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Aguanté mis lagrimas por unos largos segundos. ¿El solo me llamaba para darme alas y después cortármelas? ¿De que se trata esto? Claro, de hacer sufrir a Peyton, de eso se trataba. Limpié cuidadosamente mis ojos, estaba a punto de darme la vuelta para caminar lejos. Un suave toque hizo que me detuviera y me asustará a la vez. Me llevé una gran sorpresa.

–      ¿Disculpa? – la miré a los ojos,  la chica de Bruce estaba aquí conmigo.

–      Quiero hablar – murmuró con pena.

–      ¿Sobre qué? – terminé de limpiar mis ojos – si es sobre Bruce, pierdes tu tiempo, no siento nada por él. – expliqué de inmediato, no me quería meter en problemas.

–      Es sobre porque estas así. – fruncí el ceño, ¿Que?.

–      ¿Por qué te interesaría? – no quise sonar grosera, pero creo que lo fui. Es solo que las personas que son desconocidas para ti no andan por la calle preguntándole a otras como están.

–      No lo sé – se encogió de hombros – por una parte, me siento insegura. – esta chica es hermosa, no entiendo su "inseguridad".

–      Bruce es un grandioso chico, no debes sentirte insegura con un hombre que lo tiene todo. – era cierto.

–      ¿Entonces porque lo lastimaste?– añadió confundida y a la vez algo enojada, pero fue un buen punto.

–      No quise hacerlo, es solo que el amor que sentía por el se esfumo de un momento a otro. Creo que no era mi "alma gemela", pero lo estoy pagando. – fue inevitable no hacer una mueca.

–      ¿Por ese chico? – señalo hacia la tienda – lo siento, los vi discutir y tu estabas llorando.

–      Si, por ese chico – suspiré – me esta volviendo loca, pero creo que lo quiero.

–      Creo que...es bueno que hayas encontrado a un chico que realmente quieras. – movió sus dedos de manera nerviosa – Hay un favor que quiero que me hagas.

–      ¿Qué? ¿Cómo por qué? – quise reír.

–      Mira no quiero sonar grosera o creo que lo fui, pero Bruce sufrió mucho – asentí dándole la razón – y creo que cuando el te vio, esos recuerdos regresaron a el y quiero que estemos tranquilos ¿Me entiendes?

–      Nunca le di muchas explicaciones, ni disculpas – lo pensé– tal vez lo haga, solo para que ustedes no tengan ningún problema.– sonreí.

–      Muchas gracias Peyton. – Una vez que esta pequeña conversación terminará, la novia de Bruce se alejo de mi para reunirse con él. Me sentía feliz por él, porque consiguió a una chica que se lo cuida y lo procura, algo que no tendré yo.

Crucé la calle con mayor seguridad acercándome a mi auto. Tenia hambre y lo mejor seria ir a comer algo. Maneje hasta una pizzería que se encontraba cerca y que era perfecta para tener un poco de tranquilidad. Cuando me siento triste lo mejor es comer y es lo que haría en estos momentos. Ya dejaría a un lado este tema de Blake para lograr tener pensamientos buenos. El no esta dispuesto a luchar por nosotros, ni siquiera tiene una pizca de esperanza hacia nuestra relación, pues yo tampoco la tendría. Regresar a mi vida loca era lo que quería y tal vez nunca debí salir de ella. Llegando a la pizzería ordené una sola para mí, tome asiento en un lugar alejado y esperé. Me llamo la atención que había varios taxis con propaganda sobre los cursos de Athena, sonreí al recordarlo. Claro, tengo una beca que me daría la oportunidad de alejarme de Nueva York al menos por un tiempo

Las cosas cambian (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora