VIII.

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Damian estaba acurrucado entre almohadas, cobijas y ropa de Clark. El pequeño nido que había hecho con los pocos elementos con los que disponía era inesperadamente perfecto, Clark nunca antes había formado parte de uno ya que sus relaciones pasadas jamás habían llegado tan lejos como para hacerlo y con Bruce no existía nada más allá del sexo. Kent trazó las delicadas formas que el chico se esmeró por darle a su nido su pecho palpitó al imaginar algunas pequeñas cabezas de bebé entre ellas (sus tontos instintos alfas, se lamentó). Sacudiendo las ideas se preparó para la marabunta de gritos y amenazas, aunque no sabía como reaccionaria Damian estaba seguro de que no sería algo bueno para él.

Aún era temprano cuando el menor recobró la conciencia, ahora sin rastro de calor la sobria mirada analítica del niño admirando su entorno provocando que Clark viera el error de creerlo consciente de sus actos pues la lucidez en las miradas era completamente diferente la una de la otra.

─ ¿Qué día es?

─ Sábado por la noche. Toma un poco de agua.

─ ¿Padre ha preguntado? ─ Damian bebió el agua y adoptó una postura erguida con dirección al baño.

─ Le dije que estabas en el lado chico de la ciudad. Un par de peleas pero nada de qué preocuparse─ acompañó al chico al cuarto de baño para extenderle sus ropas limpias y pulcras, sin rastro de aroma, ni de omega o de alfa, solo un detergente común y corriente que cualquier asalariado podía pagar─ Pero está preocupándose.

─Bien, ya me encargo yo del resto.

Cuando Damian tardó sólo 10 minutos en la regadera, Clark deseo que se tomara más tiempo. La aparente calma lo empezaba a abrumar más de lo que se permitía admitir, recordó como había reaccionado Bruce tan esquivo y a la defensiva la primera vez así que el comportamiento de su hijo le intimidaba. Aún tenían un par de cosas que aclarar por lo que animadamente se resignó a dejar las cosas pasar más rápido de lo que él se sentía preparado.

Colocó en la mesa un plato de pasta y champiñones acompañado de jugo de naranja, la mesa con arañazos y marcas le calentaron el rostro al recordar su comportamiento al entrar en celo y haber brincado encima al niño. Y aunque gran parte de su vergüenza seguía con él cuando empezaron a comer, esta desapareció momentáneamente al Damian expresarle un contrato que ya había escuchado antes.

─ No lo haré─ le aseguró sintiendo su falta de aire y apetito─ no puedo.

─ Es el mejor plan y convenio─ aseguro el niño, las mejillas coloreadas en ambos─ nadie puede saber lo que soy en realidad.

─ Esa no es razón para involucrarme. ─ los tallarines se escurrieron por el cubierto en la mano de Clark─ Mira Damian, lo que pasó estuvo fuera de nuestras manos, los dos perdimos el control pero no es motivo para llevar esto más lejos.

─ Te doy asco, no puedes porque antes me tratabas como alfa─ Damian le miró con enfado e indignación.

─ No es eso. Es por... Bruce, no puedo hacerle esto a él. Quiero decir que eres su hijo, el menor, no puedo.

─ Y te sigo ofreciendo un beneficio a tu favor─ azotó los puños en la mesa─ mi padre me escuchara si le empiezo a decir que eres una buena opción para él, no lo parece pero Batman aprecia la observación y el doble reconocimiento.

─ No es precisamente por ayuda de su hijo como quiero conquistarlo, Damian, el amor es compromiso y paciencia. El ritmo de Bruce puede ser lento pero es lo correcto─ un poco de hipocresía se instaló en la lengua del reportero al decirlo, pues en un principio había planeado precisamente ganarse a Robin para llegar al mentor─ No estás solo en esto chico, pero definitivamente no te ayudare en lo que me pides.

─ Pero...

─ No Damian─ el kryptoniano lo miró severo, como hacía al discutir con algún villano─ tendrás que pensar en otra cosa.

