Dijandría es una periodista cuyo sueño es tener existo en su carrera, y a su vez, superar el triste pasado que afecta su presente. En el camino se topará con John Luke. Nada más y nada menos que el mismísimo hijo del presidente actual. Quien al igua...
Llego al trabajo súper retrasada con la esperanza de no ser reñida por "Miss" Brett. Busco con la mirada a mis compañeras las cuales se encuentran todas reunidas susurrando. Me acerco a ellas confundida. –¿Pasa algo? –pregunto, viendo el revuelo en la habitación. –¿No lo sabes? –dice Chloe, y luego de ver mi expresión bufa. –Ni se para qué lo pregunto. –Pues que nuestra querida Brett logró complacer el capricho de su hijita. –responde Dyna molesta. –Están haciéndole una entrevista a John Luke Winchester. El color se me sube a las mejillas. –¿E-Están seguras? –tartamudeo. Todas asienten. –Obvio, porqué creés que está todo así. –acota Marie. –La misma Jessica le hará la entrevista. Llegó vestida como si fuese a pasar por una alfombra roja. Muerdo mi labio inferior. –¿Y él, cómo se veía? –curioseo. –Estaba serio y muy guapo. –manifiesta Blaire. –Cuando lo ví casi me da un infarto. –se echa aire en la cara de manera dramática mientras suspira, haciéndonos reír. –Esa altura imponente y su cuerpo bien definido en ese traje, como todo un hombre de negocios pero con carita de angel. Sonrío. Y eso que no le han visto el tatuaje. Las chicas empiezan a soltar piropos calientes dirigidos al rubio y yo río divertida. Antes me causa gracia que celos, sobretodo porque no saben la relación entre nosotros. –¡Hay está! –chilla Amanda en voz baja. Todas dirigimos la mirada hacia John Luke, quien sale del estudio seguido de varios hombres detrás y uno a su lado. Abro la boca abobada por lo bien que se ve, y hasta pienso pedirle que venga en traje a visitarme un día de estos. –Uh, uh, doña insistencia al asecho. –susurra Dyna, refiriéndose a Jessica. Esta se detiene al lado de Luke y habla moviendo desmesuradamente la cintura y sus cabellos con coquetería. El rubio asiente a lo que le dice totalmente serio y mirándola fijamente. Con sólo verlo me estremezco de miedo, no quiero ni pensar lo que siente Jessica. Después de varios minutos repite el mismo gesto que viene mostrando en la "conversación" con la hija de mi jefa y luego se mete en el ascensor. Todas se burlan silenciosamente por lo rojo que se tiñe el rostro de Jessica. Esta sale disparada a la oficina de su madre con las manos en puños. La situación me causa gracia, pero no puedo evitar pensar en otra cosa. La mirada de Luke parecía estar puesta en las personas, pero no era así. No mirada a nadie. Era como esas personas que se suben en el autobús y ven a cada persona, pero a la vez no ven a nadie. Es decir, está hay un conocido y piensa que lo ignoró por completo, pero no es así ya que no lo vio. Complejo. Me alegro de haber pasado por eso, porque de lo contrario habría pensado que me ignoró. Pero..., ¿y si lo hizo? Esa pregunta da vueltas en mi cabeza durante toda mi hora laboral, y continúa hasta que un mensaje suyo llega a mi teléfono. John Luke❤ Hola, princesa. ¿Qué hacés? Sonrío. Como pude creer que me había ignorado, si ni siquiera sabe dónde ni qué trabajo.
