Las cosas cambian (Terminada)

13

...

–      Peyton es hora de despertar – murmuraron en mi oído. Me quejé, tenia mucho sueño, no había podido dormir bien.

–      Blake no molestes – lo alejé.

–      No es por molestar, pero me tengo que ir con los chicos – escuché su voz lejana – ¿Se quedaran?

–      Si – murmuré – no dormí bien.

–      Cariño esa fue tu culpa – me levanté a verlo.

–      ¿Mi culpa Daniels? – dije sorprendida – por dios, tuvimos sexo hasta las dos de la mañana por tu culpa.

–      Tú eres la que no paraba – se excusó, obviamente tenía algo de razón, ese hombre hace que sea mas adicta a él.

–      Eres un... – no pude terminar de hablar porque Blake me beso de manera salvaje tomándome del cuello haciéndome callar – Diablos señor – comenté una vez que nos separamos.

–      No me retes cariño, te veo en un rato. – acarició mi mejilla.

–      Con cuidado – sonreí. La sonrisa se me borró cuando Blake salió de la habitación. ¿Qué carajos estábamos haciendo? Literalmente estamos actuando como si fuéramos pareja de toda la vida. Esta situación es cuando tu esposo se va a trabajar porque tiene una junta super temprano y tú te despides de él, para después irte a trabajar. Y lo peor de todo es que no me desagrada la idea. – No puede estarme ocurriendo esto, no con Blake. – murmure para mí. Me levanté de la cama para darme una ducha rápida, coloqué mi ropa interior y me puso un conjuntó deportivo negro. Bajé dispuesta a encontrarme con Quinn, ella estaba en pijama aún.

–      Estaba a punto de llamarte – comentó – los chicos prepararon el desayuno.

–      Genial, muero de hambre – murmure.

–      Por cierto, tu celular no ha parado de sonar – me lo dio – es de un numero desconocido, traté de contestar creyendo que era Allison – me tense – pero no me hablaban para nada, colgaban.

–      De seguro es alguna persona que se equivocó de numero – me encogí de hombros restándole importancia.

–      Pero que te llame muchas veces es super creepy – aseguró.

–      Tienes razón – fingí bloquear el numero – voy al baño. – Corrí hasta mi habitación, tendría que hablar con Jonathan para que me dejará de llamar o comenzarían a sospechar.

–      ¡Al fin! – escuché – ¿Por qué has estado ignorándome? 

–      ¿Qué te sucede? – dije enojada – Déjame de llamar Jonathan, te dije claramente que ya no quería nada contigo, tantas veces me reclamabas que me querías lejos y ahora no dejas de joderme.

–      Bueno tu también me reclamabas que quería ser mi novia y ahora que lo puedes ser, me dejas de joder. – tenía razón.

–      Las cosas son diferentes, me di cuenta de que siempre me seguirás mintiendo. – admitir la verdad siempre duele.

–      Pues te tengo noticias.

–      ¿Qué clase de noticias?

–      Terminé finalmente con Nia – quise reír – y tengo las pruebas suficientes para que me creas Peyton.

–      Bueno hasta que me muestres esas pruebas hablaremos – dije tranquila.

–      Puedes venir ahora mismo a mi departamento.– sugirió con felicidad o eso creo.