Dominique
Bendita seas Lily.
Juro que haré un altar con tu imagen en mi habitación apenas tenga la oportunidad.
Estoy agradecida de que los astros se alinearan y me llamases justo en el momento exacto en el que Calvin me encerró a solas con Namjoon en su oficina... la verdad es que, no tengo idea cómo habría podido mirarlo a los ojos después de lo que dije ayer, confesando que pienso que sus ojos son lindos y que sus hoyuelos podrían seducir a cualquier ser viviente.
En mi defensa, estaba borracha.
En la contra defensa, siempre estuve consciente de lo que decía... aunque durante todo ese lapso de tiempo creí que estaba hablando con productos sacados directamente de mi imaginación, no con las personas reales de carne y hueso.
Bien, Dominique.
Además, el hecho de que los perforadores ojos de Cal estén analizando cada centímetro de mi expresión no me ayuda en lo absoluto, ya que él parece estar lo suficientemente entretenido conmigo como para ignorar todas sus obligaciones del día.
Después de su jugarreta infantil, encerrándonos en la oficina, volvió después de veinte tortuosos minutos y nos encontró a Kim Namjoon y a mí, ignorándonos el uno al otro en uno de los silencios más incómodos que he experimentado en mi corta edad, y le pidió al chico que se retirase para poder hablarme (en realidad, regañarme) en privado.
— Entonces... – soy yo la que habla luego de que el silencio termine por agobiarme a medida que una extraña tensión se construye en el ambiente – ¿Qué sucede? ¿Qué quieres decirme?
Distingo la forma en la que las cejas del treintañero se alzan en cámara lenta y las comisuras de sus labios parecen estar teniendo problemas para quedarse quietas, como si quisiera romper en risas en cualquier momento, lo que me hace retorcerme en mi silla sin saber muy bien qué esperar.
— ¿Sabes? – empiezo a balbucear de pronto, nerviosa – ya me disculpé con Namjoon, cuando Seokjin confirmó que era el misterioso chico de las 6:20 que tanto buscamos – continúo hablando más rápido que antes – así que no te preocupes por eso...
Calvin solo apoya sus codos en su escritorio y apoya su mentón en la palma de su mano, como esperando que continúe con mi balbuceo.
— ¿Puedes decirme algo de una vez? – me atrevo a preguntar con cierta impaciencia colándose en mi pregunta y con mi entrecejo frunciéndose ante el silencio del hombre ubicado frente a mí – estoy comenzando a hiperventilarme aquí.
Es entonces que se libera y comienza a reír tan fuerte como sus pulmones se lo permiten, cosa que solo me descoloca un poco más que antes.
— Estoy preocupada por tu salud, Calvin, ¿estas seguro que tienes todas tus pruebas psicológicas al día? ¿Tu esposa está al tanto de tus episodios maniacos?
Él solo ríe ante mis preguntas y veo como un par de lágrimas escapan desde las esquinas de sus ojos.
— Dime qué rayos es tan gracioso – entonces empiezo a exasperarme al no recibir respuestas de su parte – esto no es divertido, Cal, realmente me estás asustando.
— Es solo... – se detiene debido a una gran carcajada – es solo que estabas tan nerviosa con Namjoon en esta oficina – parece relinchar como un jodido caballo. – ¡No pensé que tenías un flechazo en Namjoon!
Parpadeo.
Mis mejillas se calientan.
Mi boca se abre y ninguna palabra sale de ella.
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escala de grises [kim namjoon]
FanfictionSi hay algo que Dominique puede enseñarle a Namjoon es que; entre el blanco y el negro, existen cientos de variables en la escala de grises.