─ Eso imaginé─ cambio la ferocidad por tristeza y Clark sintió la culpa llegarle aunque el chico no dijera más─ ¿Por qué siempre es a mí?

─ Hey, vamos, encontraremos otra forma.

─ Solo he sido feliz una vez en mi vida─ tal vez la falta de secretos se debía a la frustración en la mente de ambos pero los ojos melancólicos le apretaron el corazón─ cuando padre no estaba, y solo éramos Grayson y yo. Debió ser él quien me encantará en ese callejón... debió ser él quien me tomará.

─ Puedo buscarlo─ se ofreció rápidamente al no saber qué más contestar, no conocía la historia completa de cómo Damian había afrontado la ausencia de su padre hace algunos años. Recordaba lo terriblemente descompuesto que él había estado, tan encerrado en su dolor y perdida que jamás reparó en la familia del murciélago.

─Dick jamás ha preferido a mi padre por encima de mí, pero definitivamente no me aceptará como Omega.

─ Eso no lo sabes, Dick es tu...─ evitó la palabra hermano pues anteriormente Damian había expresado su deseo carnal por él─ él te quiere mucho, no te abandonara.

─ No, pero empezará a tratarme diferente, porque ante sus estúpidos instintos soy diferente.

─ Puedes explicarle.

─ Ya basta Kent. Tú y yo sabemos que Dick irá corriendo a mi padre asustado en cuanto lo sepa, jamás me volverá a abrazar sin sentir que se está sobrepasando y ya no seré su hermano después de esto, me verá como una víctima de mi madre... todos lo harán, apuesto a que tú también me ves de esa forma.

─ ¿Y entonces por qué yo? ¿El Boy Scout debe hacerse cargo del peso moral?

─ Tú eres completamente ajeno a mí y mi vida. Si me tratas de una manera u otra es intrascendente, tiendes a ser protector con todo el mundo así que no hay cambio─ Damian estaba incómodo al explicarse─ Sí mi familia se entera de mi nueva naturaleza dejarán de tratarme como antes y no permitiré eso, no después de todo lo que me costó construirlo.

─ Es cruel para mi ¿Has pensado en eso?

─ Te ayudaría con padre. Se que botones presionar para que te acepte.

─Es una mala idea. Inevitablemente se enterarán, esto no es algo que puedas ocultar de por vida.

─ Lo sé, lo tendré solucionado pronto solo necesito tiempo para pensar. No es eterno lo que te pido, solo necesito un poco más─ nunca antes había reparado en lo profundo que esos ojos jade podían taladrar, aguanto la respiración y la necesidad de correr lejos de ellos─ Clark, por favor.

─ No me dejaras opción, ¿Verdad?

El muchacho sacudió la cabeza, mantenía los labios en un puchero nada apropiado a la conversación que sostenían.

─ ¿Culpa o chantaje? ─ Damian lucía abatido a pesar de lo que lo decía─ ¿Cuál prefieres como excusa?

─ Culpa, creo. ─ Clark se preguntó si su debilidad por los Wayne era genética o si estos simplemente sabían cómo manipularlo─ Bien, te ayudaré a mantenerlo oculto y con tus calores, pero debemos poner algunas condiciones. Primero, los encuentros serán aquí en mi departamento, no en casas de seguridad ni en bases secretas ni nada que se te ocurra en el futuro.

─ Bien, es mejor no dejar rastros en lugares a los que mi familia puede acceder.

─ Segundo, debes comprometerte a hacer lo que yo diga, trato de ayudar así que no me gustaría que creas lo contrario.

─ Tú eres el de la experiencia, es por eso que pido tu ayuda.

─ Y tercero... bien, no tengo un tercero pero queda abierto a discusión. ¿Estás de acuerdo?

─ Sí.

─ ¿No quieres agregar algo?

─ No.

─ De acuerdo, en ese caso. Te llevaré a casa.

─ Primero vamos a la parte chica de Metrópolis.

─ ¿Para qué?

Bajo control: padre o hijoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora