escala de grises [kim namjoon]

10. #919191

Namjoon

Mi pierna se mueve por sí sola, exponiendo mi nerviosismo ante los curiosos ojos de Yongseok hyung tras el escritorio.

Ha pasado tan solo un día desde el incidente Dominique.

Un día desde se nos informó que; tanto Theodora como Dominique, continuarían a cargo de Bangtan TV, lo que sucedió justo después de que Dominique irrumpiera sin cuidado en la sala de ensayos.

"Con tus lindos ojos y seductores hoyuelos."

— ¿Te sientes bien? – pregunta Yongseok y yo aparto la mirada de mis zapatos – tu rostro está bastante rojo en este momento.

Como acto reflejo, mis manos buscan mi rostro solo para notar el calor propagándose con más fuerza que antes, ahora que soy consciente de este.

Quiero decir algo, pero la lenta y sugestiva sonrisa que empieza a tirar de los labios de hyung solo logra hacerme sonrojar aun más. Sus cejas se alzan a la espera de alguna respuesta de mi parte, pero soy incapaz de pensar y/o pronunciar algo coherente.

Abro mi boca para balbucear alguna palabra, soy salvado por tres ligeros golpes en la puerta.

Cuando la intensa mirada de Yongseok se aparta de la mía, suelto un suspiro lleno de alivio.

¿Por qué me puse tan nervioso? ¿Qué demonios fue eso?

— Adelante – habla él, luego de carraspear para ocultar su sonrisa burlesca.

— ¿Querías verme, Cal?

Escuchar su voz en un momento como este, no hace nada por mi ansiedad.

Pasé toda la noche tratando de formular una forma de disculparme por todo lo que sucedió, sin embargo, ahora que está en la misma habitación que yo, no sé ni siquiera si puedo mirarla a los ojos. Me siento como un verdadero idiota luego de saber toda la verdad.

— Toma asiento – pide él, volviendo a sonreír como antes.

— Uh, hola – saluda ella cuando sus ojos ámbar me distinguen dentro de la oficina y mi reacción solo es inclinar mi cabeza, sin saber qué más decir – ¿qué sucede?

— Necesito aclarar un par de cosas contigo y ya que ambos somos "la causa de tus desgracias", supuse que sería conveniente que Namjoon estuviese también. – Comenta él y creo distinguir un tinte de burla en su voz. – Quería hacerlo ayer, pero no estabas en condiciones de ello.

De reojo, observo su reacción.

Aparece un ligero tinte rosa en sus mejillas y sus ojos parecen estar lanzando cuchillas en dirección al hombre frente a ella.

— ¿Podrías dejarlo ir? – pregunta al cabo de unos segundos, algo ofuscada, inflando las mejillas en una especie de berrinche – No sabía qué estaba diciendo. Además, nada de eso hubiese pasado si tu madre etiquetara las botellas en su nevera – se cruza de brazos, recostándose en el respaldo de la silla.

— Pienso que ninguno de los que presenció la escena podría olvidarlo – alza sus cejas, entretenido – fue bastante memorable.

Inmediatamente, mi mano sube para cubrir la mitad de mi rostro, intentando ocultar el sonrojo que se empieza a propagar en mi cara, el que vuelve a mí cada vez que recuerdo las palabras de Dominique.

— ¿Lo ves? – Yongseok me señala y yo solo quiero hundirme bajo tierra.

— Ve al punto, Calvin – pide ella, con su rostro tiñéndose de rojo, igual que el mío.