(***) El sonido de la puerta abrirse me indica que Beth ha llegado de las clases de futbol, y al parecer acompañada. Se acercan a la cocina donde me encuentro preparando un aperitivo. –Hola, Dría. –saluda mi hermana, dándome un beso en la mejilla. –¿Recuerdas a Rose? Miro a la rubia de grandes ojos grises detrás del mesón de la cocina. –Claro. Un placer volver a verte. –le sonrío con amabilidad. –Hemos estado en contacto desdé aquel día en la tienda. –dice Beth, balanceándose de un lado al otro. Frunzo el ceño. –Y queríamos pedirte que me dieras permiso para asistir a la fiesta de cumpleaños de su primo. Ya cayó. –¿Y qué te hace pensar que te daré el permiso? –inquiero cruzándome de brazos. –Te prometo que volveremos a las dos y también llevaremos a alguien más. –habla la rubia. –La casa de mi primo es de alta sociedad así que tiene mucha seguridad. –agrega, inclinando levemente la cabeza a un lado. –¿La dejaras? Estudio su gesto pareciéndome extrañamente familiar. –No sé...–las miro a ambas dubitativa. –Te daré mi número y dirección si es lo que necesitas. –dice sin titubear, como si estuviera cerrando un trato de negocios. –Le pediré a Ester que venga con nosotras. –añade Beth, juntando sus manos en señal de suplica. –Por favor, querida hermana. Resoplo colocando una mano en mi cien, viendo a las dos adolescentes observarme con cara de perro abandonado. –Bien. –acepto. Ambas chillan. –Pero las quiero aquí a las dos. –¡Deacuerdo! –exclaman en unísono, haciéndome sonreír. –Ire a llamar a Ester. –manifiesta Beth, dejándome con Rose en la cocina. –Es muy bueno que cuides a tu hermana, se ve que ambas son muy unidas. –dice la rubia mirando un punto perdido de la cocina con melancolía. –¿Tienes hermanas? –Oh, no. Sólo un hermano. –responde rápidamente y sin mirarme, como si estuviera nerviosa. Arqueo una ceja, observándola con interés. –¿Tu apellido no es Winchester? –pregunto curiosa, sin poder sacar de mi cabeza el parecido entre ella y Luke. Su piel pálida de momento parece aun más pálida. –No, no, nada que ver. –balbucea. –Es que te pareces mucho a...–Beth entrando nuevamente a la cocina me interrumpe. –Kale Winchester, la hermana de John. Si, tienen mucho parecido. Hasta yo pensé que era ella. –Todos me confunden mucho con Kale, pero he tenido la oportunidad de verla de cerca y es más alta que yo. –explica rápidamente, sin nada de la seguridad que tuvo al pedirme permiso para Beth. –Mi padre es abogado, trabaja para el señor Jones. Por eso me codeo entre las fiestas de ricachones y a menudo la gran mayoría me confunde con Kale. Beth ríe. –Y es que cómo no, si ambas son como dos gotas de agua. –acota mi hermana. –Puede pasar. –se encoje de hombros, esta vez con su rostro adquiriendo un color carmesí. –¿Cómo te diste cuenta de nuestro parecido tan rápido? Beth me contó que sabe todo de ellos, pero que a ti nada de eso te gusta. –pregunta mirándome fijamente con esos ojos grises tan familiares. Abro la boca dispuesta a responder pero soy interrumpida nuevamente por mi hermana, quien al parecer tiene la lengua enérgica hoy. –Es periodista, debe de saberlo. –aclara. –Otra cosa es que no le guste. –ríe. Ruedo los ojos con una leve sonrisa, dirigiendo la mirada a la rubia y sorprendiéndome al encontrar sus ojos sobre mí como si me estuviera.. ¿Analizando? –¿Pasa algo? –le pregunto ante su gélida mirada. –No, es sólo que recordé algo importante. –dice apenas en un susurro, mostrándose pensativa. –Debo irme. –anuncia. –Nos vemos a la noche, Beth. Adiós, Dría. Se va antes de que alguna de las dos pueda responder. –Eso fue extraño. –expreso, volviendo a retomar mi trabajo. –Tranquila, seguro debió recordar que tenía algo que hacer. Es alguien importante. –manifiesta Beth, seguro pensando que puedo retractarme y no dejarla ir. –Estudia abogacía y trabaja en el bufete de su padre, sólo ayudando con los casos. Bueno eso explica varias cosas. –Bueno, está bien. Sólo encenderé el rastreador que le puse a tu teléfono. –hablo, sin detenerme a pensar antes. –¿Qué dijiste? –pregunta Beth muy sorprendida y con los ojos muy abiertos. Oh, oh. –¡Ja, te lo creiste! –exclamo, creyendo que es la escusa perfecta. –No seas tan boba, Beth. ¿Cómo le pondría un rastreador a tu teléfono? ¡Que locura! –niego, vomitando las palabras con mucho drama en ellas. No le doy tiempo a replicar. –Anda a lavarte las manos niña, esto ya casi está listo. ¡Rapido! Beth frunce el ceño y sale de la cocina pérdida en sus pensamientos y murmurando un “¿Qué le pasa?”, permitiéndome respirar de nuevo con tranquilidad. –Controlate esa lengua, Dría. –me riño a mi misma. Ni que lo digas.
Aquí Drí.🐑 Sorry, estuve un poco perdida por estar estudiando y en el trabajo.😢 Peeero aquí está, y si God me lo permite mañana otro.💖 Así que la hermana de John finge ser otra persona, vaya, vaya... No olvides dejarme tu hermosa 🌟, me inspira a seguir subiendo más cap. ¡Comenta con libertad, pero con respeto! ⊂(ο･㉨･ο）⊃ Nos vemos, burbujitas.
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