted vale verga". Ahora mismo estaba condicionado, si volvía a pasarse o decir algo, o tratar mal a alguien, iría a la celda de aislamiento.

Era momento de las duchas, todos estaban acomodando sus pertenencias, las duchas eran comunitarias, solo quiere decir que todos se veían con todos. Guillermo estaba en una de las duchas de la esquina, no duraría mucho ahí, no quería problemas con alguno de los idiotas que había ahí o bueno eso quería evitarse el albino.

—blanquito, te habló—un hombre alto y robusto, lleno de vellos por doquier. No llevaba una toalla en la cintura mostrando toda su hombría, los demás presos miraban la escena, Guillermo era más bajo, unos 5 o 6 centímetros, se acerco para encarar al hombre— ¿qué? —exclamó con enfado, el hombre gruño

—Eres una zorra dura, todos aquí nos hemos cansado de tus jodidos tratos y humillaciones, estamos hasta la mierda de ti—algunos apoyaron las palabras del hombre con un sonoro "Sí" otros solo asentían—¿Y? a mi me vale una mierda, lo que ustedes piensen, montón de idiotas— Guillermo, nunca te enseñaron que no debes provocar a otras personas, más si son la mayoría, sobre todo si solo eres tú contra el mundo.

—Bueno, me alegra oír eso—para estampar un puñetazo directo a la nariz del albino, los golpes en su rostro, junto a los cumplidos de los demás presos, Guillermo ya sentía su rostro hinchado y latente además de caliente, sabía de sobra que quedarían hematomas, pero no dudo en regresar algunos puñetazos, las cosas estaban reñidas, hasta que se metieron dos presos en la pelea tomándolo por los brazos, evitando que se siguiera defendiendo.

𝐁𝐞𝐟𝐨𝐫𝐞 𝐘𝐨𝐮 𝐆𝐨 [𝐑𝐮𝐛𝐞𝐠𝐞𝐭𝐭𝐚]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora