Bajo control: padre o hijo

VII.

─ ¿Enfermo? ─ Lois se escuchaba abriendo una puerta de automóvil cuando Clark marco directo a su número personal─ ¿enfermo como "estoy viendo ángeles hablar" o enfermo como "estoy tras una buena historia y la quiero solo para mi"?

─ Definitivamente la primera─ nueve de la mañana de un miércoles tranquilo. El celo de Damian parecía no tener fin pues llevaban seis días y el chico seguía desprendiendo hormonas de apareamiento─ te enviare los sobres con las notas, Perry dijo que estas escribiendo donde deje mi artículo de la recaudación para frenar la tala de los Bosques.

─ Te vuelves un poco cínico contigo mismo Villachica, no lo estoy terminando en realidad lo dejaste prácticamente hecho así que solo son correcciones menores, date más crédito por eso─ Clark escribía desganadamente en su laptop personal, Perry había estado de acuerdo con los días de asueto del reportero con la condición de enviar cualquier artículo una vez se sintiera lo suficientemente bien para hacerlo, y aprovechando las horas de sueño del omega había optado por redactar cualquier cosa y volver rápidamente a la cama con el menor, el ahogo sofocado en Lois lo trajo rápidamente a la conversación─ como sea, pon el sobre a fuera de tu puerta, estoy a punto de llegar.

─ ¿Estás en mi edificio? ¿Por qué?

─ Jimmy extravío unas fotos, vamos rumbo la tienda donde las rebelaron para buscar la película─ Kent colocó justo como su amiga pidió el sobre cerrado al pie de su entrada, Lois estaba a solo dos pisos para llegar─ no me mal intérpretes Clark, pero en realidad tú nunca te enfermas así que cualquier enfermedad que caches y te dure más de un fin de semana podría ser mortal para el resto. ¿Qué dijo el doctor?

─ Nada grave, solo muchos líquidos y descanso. Estaré de regreso el lunes.

─ Bien, mañana temprano verás tu articulo impreso─ la omega ya estaba recogiendo su primer encargo de la mañana─ te compramos el desayuno, panqueques y mucha miel de maple, disfrútalos.

─ ¿Qué haría sin ustedes? ─ Clark rio al ver a través de la puerta como Lois sujetaba precavidamente el sobre mientras dejaba suavemente la bolsa con el postre prometido.

─ Probablemente vender manzanas y vacas. Bien granjero, tengo tus notas, las anexare y listo tu único trabajo será preocuparte por mejorar. Ignora todo lo que diga Perry, le preocupa más tu salud así que no te dejes presionar.

Con un último agradecimiento ambos colgaron. Clark pensaba en lo afortunado que era mientras preparaba la mesa antes de despertar a su invitado de una semana; por lo visto Damian tenía la peculiar mala costumbre de irse un par de días lejos de Batman cada que discutían, así que fingir haberlo visto merodeando las calles de Metrópolis había sido una excusa fácil de venderle a Bruce.

El celo de Damian era irregular y muy diferente al de su padre. A veces luciendo perfectamente consciente de lo que hacía y otras perdido en un mar de sensaciones y abrumante deseo. Tratar de leer un patrón había sido algo sencillamente relegado a un puesto de cero importancia pues al ser el primer calor omega era obvio esperar que no existiera consistencia. Al entrar a la habitación admiro el templo sagrado que era el menor, sus cabellos aún húmedos por la ducha que se habían dado varias horas antes de que se durmieran.

Sin esperar respuesta o permiso, el super meneo delicadamente al niño para despertarlo lo suficiente antes de cargarlo en brazos en un estilo nupcial hacia la mesa. Damian jalo la sabana de la cama y se cubrió aun preso del embotamiento del sueño, Clark solo usando el par de pantalones grises que solía usar para descansar los domingos por lo que se marcaba perfectamente bien la gloria de su anatomía; rápidamente la mente entrenada del humano lo puso en situación de lo que pasaba, el aroma a comida fresca y humeante le produjeron alegría al estómago y la boca. A pesar de las atenciones y cuidados del alfa este los había mantenido casi únicamente con comida instantánea, al estar atrapados en el celo se había negado rotundamente a abandonar a Damian por mucho tiempo así que los pocos víveres con los que contaba habían sido repartidos a lo largo de la semana.